Arde Bogotá: “Somos una banda de rock, pero las etiquetas son ambiguas para que todo quepa dentro”
El 5, 6 y 7 de octubre se celebra en Eivissa el Sonorama Goes to Ibiza, un formato boutique del ya mítico festival que se lleva a cabo desde hace 26 años en la localidad burgalesa de Aranda de Duero, por donde han pasado los mejores grupos del panorama indie, pop, rock y de fusión, por decir algunas etiquetas. Dentro de la programación del festival en la isla pitiusa, que empezó su actividad en 2021, subirán a los dos escenarios más de 20 artistas y bandas nacionales que ofrecerán conciertos íntimos y exclusivos.
Natalia Lacunza, Iván Ferreiro, De Pedro, Alba Reche, La Bien Querida, son algunos de ellos, además del grupo revelación y uno de los que más éxitos de crítica y público ha obtenido este 2023: Arde Bogotá. Voces y música contundentes con estupendos riffs de guitarra y letras incisivas, formado por 4 chicos de Cartagena, que llevan dando guerra desde 2017. Hemos hablado con su cantante y guitarrista, Antonio García.
Lo primero que nos llama la atención de su grupo es la juventud de todos los miembros. ¿En qué rango de edad están?
Estamos entre los 27 que tiene Dani y los 30 que está a punto de cumplir Jota .. que es el mayor. Y ahí nos movemos los cuatro.
¿Cómo empezaron a tocar, se conocían de antes?
Nos juntamos en 2017 sin mucha ambición de nada. Simplemente, nos presentó un amigo en común en una noche de bares en Murcia. Ellos tres ya estaban tocando y yo estaba empezando a hacer canciones y les enseñé una de ellas, pero así, sin mucha pretensión. A raíz de ahí empezamos a tocar. Ellos no tenían claro qué iban a hacer. Buscaban un cantante. Llevaban tiempo dando vueltas por bandas de Cartagena, probando en distintos proyectos. Y de repente aparecí yo.
Parece que en Murcia no pasa nada, aparte de alianzas de gobierno… ¿Pero, culturalmente, pasan muchas cosas en Murcia?
Sí, por suerte a nivel cultural hay mucho movimiento y a nivel musical también.
Entonces, cuando los presentan, ¿se juntan y ponen en común lo que hacían?
Yo tenía una canción escrita que se la mandé a Dani la noche que nos presentaron y entonces él la compartió con Pepe y con Jota y, al día siguiente, cuando quedamos para ensayar, ya la habían escuchado. Entonces nos sentamos a tocar directamente esa canción y todos tenían más o menos pensado qué iban a hacer ya. Y funcionó. O sea, evidentemente la canción no era como está ahora publicada, pero sí que hubo química. Y entonces, a raíz de eso, dijimos: vamos a intentarlo.
Y usted, ¿Qué hacía por entonces en 2017?
Buena pregunta. A mí siempre me había gustado la música. Había estado estudiando fuera y había hecho mucho teatro de adolescente. Los demás venían de grupos que tenían nombres muy malsonantes como Nabo Rojo, pero no llegaron a publicar música ni nada. Todos teníamos nuestras carreras al margen. Jota era profesor de inglés en la universidad y Pepe estaba trabajando un poco de lo que le salía, en una cantina, en un bar. Dani estaba estudiando Derecho.
Yo estaba terminando Derecho. Arrancamos la banda y todo fue en paralelo. O sea, yo seguí trabajando de abogado. Danny siguió con su carrera, Pepe con sus trabajos, José Ángel con el suyo y así. Nos iba bastante bien. Entonces yo me vine a Madrid a trabajar porque me contrataron aquí y así fuimos poquito a poco avanzando. La banda fue a mejor ya entonces.
Y, ¿Cómo fue el proceso a partir de ahí?
Nos juntamos en 2017, pero hasta 2019 no sacamos la canción que hicimos esa tarde de 2017 porque pasamos mucho tiempo dando vueltas, investigando, viendo a ver qué hacíamos. Y, cuando ya por fin sentimos que la canción estaba lista, fue en 2019, que fue cuando la publicamos. A raíz de eso, empezó a haber cierto ruido alrededor del tema y de la banda, y se fijó en nosotros la que es hoy nuestra discográfica, Sony, y Claudia y Toni, que son nuestros managers, y empezamos a trabajar. Ya con ellos publicamos el primer EP.
¿Tenían formación musical o son autodidactas?
Pues no, bastante autodidactas. El único que ha ido al conservatorio a día de hoy es Dani, que sí estudió un poco de clarinete. Los demás teníamos formación autodidacta de tocar en bandas o de internet.
Y lo suyo de cantar. Aparte de la experiencia en el teatro, ¿Ya cantaba antes en la ducha?
Canto en la ducha, como todo el mundo, ja, ja, ja. Había cantado en el teatro y cuando empecé con la banda empecé a tomar clases. El escenario era un sitio que me gustaba mucho.
Cuando empezaron con ese primer tema, ‘Antiaéreo’, ¿Ya tenían claro su estilo?
Teníamos más o menos claro qué queríamos hacer, que era como intentar hacer una banda de rock en español. Pero fue un proceso muy largo y por eso tanto tiempo de impasse para aprender qué queríamos hacer. A base de prueba y error, pensábamos lo que nos gustaba, las volvíamos a escuchar, decíamos 'menuda basura' y, así, corrigiendo hasta crear una cosa que más o menos nos representara y que sintiéramos que aportaba algo interesante.
¿Cuáles son las influencias de su música? ¿O es algo totalmente personal?
Desde el casi el principio teníamos claro qué queríamos hacer. Algo tipo Arctic Monkeys, Foo Fighters… en esa línea. Pero lo interesante yo creo es que, aunque hay algunas influencias en común, cada uno viene de su padre y de su madre y eso hace que sea todo muy distinto; y que el bajo proponga cosas que la batería no se espera y viceversa.
Hay mucha gente que los etiqueta como nuevo indie. ¿Les gustan las etiquetas?
Bueno, creo que son necesarias, sobre todo cuando una banda empieza para que la gente sepa a dónde va y la ubique.
¿Y en qué etiqueta se incluirían?
Yo diría que somos una banda de rock, pero las etiquetas son un poco ambiguas precisamente para eso, para que todo quepa dentro.
Con respecto al nombre del grupo, he leído por ahí que lo pusieron porque fue en la capital de Colombia, en Bogotá, donde les dijeron que su música podría funcionar…
Sí, fueron unos amigos míos colombianos con los que yo estaba de viaje allí. Fueron los primeros que escucharon las canciones de la banda. Les gustaron y me pidieron que las pusiera otra vez.
¿Y ya han presentado su trabajo en Colombia?
Hemos estado dos veces, en mayo de este año y en diciembre del anterior. Aunque el proyecto, digamos que, es incipiente, nos han acogido muy bien, nos han dado la oportunidad de tocar para mucha gente.
Vamos a hablar de letras, de inspiración ¿Quién las compone?
Las letras las hago yo. Muchas veces, agarro una idea inicial, o sea como un primer verso, y ya de ahí tiro. Por ejemplo, la frase “soltar los perros porque me he escapado” es una idea que de repente tuve y empecé a tirar de ahí y de ahí apareció el resto del mensaje. Otras veces es porque algún compañero ha compuesto la música o la hemos hecho entre todos en una improvisación. Intento conectar con lo que la música me dice. Si es una canción sensual o es una canción festiva, o es una canción con rabia o no. Busco generar un mensaje que vaya en la misma línea de lo que la canción está diciendo.
Le quería hablar del primer EP, su primer trabajo que se gestó durante la pandemia. ¿Cómo fue empezar a trabajar, despegar y encontrarse en esta situación de encierro? ¿Cómo lo vivieron? ¿Pensaron que era un hándicap justo al empezar?
Sí. Fue un poco frustrante al principio, por eso, porque arrancábamos y justo empieza la pandemia, cambian las tornas. Pero como la banda era tan pequeñita y tan incipiente, las poquitas cosas que se podían hacer ya significaban un paso muy importante, y a poquito que hacíamos ya crecía el proyecto y nos hacíamos más grandes y, de repente, había más gente escuchándonos. Eso fue muy favorable porque nos permitió avanzar a pesar de todo. Y fuimos muy privilegiados porque salimos de la pandemia con más gente al otro lado y con gente apoyándonos. Evidentemente fue un momento jodido para todos, pero dentro de todo fuimos una banda con suerte, porque salimos reforzados.
En mayo de 2021 salía su primer trabajo largo ‘La Noche’ y en octubre de ese mismo año sacaron una versión del tema ‘Mi Carro’ de Manolo Escobar. ¿De dónde sale esto tan alejado de lo que es su estilo? ¿Les gusta Manolo Escobar?
Nos propusieron el reto de hacer una canción que versionara algo de música de verbena. Lo que quisimos fue buscar algo radicalmente lejos de lo que hacemos. Encontramos a Manolo Escobar y pensamos que no tenía nada que ver con nosotros y, sin embargo, tenía todo que ver porque al final es una canción sobre un señor que se va de fiesta y no se despierta. No sabe dónde deja el carro, que es básicamente de lo que va el disco de ‘La Noche’ de Arde Bogotá.
Manolo Escobar tiene todo que ver con nosotros porque es una canción sobre un señor que se va de fiesta y no se despierta. No sabe dónde deja el carro, que es básicamente de lo que va el disco de ‘La Noche’ de Arde Bogotá
La vida de Arde Bogotá es corta. Es un grupo bebé, podríamos decir. ¿Se les ha hecho largo desde 2017?
Dentro parece una eternidad. Pero si te paras a pensarlo, las cosas han pasado a la velocidad de la luz.
¿Qué supone estar en lo más alto de las listas de éxitos? En mayo entrasteis directamente en el número tres con ‘Cowboys de la A-3’. ¿Les importa mucho esto de estar en lo más alto de las listas de éxitos?
Yo relativizo bastante el tema de las listas. Al final la música no se distribuye como cuando las listas eran una cosa hiper multitudinaria. Para mí lo interesante es donde yo siento que de verdad el proyecto ha crecido a un nivel brutal. La gente que nos sigue, la gente que compra entradas para vernos, la gente que viene a los conciertos y la relevancia que eso tiene. O sea, como que a la gente le importa lo que hacemos y hacen las canciones suyas. Para mí es lo principal. Poder ir a Ibiza y que haya gente allí delante, que se sepa las canciones y que las cante y que aparte un dinero y un tiempo de su vida para venir a vernos en concierto. Eso es lo importante.
¿Por qué optaron enseguida por fichar por una discográfica como Sony y no seguir autoproduciéndose?
Por muchos motivos. Cuando llegó la oferta de Sony, eran muchas cosas a la vez. La principal y más interesante es la gente. Allí nos proponían que hubiera un equipo de personas trabajando con nosotros, con una experiencia que no teníamos y con un alcance que no teníamos. Y eso nos pareció maravilloso, porque podíamos aprender un montón. Luego también hay una parte económica. Cuando te ayuda una discográfica a producir, no tienes que quitar dinero de tu alquiler para pagar la grabación del disco. Y la verdad que siendo una banda que quiere grabar una batería, un montón de guitarras, un bajo y un montón de voces, pues es necesario un presupuesto que no es pequeño, y tener esa opción detrás era muy interesante. Entonces, la suma de estas dos cosas y del buen rollo y de las sensaciones que tuvimos, pues hicieron que fuera lógico decir que sí. Y lo mismo con Claudia y con Toni, nuestros managers. Es la oficina, la sensación que de repente alguien puede ayudarte, guiarte, aconsejarte y enseñarte cosas de las que tú no tenías ni idea.
¿Qué diferencias hay entre vuestro primer disco y este segundo?
Yo creo que sobre todo la experiencia. Al final desde el primer disco hasta el segundo nos ha dado tiempo a conocernos como banda, y a vernos en los ojos del público y saber quiénes somos, qué queremos ser, cómo nos ve la gente. Eso nos ha dado más valor para decir las cosas como nos da la gana, sonar como nos da la gana y encontrarnos un poco más. No creo que sea un disco radicalmente distinto del anterior, pero creo que sí es un disco con la experiencia del anterior.
Su tema ‘Los Perros’, perteneciente al último álbum y publicado en enero, ha sido un bombazo. Se han hecho de él remixes de electrónicos, diferentes versiones... ¿Les ha sorprendido el éxito o lo sacaron como primer single porque consideraban que era el más potente del disco?
Siempre pensamos que era una canción muy representativa de lo que queríamos hacer y de nosotros mismos. Por eso fue un poco la idea de salir con ese primer tema como adelanto del disco. Y por eso también estamos contentos de que la canción haya hecho un camino tan bueno, porque significa que la gente lo ha entendido, y que le gusta. Supongo, ¿eh? Ese mensaje y esa forma de decir las cosas que tiene la canción y que tenemos nosotros.
Respecto al álbum actual, han ido sacando diferentes singles y vídeos como a modo de historia, por capítulos. ¿Por qué lo han planteado así y qué es lo que quieren transmitir?
A nosotros nos sigue gustando la idea de que existan los discos. La música actual no es tan sólida como solía ser y queríamos que todo lo que rodeara al álbum estuviera conectado. No solo en lo musical, sino también en lo audiovisual. Que todo el imaginario tuviera una lógica y contar una misma cosa. Y por eso, cuando dijimos vamos a hacer tres vídeos, los hicimos los tres con los mismos actores. Pensemos, contemos la historia, enredémonos en lo mismo.
A nosotros nos sigue gustando la idea de que existan los discos. La música actual no es tan sólida como solía ser y queríamos que todo lo que rodeara al álbum estuviera conectado
Este verano han tocado en un montón de festivales y todavía les quedan conciertos. ¿Son más de salas pequeñas de formatos como el Sonorama Goes to Ibiza o les gusta tocar con grandes aforos?
Estamos descubriendo un poco todo. Las dos cosas tienen su miga. Y para gustos, el consumidor. Pero yo siento que los festivales son una fiesta y la gente va a lo que va a las fiestas, a divertirse a pasarlo bien, a emocionarse y a tener ese tipo de experiencia. Y luego siento que cuando vas a un concierto de un artista en un espacio cerrado, más pequeño o, en general, un concierto solo del artista, es una cosa más ceremonial. Y entonces lo ceremonial ya tiene otro impacto. Ya tiene que ver con emocionarte de otra manera, con entregarte de otra forma, con otro tipo de atención. Desde luego hay sitio para la fiesta en la ceremonia, pero hay que celebrar algo de una forma diferente. Así lo siento.
Los festivales son una fiesta y la gente va a lo que va a las fiestas, a divertirse a pasarlo bien, a emocionarse y a tener ese tipo de experiencia. Cuando vas a un concierto de un artista en un espacio cerrado es una cosa más ceremonial
He estado mirando cómo funciona la taquilla con ustedes y veo que la mayoría de sus conciertos están sold out. Ya no hay entradas para La Riviera en Madrid, donde hacen tres noches. Además, el perfil de Instagram del grupo es una locura. Está lleno de mensajes solicitando más fechas en Madrid, en Barcelona, al igual que en el resto de España. ¿Cómo se les queda el cuerpo con tanta demanda y con tanto éxito y con la acogida entusiasta que se está dando por parte del público?
Muy bien. Yo creo que la gente se porta muy bien con nosotros. Es por lo general muy cariñosa. Creo que es sintomático de que el proyecto avanza y que la gente está detrás y le gusta realmente ver a la banda en directo. Al final siempre hemos entendido que somos una banda de hacer las cosas en directo. Que la gente lo entienda y lo sienta así nos hace sentir orgullosos, porque quiere decir que lo que hacemos se entiende.
Ustedes son súper jóvenes, como decíamos al principio de esta entrevista. Pero ahí, ahora mismo, chavales que están en el cole, que están en el instituto, que igual se plantean empezar a tocar un instrumento o querer dedicarse a la música ¿Cuál sería el mensaje para ellos?
Yo siempre digo lo mismo. Que estudien su instrumento, que estudien la industria musical, que estudien las canciones, que estudien el arte que quieren hacer, ¿no? Que aprendan y que reúnan herramientas. Aunque nosotros no habíamos estudiado mucho nuestros instrumentos, cuanto más lo hacemos, más lo agradecemos. Bueno, habíamos estudiado un poquito, nuestra escena, nuestra música, a la gente que trabajaba en lo que nosotros queríamos trabajar, y eso nos ayudó un poquito. Entonces, mi consejo siempre es ese, que la gente se forme y reúna herramientas para contar las cosas que le importan y que quieren contar.
¿Cómo se toma una familia, por ejemplo, la suya, cuando de repente un abogado ejerciendo como usted decide dejarlo todo y dedicarse a la música? Aunque usted sea ya mayor de edad.
En nuestro caso nosotros pasamos mucho tiempo compaginando todo con la banda y fuimos muy conscientes de cómo avanzábamos. Cuando llegó el momento de tener que tomar la decisión de arriesgarnos y apostarlo todo a la banda, era como muy lógico. Ya la banda estaba funcionando. No fue tirarse a la piscina, sin saber lo que iba a pasar. Ya no había otra alternativa para poder estar a la altura de lo que el proyecto exigía de nosotros.
Ustedes saben que el Sonorama Ibiza tiene un formato pequeño, íntimo. Ya estuvieron ustedes en la edición de 2021, cuando aún no eran tan conocidos. ¿Cómo fue la experiencia?
Estábamos todavía saliendo de la pandemia y fue un fin de semana maravilloso. El concierto fue dentro del Hotel Paradiso en la zona de la piscina. De hecho, fue el primer concierto que hicimos con el público de pie, fíjate. La gente llevaba mascarilla. Yo me bajé al público y me tuve que poner una mascarilla y todo. Pero fue muy memorable, la verdad.
Entonces, ¿tienen ganas de volver?, me imagino.
Sí, desde luego. Además, Ibiza es para nosotros paradisíaca, así que lo estamos deseando.
En el cartel está Iván Ferreiro el mismo día que ustedes. ¿Qué piensan cuando se encuentran compartiendo escenario con artistas o grupos ya consagrados?
Pues muy bien. A veces tienes la oportunidad de conocerlos, otras no, porque todo el mundo está a lo suyo. Muchas veces estamos tocando con gente que antes de ayer, bueno, y hoy, siguen siendo nuestros ídolos y gente que nos flipa lo que hace. Entonces significa un poco cumplir ilusiones, estar ahí, a la altura de las cosas que nos importaban y que nos parecían grandiosas y, de repente, poder poner tu nombre cerca…
¿Qué planes tienen en Ibiza, además del concierto?
Estaremos algunos días. Todavía no sé qué vamos a hacer, pero la otra vez que estuvimos le dimos una vuelta, alquilamos unas motillos para ver las calas... Habrá ganas de repetir.
¿Qué proyectos tienen en estos momentos?
Bastante tenemos con aguantar la pedazo de gira que estamos haciendo como para pensar en otra cosa que no sea hacer los conciertos y estar a la altura de ellos.
¿Cuándo terminan la gira?
Nunca jamás. Ja, ja, ja… Bueno, ahora vamos a empezar a hacer salas y cuando terminemos de ahí empezaremos a plantearnos qué va a pasar después.
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