El líder del PCE ratifica la denuncia contra Le Senne, de Vox, por romper la foto de víctimas del franquismo

elDiario.es

Agencias —

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El secretario general del PCE, Enrique Santiago, ha ratificado este jueves la denuncia por un presunto delito de odio contra el presidente del Parlament balear, el ultra Gabriel Le Senne (Vox), por romper la foto de las víctimas del franquismo conocidas como 'las Rojas del Molinar' y ha apostillado que ya debería haber dimitido por ello.

Así lo ha indicado a las puertas de los juzgados de Plaza Castilla (Madrid) tras declarar de forma telemática y en calidad de denunciante ante el juez del Juzgado de Instrucción número 1 de Palma, que esta semana rechazó la petición de Le Senne de archivar esta causa. El president del Parlament tendrá que declarar como investigado el próximo 27 de septiembre.

En declaraciones a los medios de comunicación, Santiago ha explicado que en junio el PCE interpuso una denuncia ante la Sala de Derechos Humanos y Memoria Democrática de la Fiscalía, por la comisión de un presunto delito de odio y de distintas infracciones de la Ley de Memoria Democrática.

Para el también dirigente de IU y diputado de Sumar en el Congreso, el comportamiento de Le Senne constituye “algo muy grave”, puesto que bajo ningún concepto un cargo público puede destrozar una imagen de este grupo de mujeres que fueron “asesinadas” por el franquismo, entre las que se encontraba la sindicalista Aurora Picornell.

Todo ello con un contexto impulsado por Vox, al que acusa de preparar una campaña “de desprestigio a las víctimas” y demandar el fin de la Ley de Memoria Democrática. “Trivializar los crímenes cometidos, las violaciones de derechos humanos, es de una gravedad increíble porque revictimiza a las víctimas”, ha argumentado.

Además, ha instado a imaginar “lo que ocurriría si un presidente de cualquier cámara legislativa de este país destrozara la imagen de una víctima del terrorismo en sesión plenaria”. También ha agregado que todas las víctimas merecen “la misma protección” y que el presidente del Parlament balear debería haber renunciado ya al puesto.

Finalmente, ha criticado que el propio Le Senne votara en la reunión de la Mesa del Parlament para rechazar que la institución se personara en esta causa, otro “vergonzoso espectáculo”. Según su punto de vista, debía haberse abstenido, dado que “no era ni mucho menos imparcial”.

Continúa como presidente del Parlament

A pesar de estar inmerso en un proceso judicial y de que Santiago Abascal rompiera el pacto entre PP y Vox en las Islas, el PP salvó la semana pasada a Le Senne. En una moción de remoción donde se debatía su continuidad, los conservadores, que fueron los mismos que auparon a Le Senne a la presidencia de la Cámara autonómica, decidieron abstenerse y, con ello, permitir que Vox siga ocupando uno de los puestos de mayor relevancia institucional del archipiélago.

El motivo de la moción de remoción promovida por la izquierda (PSIB-PSOE, Més per Mallorca, Més per Menorca y Podemos) fue precisamente el episodio que ha llevado a Le Senne a los juzgados: el pasado 18 de junio rompió el retrato de la republicana Aurora Picornell y las conocidas como 'Rojas del Molinar', fusiladas por los franquistas la noche de reyes de 1937. Picornell fue una conocida republicana mallorquina y probablemente se ha convertido en el icono más representativo de la represión franquista en las Islas. Los hechos de Le Senne provocaron una oleada de indignación dentro y fuera de Balears.

Los familiares de las conocidas como 'Rojas del Molinar' y entidades memorialistas pusieron los hechos en conocimiento de los tribunales y un colectivo, Estimada Aurora, nació a raíz de lo sucedido en el Parlament. El impulsor de la iniciativa es el abogado Sebastià Frau, quien decidió aunar a decenas de personas indignadas por el gesto de Le Senne, movidas, principalmente, por “un sentimiento de dolor y pena”. En una entrevista concedida a elDiario.es, Frau aseveró que los hechos constituyen un delito de odio por el que Estimada Aurora interpuso una querella, dado que Le Senne “no solo está ofendiendo e injuriando” a las tres mujeres, sino también “a todas las víctimas de la represión franquista”.

En el pleno para debatir su remoción, Le Senne acusó a los partidos de izquierdas, a partir de un acto -el de romper la fotografía- que ha calificado de “accidental e inintencionado”, de “organizar un circo que han estirado durante más de dos meses” y de “montar una campaña de acoso basada en la mentira y el uso político de la justicia”. “Han hablado de atentado como si fuera un terrorista, han reunido a sus huestes para gritar 'Gabriel Le Senne puto nazi' a las puertas del Parlament. E incluso he recibido amenazas de muerte”, proclamó, sin pedir en ningún momento disculpas por los hechos cometidos.