Alemania celebra su reunificación con la certeza de que el Este sigue a la cola en desarrollo, casi tres décadas después
El día de la fiesta nacional alemana, el 3 de octubre, se celebra la reunificación de los dos países que coexistieron divididos durante cuatro décadas. Este año, 28 después de la caída del muro de Berlín, la publicación de una serie de estudios económicos constata que el Este de Alemania sigue estando a la cola en cuanto al desarrollo con respecto al resto del país. Los pronósticos, además, pintan nubarrones: no saldrá de ese estancamiento sino que retrocederá, debido a despoblación, el paro, los salarios más bajos y la fuga de cerebros.
La equiparación del nivel de vida en todo el territorio ha sido uno de los objetivos de la política alemana desde la reunificación. Según datos del “Informe Alemania 2025, 2035, 2045” realizado por el instituto Prognos y que han sido publicados esta semana, a pesar de que la economía del Este ha crecido en las últimas décadas, “a partir de 2045 la brecha aumentará nuevamente”. En el Este el PIB sigue siendo una cuarta parte menor que en el resto del país, pero a partir de la citada fecha comenzaría a descender de nuevo.
Una de las razones hay que buscarlas en la evolución demográfica. El miércoles de la semana pasada se conocían los datos del instituto oficial de estadística, según los cuales en el Oeste viven hasta cinco millones de alemanes más que en 1990, llegando a los 66,6 millones actuales. En el Este, por el contrario, se han perdido unos dos millones de habitantes y ahora viven unos 16,2 millones. En Sajonia-Anhalt se perderían en las próximas dos décadas uno de cada cinco habitantes y en los estados de Mecklemburgo-Pomerania Occidental y de Sarre, uno de cada siete. Desde la reunificación, la población alemana ha aumentado en unos tres millones de habitantes.
Alemania del Este sufrió una fuerte crisis económica con la desaparición de la RDA, con una pérdida de hasta el 75% del PIB en los primeros meses tras la caída del muro, según un estudio que acaba de publicar la Fundación Rosa Luxemburgo. El informa de los economistas Klaus Steinitz y Axel Roos destaca que hasta mediados de los 90 la economía comenzó a recuperarse después de haber sido presuntamente saneada, pero el crecimiento comenzó a estancarse a partir de 1997.
Devolver la autoestima
Desde 1991 todos los alemanes con trabajo pagan el “impuesto de solidaridad” para aportar en parte al coste de la reunificación. Ello ha generado un resentimiento histórico con respecto a la Alemania Oriental, que muchos consideran atrasada y un lastre económico. Por otro lado, sus habitantes perdieron tras la reunificación las seguridades que el estado comunista les brindaba en materia de seguridad social y empleo.
Esa percepción de inferioridad es la que destaca el presidente del SPD en Sajonia, Martin Dulig, que asegura que el problema no es tanto el económico, sino la percepción de las personas que viven en el Este: “Muchos se sienten maltratados”, asegura, y sienten que “no se reconocen sus experiencias ni lo que aportaron durante su vida”. Eso explicaría, según Dulig, por qué algunos no se sienten parte de la república actual.
Dulig ha propuesto crear una “comisión de la verdad y la reconciliación” en el parlamento para tratar el capítulo de la reunificación alemana desde el punto de vista de la memoria histórica. Para el político habría que “ordenar la historia” si se quiere “que el Este tenga un futuro”, ya que sus habitantes se atrevieron a apostar por “lo incierto” y se ven ahora con preocupación por sus pensiones y la pobreza en la vejez. “Necesitamos de nuevo esa valentía”, asegura.
Reunificar y distribuir la riqueza alemana
Lo cierto es que Alemania Oriental ha podido crecer en las últimas décadas a pesar de la brecha con el resto del país. Sin embargo, la redistribución de la riqueza es, a ojos de la asociación Sentido y Entendimiento (Sinn und Verstand), el mayor problema del país, tanto en el Este como en el resto del territorio.
Es por ello que han convocado una protesta este miércoles frente al Ministerio de Finanzas en la que reclaman la creación de un organismo que se encargue de expropiar a las grandes fortunas. Con el nombre de “Festividad del Día de la Reunificación de la Riqueza Alemana”. Destacan en su web que a pesar de que cada 3 de octubre se celebra el Día de la Reunificación, “la sociedad está más dividida que nunca”, y recuerdan cifras que todos saben de sobra: “El 50% de los hogares más pobres poseen juntos solo el 1% de la riqueza mientras que el 10% más rico posee más del 61%”.
Piden por ello la creación de un organismo similar al Treuhand, que tras la caída del muro fue el encargado de administrar y privatizar las empresas y bienes públicos de la antigua República Democrática Alemana. Una sociedad fiduciaria que, según ellos, “consiguió en poco tiempo privatizar la riqueza del pueblo de la RDA y repartirla entre personas y empresas privadas”. Como tantas veces, los beneficios habrían sido privatizados y las pérdidas socializadas. “De aquella acción histórica de reparto concluimos que la propiedad puede ser repartida de forma rápida y nada burocrática cuando existe el deseo político para ello”.