Por mi finca no pasa nadie: la 'moda' de privatizar los senderos públicos en Menorca

Santiago Torrado

Menorca —
10 de abril de 2024 22:06 h

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Menorca, conocida por el alto grado de conservación de su patrimonio y su naturaleza salvaje, está atravesada por cientos de caminos rurales de distintos tamaños y dificultades, senderos de extraordinaria belleza que en ocasiones atraviesan fincas privadas. Uno de los más populares es, sin duda, el Camí de Cavalls, que rodea la isla y que hoy es destino predilecto de los turistas. Desde los años 90, la Coordinadora en Defensa del Camí de Cavalls ha luchado para exigir a las fincas privadas, que cerraban el paso del camino, que abrieran las barreras y permitieran el libre paso. En mayor o menor medida este y otros caminos han permanecido abiertos. Hasta ahora.

El Camí d'en Kane es un sendero rural que une Maó y Mercadal pasando por el municipio de Alaior. Fue construido durante los primeros años de la dominación británica de la isla en el siglo XVIII por Richard Kane, un noble irlandés que se desempeñó como gobernador militar de Menorca entre 1712 y 1736. Desde hace algunos años, el tramo de este pintoresco sendero, rodeado de vegetación autóctona y muros de pared seca, pasa por la finca de Binimoti, cuyos propietarios decidieron en 2014 levantar un muro para bloquear el paso. Desde entonces, la Asociación de Amigos del Camí d'en Kane buscan llegar a un acuerdo que permita volver a disponer libremente de este camino.

“Nosotros comenzamos a organizarnos cuando la finca Binimoti levantó una pared de hormigón entre su propiedad y la finca La Marcona, impidiendo el paso y cortando así el Camí d'en Kane. Las obras se realizaron de forma ilegal, ya que no contaban con permiso del Ayuntamiento de Ferreries, quien tampoco hizo nada para evitar las obras. Aquello fue generando un gran ruido que derivó en sucesivas movilizaciones ciudadanas”, cuenta Josep Marí, portavoz de la Asociación de Amigos del Camí d'en Kane en diálogo con elDiario.es. Fuentes del Consistorio aseguran a elDiario.es que hay construida una pared sin licencia para bloquear el paso y que se encuentra en revisión por parte del Consorcio de Disciplina Urbanística.

Por su parte, los propietarios de otro tramo privatizado del camino conocido como Finca Santa Rita sostienen desde hace años que el derecho de paso que regía sobre dicho terreno desde 1904 “expiró en 1924, cuando el terreno cambió de manos”, por lo que ya no existiría la obligación de permitir a los senderistas atravesar su campo. Desde el Ayuntamiento de Ferreries, municipio al que pertenece la finca, solicitaron el año pasado la documentación correspondiente donde se demuestre la extinción del derecho de paso. Mientras el litigio entre administración y propietarios se dirime en los despachos, las barreras se mantienen cerradas. 

“Los propietarios sostienen que se ha extinguido el derecho de paso, a lo que nosotros les solicitamos demostraran que esto era así. Entonces recibimos notas registrales y actas notariales muy antiguas donde pudimos constatar que había ciertas cargas que decayeron, pero ninguna tenía que ver con el derecho de paso, con lo cual -en principio-, el derecho de paso sigue vigente”, sostiene Pedro Pons Huguet, alcalde de Ferreries, a elDiario.es.

El máximo responsable municipal reconoce que el derecho de paso sigue vigente e insiste en que pedirá a los propietarios de Santa Rita que garanticen el paso por el camino. “Lo que vamos a hacer ahora desde el Ayuntamiento es contestar a la propiedad que en la documentación que nos ha facilitado no se demuestra que el derecho de paso haya decaído y que tienen que seguir dando este derecho de paso a la gente que quiera hacer ese trozo del camino”, subraya Pons Huguet.

Falta de mantenimiento público

Por su parte, desde Amigos del Camí d'en Kane sostienen que, en muchas ocasiones, la privatización de estos caminos sucede cuando las administraciones dejan de velar por el cuidado de los senderos, lo que facilita en muchas ocasiones que finalmente sean los propietarios quienes terminan por garantizar el mantenimiento. “Los problemas aparecen cuando las administraciones abandonan los caminos y no hacen el trabajo del mantenimiento. A pesar de esto, es importante subrayar que la titularidad pública de los caminos nunca prescribe por muy abandonados que estén”, insisten desde ACK.

Los problemas aparecen cuando las administraciones abandonan los caminos y no hacen el trabajo del mantenimiento. A pesar de esto, es importante subrayar que la titularidad pública de los caminos nunca prescribe por muy abandonados que estén

En una tierra pequeña y codiciada como Menorca, cada milímetro de territorio público se defiende con gran firmeza. Esto es así al punto que la disputa por el derecho al libre tránsito por los caminos rurales de la isla en algunas ocasiones se ha llegado a dirimir en los tribunales. “En el caso del paso de Binimoti, la Audiencia Provincial de Palma, en un fallo ejemplar, obligó a los propietarios a respetar el derecho de paso, atendiendo a que se trataba de un camino que los vecinos de Ferreries usaron mucho durante todo el siglo XIX y el XX”, sostiene Josep Marí.

En el mismo Camí existen al menos dos tramos más cerrados al público. Se trata de la finca conocida como Terra Roja, cuyos propietarios compraron un trozo del sendero al Ayuntamiento en el año 1914, en parte debido al mal estado del mismo que cayó en desuso al entrar el siglo XX. “Esta zona es claramente privada y si queremos que el camino de Kane que va de Ferreries a Es Mercadal tenga continuidad no habrá más remedio que llegar a un acuerdo con esta propiedad o expropiarlo”, sostienen desde la Asociación.

Por último, la Asociación de Amigos del Camí d'en Kane señala que existe otro tramo privatizado ubicado en el límite de Ferreries y Ciutadella conocido como Binissuès, cuyo paso se encuentra bloqueado a pesar de que figura como público en el Catálogo de Caminos. La ubicación casi fronteriza de este tramo del sendero explica en parte el hecho de que no esté claro qué municipio debe velar por su mantenimiento y derecho de paso.

“Mientras el Ayuntamiento de Ciutadella no se ponga de verdad a recuperar el tramo del camino de Kane que pasa por el lugar de Alputzer (primer lugar del término de Ciutadella después de Ferreries), no tendría sentido recuperar el tramo de Binissuès, que podría ser una ruta senderista que enlazara con el camino del Pilar, lo que permitiría muchas otras posibilidades de realizar rutas por el lado norte de Menorca”, sostienen los senderistas.

Durante la movilización del pasado 24 de marzo, la Asociación de Amigos del Camí d'en Kane convocó a casi un centenar de personas. Más allá de los litigios y las disputas de orden municipal, se trató de una excursión de domingo. Una actividad impulsada por un grupo nutrido de senderistas que entienden el hecho de caminar por un histórico sendero público como un acto lúdico, pero también profundamente político. 

“La constitución de la Asociación parte de la convicción de que recuperar el tramo de Camino de Kane en todo el término de Ferreries es posible. No entendemos por qué en el levante de Menorca el camino de Kane estaba totalmente recuperado y normalizado y en el lado de Ferreries y Ciutadella, no. También entendíamos y entendemos que recuperar estos tramos del Camino de Kane es bueno para poder hacer rutas a pie o en bicicleta sin tener que pasar por la carretera general”, insisten.