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Regularizar a los migrantes sin papeles frente a la falta de mano de obra en Ibiza: “Estas personas podrían estar cotizando”

Esther Cabezas

Eivissa —
7 de marzo de 2024 22:21 h

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A pesar de que la Delegación del Gobierno en las Pitiüses aumenta el número de regularizaciones de extranjeros exponencialmente desde 2016, una gran parte de los que residen en Eivissa no disponen de NIE, por lo que legalmente no pueden trabajar, aunque los que están empadronados sí pueden acceder a la asistencia sanitaria. Una parte trabaja de manera informal y otra acude a servicios asistenciales de la beneficencia –Caritas, Médicos del Mundo y Cruz Roja– a la espera de poder empadronarse para acceder a la atención sanitaria, paso previo para regularizar su situación en un periplo burocrático que se puede alargar hasta más de tres años. Ni la Conselleria balear de Salud ni el ASEF (Área de Salud de Eivissa y Formentera) han respondido a las peticiones de este medio sobre las cifras de personas que se encuentran en esta situación en las Pitiüses, y en todo el archipiélago, hasta el cierre de esta edición.

La regularización de extranjeros sin papeles que residen en las Islas, además de mejorar la vida de estas personas, podría ser una solución para la falta de mano de obra, sobre todo en las Pitiüses, donde este problema es más acuciante y amenaza con colapsar la economía. Por una parte, si estas personas que ya están trabajando informalmente se pudieran regularizar, su situación se estabilizaría, con el beneficio que esto supondría para ellas y para sus empleadores, que podrían desarrollar su actividad sin riesgo a ser descubiertos por denuncias o por inspecciones. De las personas que se encuentran trabajando algunos no están empadronados, otros, empadronados, tienen que esperar dos años para que sus documentos sean legales en los casos más optimistas “porque entre papeles y más papeles se demora más”, aseguran las personas afectadas. Además, los empleadores que necesitan mano de obra acaban empleando sin contrato a personas sin papeles. La carestía de la vida en Balears, sobre todo en lo que se refiere a la vivienda, ha limitado mucho el número de trabajadores regularizados disponibles para incorporarse al mercado. Los migrantes sin papeles se convierten así en el recurso de muchos empleadores.

“Estas personas podrían estar cotizando, dadas de alta y contribuyendo al erario público, sin embargo, para sobrevivir no les queda más remedio que arriesgarse”, explica Guadalupe Nauda, regidora del Ayuntamiento de Eivissa, de la que ha partido la iniciativa de solicitar que se ajuste la Ley de Extranjería a estas realidades. “Nos beneficiamos todas. Eso sí, la regularización no sería masiva, se tendrían que articular unas premisas, todavía por definir, a la espera de los datos que están recopilando las asociaciones de extranjeros”, explica.

Estas personas podrían estar cotizando, dadas de alta y contribuyendo al erario público, sin embargo, para sobrevivir no les queda más remedio que arriesgarse

Es el caso de Felipe (nombre ficticio), un uruguayo procedente de Montevideo. Decidió venir a Eivissa a visitar a su madre que vive aquí desde hace tiempo. “A la segunda semana de la visita un conocido me ofreció trabajo. Lo dudé, porque quería volver a casa, pero decidí probar. El sueldo es bueno y me tratan muy bien. Tienen mucho trabajo. Decidí quedarme. Estoy en el sofá de mi madre en un estudio, pero vivo mucho mejor que en mi país. Quiero regularizar mis papeles, pero solo hace unos meses que me he podido empadronar y acabo de empezar los trámites”, explica a elDiario.es.

Su madre asegura que ha sido la salvación para él. “Se encontraba muy deprimido y aquí le ha cambiado la vida. Está muy integrado con su grupo de trabajo. Pero es una pena que tenga que estar escondiéndose cuando hace falta tanta gente para trabajar aquí. Yo también lo hice durante mucho tiempo, incluso tuve que trabajar de madrugada para evitar problemas. Cuando los turnos de trabajo comenzaban en la mañana y se abría el establecimiento donde trabajaba, yo ya había terminado mi labor y así no nos arriesgábamos a que nos pudieran pillar. Ni al jefe ni a mí. Les estoy muy agradecida, gracias a ellos he podido legalizar mi situación y ahora trabajo tranquila, aunque en estos momentos estoy de baja. El trabajo duro me está pasando factura, pero es la única manera de sobrevivir”, puntualiza.

Es una pena que mi hijo tenga que estar escondiéndose cuando hace falta tanta gente para trabajar aquí. Yo también lo hice durante mucho tiempo, incluso tuve que trabajar de madrugada para evitar problemas

Atender a extranjeros y residentes

La otra cara de la moneda son las personas que, de momento, no han podido acceder a un empadronamiento, primer paso para conseguir atención sanitaria y para poder solucionar todo el papeleo para conseguir la residencia en las Pitiüses. En este caso, asegura Guadalupe Nauda, la presión se ejerce sobre los servicios sociales de los ayuntamientos, el Consell, el Govern y las entidades privadas, que atienden las necesidades más básicas. “Hay que pensar, asevera la regidora, que si estas personas tienen la necesidad de utilizar estos servicios se extraen recursos de atención social que están pensados para atender a las personas residentes”.

Lo cuenta Nauda, de Unidas Podemos, que ha puesto en marcha esta iniciativa “a nivel particular”, en conversación con elDiario.es. “Hay una necesidad de gente para trabajar por parte de los empleadores. Muchos restaurantes y hoteles no pudieron abrir en navidades por falta de personal. Por otro lado, hay personas que quieren trabajar y no pueden porque no tienen papeles. El problema, según mi punto de vista, está en la Ley de Extranjería y las incongruencias de las leyes que tratan estos asuntos. Un emigrante puede empadronarse en la casa donde vive y pasados 3 años, por arraigo, puede pedir un permiso de trabajo o de residencia. Puede empadronarse y tener sanidad, pero no puede trabajar. Habría que poder legalizar a estas personas para cubrir unas necesidades reales por ambas partes”, explica.

José Ramón Mateo de la UGT pitiusa asegura que la iniciativa para proponer en el Senado la modificación de la Ley de Extranjería le suena bien, aunque no se conoce de momento cuál va a ser la propuesta concreta. “Primero, se les da más tranquilidad a estas personas; segundo se convierten en personas cotizantes a la Seguridad Social, con lo que contribuyen al bienestar de todos los ciudadanos; y tercero porque serían iguales a cualquier ciudadano, sin tener ese apelativo tan extraño de ilegal. Ninguna persona debería ser ilegal. Son personas en situación irregular”, asevera.

Elaboración de censo y moción en el Senado

Para llevar a cabo esta iniciativa, asegura Nauda, el primer paso es saber cuántos extranjeros se encuentran en Eivissa y Formentera en situación irregular, “sin NIE ni DNI”. Para ello, las asociaciones de migrantes de la mayor de las Pitiüses están elaborando un censo de su población. El primero en salir a la luz ha sido el de los paraguayos. En una información publicada por el Diario de Ibiza se asegura que el 60% de las personas de esta nacionalidad en la isla pitiusa residen en ella sin papeles.

El resto de las asociaciones de migrantes (argentinos, uruguayos, dominicanos, ecuatorianos, marroquís, senegaleses y filipinos, entre otros) están en estos momentos ultimando sus datos para aportarlos al estudio final. “Así podemos saber qué es lo que vamos a pedir exactamente”, cuenta a elDiario.es el senador progresista por Eivissa y Formentera (que representa en la Cámara Alta a PSOE, EUIB, Sumar y Ara Eivissa), Juanjo Ferrer. Él será el encargado de presentar en la Cámara Alta, “previsiblemente en el mes de abril”, una moción en la que se solicite un cambio en la Ley de Extranjería que suponga la legalización de estas personas y su incorporación a las bolsas de trabajo legales. 

El senador Juanjo Ferrer presentará una moción en la que se solicite un cambio en la Ley de Extranjería para legalizar a las personas sin papeles e incorporarlas a las bolsas de trabajo

“Estamos esperando los últimos datos para saber exactamente qué es lo que vamos a pedir en la moción. Evidentemente cualquier regularización, si se pide, deberá estar condicionada de una forma o de otra. No entiendo que se pueda hacer para todo el mundo”, puntualiza. “Hay temas de empadronamiento, de tarjeta sanitaria… que vamos a perfilar para presentar una moción que sea factible. Espero que lo podamos hacer cuanto antes porque casi todas las asociaciones ya han recogido los datos necesarios”, argumenta.

Guadalupe Nauda se pronuncia en el mismo sentido. “La iniciativa tendría como finalidad la modificación de la Ley de Extranjería o hacer una regularización de las personas que estén en territorio español, y en Eivissa y Formentera en particular. Se bajaría el gasto público en este tipo de perfiles y estaríamos ayudando a los empresarios que no tienen mano de obra. Asimismo, la idea es crear un censo de estas personas en la isla de Eivissa que, además, van a cotizar. En la pandemia, se hablaba de unas 30.000 personas extranjeras vacunadas, aunque los números son mucho mayores. Ahora tenemos que esperar los datos”, insta. 

32.521 solicitudes resueltas en Eivissa

A fecha de diciembre de 2023 había 32.929 solicitudes de regularización en las oficinas de extranjería en Eivissa. De ellas, 32.521 se resolvieron antes de terminar el año, aunque hay que tener en cuenta datos que corresponden a solicitudes de regularización de residencia en Eivissa que también se hicieron en 2022, pero no se resolvieron hasta 2023, según los datos aportados por la Delegación del Gobierno en Balears.

Desde 2016 la progresión de solicitudes de residencia, o lo que es lo mismo de NIE, ha sido ascendente, tanto en lo que se refiere a solicitudes como a resoluciones. En 2016 no llegaban a los 20.000 las solicitudes que se resolvieron y en 2023 superan las 30.500, lo que supone un aumento exponencial desde aquel año que ha continuado también en los años de pandemia en los que no se aprecia una variación a resaltar. La Delegación del Gobierno asegura que se ha hecho un “gran esfuerzo” por intentar mantener una respuesta acorde con el incremento de peticiones.

A todos estos datos habría que sumarles los NIE que expide la Comisaría de la Policía Nacional de Eivissa, que no ha podido concretar estos datos al cierre de esta información.

“No todos los empleadores quieren legalizar a sus trabajadores”

Sin embargo, a pesar de los deseos de los extranjeros que trabajan ilegalmente de regularizar su situación, no todos los empleadores estarían de acuerdo con medidas que legalicen a los trabajadores, “porque de esta forma tendrían contratar legalmente, lo que les saldría más caro y prefieren seguir en esta ilegalidad”, explica a elDiario.es la presidenta de la Asociación de uruguayos en Eivissa, Alda Yurramendi.

La representante uruguaya puntualiza que, según la Ley de Extranjería, también se puede legalizar a una persona extranjera con la realización de un contrato de trabajo de un año a tiempo completo por parte de la empresa. “Todavía no podemos concretar los datos exactos, pero sí podemos decir que en las Pitiüses hay ciudadanos de Argentina, Uruguay, Brasil, Perú, Ecuador, hay dominicanos y centroamericanos como ecuatorianos. Además, también hay un numeroso grupo de senegaleses, marroquís, saharauis… Otra de las nacionalidades más frecuentes son los filipinos”, puntualiza Yurramendi.