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El GOB presenta alegaciones al proyecto de la macrogranja de gallinas en Sineu

Europa Press

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El grupo ecologista GOB Mallorca ha anunciado que presentará alegaciones al proyecto de macrogranja avícola que se pretende instalar en Sineu, en la finca de Son Vanrell.

El proyecto de instalación de esta infraestructura está ahora en proceso de información pública en la Conselleria de Vivienda, Territorio y Movilidad hasta el próximo 30 de agosto y contempla la puesta en marcha de una macrogranja para unas 750.000 gallinas ponedoras, que producirían unos 156 millones de huevos al año.

Así, el Gob presentará alegaciones contra el proyecto, que se suman a las presentadas por otras entidades ecologistas y vecinales y personas particulares, en base a cinco argumentos principales, según ha señalado la entidad este miércoles en una nota de prensa.

En primer lugar, hacen referencia al elevado consumo de agua que supondría la instalación, teniendo en cuenta que el Pla de Mallorca “ya sufre una situación grave de falta de disponibilidad y calidad del recurso”. En esta línea, recuerdan que se han producido cortes de agua en Petra, restricciones en Ariany, Lloret y Costitx, entre otros municipios, y que la tendencia es que disminuyan las lluvias.

Ante esta situación, consideran que solo se deberían autorizar usos justificadamente necesarios y que “una macroexplotación como esta concentrada en un solo punto, donde el beneficio es únicamente para una empresa privada, no justifica esta extracción”.

Según el GOB, el proyecto asegura que el agua necesaria provendrá de un pozo ya existente en la finca, sin especificar la legalidad del pozo o el caudal anual permitido de extracción. Así, calculan que requerirán unas 61.000 toneladas al año, el equivalente a un tercio del consumo del pueblo, de modo que, desde la entidad preguntan cuánta agua se puede extraer del pozo de la finca sin afectar negativamente al acuífero.

Por otra parte, argumentan que la macrogranja provocará contaminación por nitratos y otros químicos provenientes de los excrementos. “La cantidad de gallinaza que puede acabar en la tierra e infiltrarse en el acuífero es muy elevada”, señala el GOB.

Igualmente, subrayan que la situación se puede agraviar por la presencia de medicamentos químicos que contendrán los excrementos y que, según indican, será elevada.

Desde la entidad presentarán alegaciones también por las afectaciones que puede tener la instalación a la salud pública. “Puede implicar graves afecciones a la salud pública tanto en términos de epidemias como de contaminación del aire, el suelo y el agua”, lamentan.

En concreto, hacen referencia a la contaminación atmosférica que producirá el olor de la concentración de gallinas que podrá llegar a los pueblos de Sineu, Maria de la Salut, Llubí, Ariany o Costitx. “Se trata de un proyecto con un riesgo muy elevado en aspectos diversos que consideramos fundamentales tener en cuenta desde el punto de vista de potenciales afectaciones a la salud pública y que, en nuestra opinión, son motivos suficientes para valorar negativamente la viabilidad del proyecto”, insisten.

Otro de los argumentos que exponen es que una macrogranja de estas características provocará un alto volumen de emisiones causantes del cambio climático y contaminantes. El GOB también insiste en las emisiones del transporte asociadas a la actividad de producción y en las emisiones indirectas derivadas de la producción de pienso de fuera.

Por último, los ecologistas explican que se instalarán naves, caminos asfaltados, centos de clasificación y estercolero en más de 70.700 metros cuadrados de suelo agrario. Así, apuntan a que la instalación de la macrogranja “abriría el camino a consolidar una tendencia global de producción intensiva en el sector primario que envenena el suelo y el agua”.

Con todo, el GOB reclama que el proyecto no salga adelante y pide a las administraciones que “asuman los riesgos” que implica y apuesten por incentivar otros modelos de producción adaptados al territorio y la realidad climática.