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Un Biden renacido y un Sanders que ya no es favorito pelearán por la nominación del Partido Demócrata: ¿y ahora qué?

Un seguidor de Bernie Sanders sigue uno de sus mítines desde una de las sedes del senador en Santa Ana, California.

Javier Biosca Azcoiti

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“Vuestra fe en nuestra campaña, especialmente cuando los analistas y los medios no contaban con nosotros, significa mucho para mí”, declaraba el exvicepresidente de EEUU Joe Biden la madrugada pasada cuando empezaban a caer los resultados de las primarias demócratas de las que saldrá el nominado para enfrentarse a Trump en noviembre.

Biden acabó la noche sobre un escenario en una cancha de baloncesto en el barrio de Baldwin Hills, Los Ángeles, California, la joya de la corona del supermartes: “¡Estamos muy vivos! No se equivoquen al respecto. Hace solo unos días la prensa y los tertulianos declararon esta campaña muerta”.

Quizá no estaba muerta, pero hasta el fin de semana pasado, la cuestión principal del supermartes era cuál sería el margen de diferencia que obtendría Bernie Sanders. Entonces llegó la victoria de Biden en Carolina del Sur y la retirada de los candidatos más centristas Pete Buttigieg y Amy Klobuchar, que no tardaron en mostrar su apoyo al exvicepresidente.

Los resultados de este martes han devuelto al exvicepresidente el cinturón de favorito a ganar la nominación demócrata para enfrentarse a Trump, el cual perdió tras la victoria de Sanders en Iowa, New Hampshire y Nevada. Lo que está claro a partir de ahora es que la carrera es una cosa de dos: un candidato que representa al ala centrista del partido y otro a la rama más progresista.



Ni la senadora Elizabeth Warren, que también representa al ala más izquierdista, ni el multimillonario Michael Bloomberg, cuyos millones no se han convertido en votos, han ganado en ningún estado. Ni siquiera han alcanzado la segunda posición.

Tras gastarse cientos de millones de dólares en publicidad para los 14 estados, Bloomberg ha anunciado este miércoles su retirada de la carrera demócrata. “Hace tres meses entré en la carrera para derrotar a Trump. Hoy, abandono por la misma razón. Ganar a Trump empieza por unirse en torno al candidato con más probabilidades para hacerlo”. Para Bloomberg, Biden es ese candidato.

En las primarias, los votos a cada uno de los candidatos se traducen en delegados que participarán en la elección definitiva celebrada en la Convención Nacional Demócrata de Milwakee entre el 13 y el 16 de julio. Aunque este martes era la jornada individual más importante de todo el proceso porque estaba en juego el 34% de todos los compromisarios, aún no hay nada decidido, ya que más de la mitad de los 3.979 delegados todavía están por elegir.

Entre los 14 estados que han votado este martes y las cuatro paradas anteriores ya hay repartidos 1.512 delegados. Un candidato debe reunir 1.991 compromisarios para convertirse en el elegido.

Las próximas fechas decisivas son el 10 de marzo, donde hay en juego 352 delegados repartidos entre los estados de Idaho, Michigan, Mississippi, Missouri, Dakota del Norte y Washington; el 17 de marzo, con 577 delegados (Arizona, Florida, Ohio e Illinois): y el 28 de abril, con 663 (Connecticut, Delaware, Maryland, Nueva York, Pennsylvania y Rhode Island). Entre estas fechas otros estados también celebrarán sus primarias de manera independiente.

Dos días antes de las primarias en Arizona, Florida, Ohio e Illinois, el 15 de marzo, la CNN celebrará el undécimo debate demócrata, el cual podría convertirse en un cara a cara si Bloomberg y Warren deciden retirarse de la carrera.



En el supermartes, Biden ha ganado en cinco estados en los que ni siquiera había hecho campaña. La mayor sorpresa ha sido Minnesota y Massachusetts donde, según indica la CNN, su campaña ni siquiera consideraba que podía ganar. En Texas también estaba por detrás de Sanders en las encuestas y ha acabado ganando. En Virginia, por ejemplo, solo ha parado una vez, solo tiene una oficina y se ha gastado 233.000 dólares en anuncios. Mientras tanto, Bloomberg se ha gastado 18 millones de dólares en anuncios. Pero Biden ha obtenido el 53% y Bloomberg no ha llegado al 10%. Por otro lado, Sanders tenía desplegados más miembros de su campaña en California que Biden por todo el país.

Uno de los motivos del renacimiento de Biden es la alianza de los centristas contra la candidatura de Sanders. “No es ningún secreto el hecho de que hay un gran esfuerzo para intentar parar a Bernie Sanders”, afirmaba este lunes el propio Sanders. “El establishment empresarial y político se está uniendo y hará lo que pueda. Se están poniendo nerviosos”.

Donald Trump parece que comparte el análisis de Sanders y ha aprovechado para hacer su análisis del Partido Demócrata: “¡El establishment demócrata se ha unido y aplastado a Bernie Sanders otra vez!”.

“Muy egoista por parte de Elizabeth Warren que permanezca en la carrera. Tiene cero opciones de ganar, pero hace mucho daño a Bernie. Demasiado para su maravillosa amistas progresista ¿Volverá él a hablar con ella? ¡No debería!”, ha añadido.

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