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El exgerente de la Entidad Pública Empresarial de Telecomunicaciones e Innovación (Ibetec) de Balears Juan Antonio Serra Ferrer, nombrado en el cargo por el PP el pasado mes de agosto -y destituido del mismo en enero- ha sido condenado a dos años de cárcel tras admitir que intentó besar y lamer la cara a una desconocida en un restaurante de Palma y que propinó un puñetazo a uno de los policías que lo detuvo cuando intentaba huir. Con todo, se le ha concedido la suspensión de la condena al no contar con antecedentes penales y, bajo la condición de no cometer ningún delito en los próximos cinco años, no entrará en prisión.
En concreto, en virtud del acuerdo de conformidad alcanzado entre defensa y acusaciones, Serra Ferrer ha sido sentenciado por un delito de agresión sexual, otro de atentado a la autoridad y dos leves de lesiones. Asimismo, deberá abonar una indemnización de 1.360 euros a la mujer y de mil euros al agente y, durante los próximos cinco años, no podrá aproximarse a ella a menos de 300 metros. No obstante, le ha sido aplicada la atenuante de reparación del daño al haber consignado ya parte de la indemnización. La Fiscalía reclamaba inicialmente dos años de prisión para el inculpado por el delito de agresión sexual y uno por lesiones.
Sobre los hechos, ocurridos en mayo de 2022, el acusado ha admitido que se acercó a la víctima, quien se encontraba sentada en un taburete, y le agarró de la cabeza, presionando la misma a la altura de las orejas y sienes entre sus manos, atrayéndola hacia él para intentar besarla, y, ante la resistencia de la joven, procedió a lamerle con la lengua todo su rostro, pasándola desde una oreja a la otra, por toda la cara y por la boca.
Tras ello, personados dos agentes de la Policía Nacional en el lugar y en el momento en que iban a proceder a la detención del acusado, éste emprendió la huida, siendo perseguido por uno de los efectivos. En ese instante, Serra Ferrer se giró y, sin mediar palabra, propinó un puñetazo en la parte derecha de la mandíbula al agente, iniciándose un forcejeo en el que el inculpado le lesionó el hombro. Como consecuencia de ello, el policía sufrió contusiones de diversa consideración.
La apertura de juicio oral contra Serra puso en el foco político al vicepresidente del Govern y conseller de Economía, Hacienda e Innovación, Antoni Costa, quien lo había nombrado como cargo de confianza a pesar de que las investigaciones contra Serra Ferrer ya se encontraban en marcha y de que la Universitat de les Illes Balears (UIB), de la que era profesor, lo había destituido cuando trascendieron los hechos. Costa, quien puso de manifiesto la amistad que le une a Serra Ferrer, acabó pidiendo disculpas al reconocer que se había “equivocado” al nombrarle y apeló a la presunción de inocencia, pero consideró que no era motivo suficiente para presentar su propia dimisión como le pedía la oposición.
El vicepresidente del Govern: “Confié en él, creí en su palabra”
“Leí lo que salió en los diarios ya hace tiempo y conocía la decisión que había tomado la UIB, pero Serra Ferrer, a quien conozco desde hace años, me negó rotundamente los hechos que salieron en prensa y me trasladó su convencimiento de que la causa se archivaría y ni siquiera llegaría a juicio. Confié en él, creí en su palabra, y por eso lo nombré, respetando la presunción de inocencia que considero que había que respetar”, manifestó Costa, de cuya Conselleria depende el Ibetec.
Con todo, Costa consideró que no debía dimitir por su error, tal como solicitaron desde la oposición PSIB, Podemos y los ecosoberanistas de Més per Mallorca. “No considero que deba dimitir ni voy a dimitir”, espetó a preguntas de los medios, incidiendo en que esta posibilidad “no ha estado en ningún momento sobre la mesa”. Sí se mostró “a disposición de lo que estime conveniente hacer la presidenta”, en alusión a la líder del Govern, Marga Prohens, quien, por su parte, acabó defendiendo el papel de su vicepresidente: “Todo el mundo puede equivocarse”, señaló, poniendo énfasis en que Costa “ha reconocido con humildad que se equivocó y ha pedido perdón”.
El pasado 21 de febrero, PP y Vox vetaban la comparecencia de Costa en el Parlament balear, que había sido solicitada por el PSOE con el objetivo de esclarecer los pormenores de la contratación de Serra Ferrer a pesar de que ya estaba siendo investigado.