Un fondo de inversión luxemburgués, presidido hasta 2014 por el ex director gerente del FMI Dominique Strauss-Kahn, ayudó a crear hasta 31 empresas en paraísos fiscales, según publica el diario Le Monde gracias a los datos obtenidos en los papeles de Panamá.
El fondo Leyne, Strauss-Kahn & Partners (LSK), creado por su socio Thierry Leyne, abrió y administró empresas en paraísos como las islas Seychelles, Panamá, Hong Kong o las Islas Vírgenes para clientes como productores audiovisuales asiáticos o ricos inversores franceses, añade el rotativo.
El fondo se sirvió de su filial Assya Asset Management Luxembourg (AAML) para operar esas sociedades, cuyos datos aparecen en los documentos filtrados del bufete panameño Mossack Fonseca.
La mayor parte de esas estructuras abrieron cuentas bancarias domiciliadas en Suiza, Luxemburgo, Panamá o Hong Kong con el supuesto objetivo de “disimular la identidad real de los beneficiarios de los fondos”, añade “Le Monde”.
Sin embargo, especifica que la actividad de AAML se remonta a antes de la llegada de Strauss-Kahn a la presidencia de LSK, en octubre de 2013.
Solo unos meses antes, el ex director del Fondo Monetario Internacional (FMI) atacaba ante el Senado francés las “consecuencias injustas” de los paraísos fiscales, que “privan al Estado de recaudaciones fiscales”.
Al mismo tiempo, el exministro de Economía criticaba esos “instrumentos financieros fundados sobre la opacidad”, la cual es “muy desestabilizadora”.
En marzo, la Fiscalía francesa ya abrió una investigación judicial sobre LSK por estafa en banda organizada y abuso de bienes sociales y de confianza.
LSK dejó un pasivo de cerca de 100 millones de euros y un total de 150 acreedores, muchos de ellos atraídos por el aura de solvencia atribuido al político francés.
Del FMI a los escándalos
Strauss-Kahn pasó de ser el favorito para presidir la República francesa mientras estaba en el FMI a estar imputado por violación, del que se libró tras llegar a un acuerdo, y estar supuestamente vinculado a una red de prostitución.
Se da la circunstancia de que los dos predecesores de Christine Lagarde en el FMI, el propio Strauss-Kahn y Rodrigo Rato, han estado imputados en casos por distintos motivos.