En el evento de toma de posesión de Joe Biden, a punto de comenzar, faltan las tradicionales multitudes en la explanada del Mall de Washington, que se ha cerrado por primera vez y está rodeada por un despliegue de fuerzas de seguridad sin precedentes. En este icónico lugar ahora hay 191.500 banderas de diferentes tamaños y tipos que representan a las personas que, de no haber sido por la pandemia, habrían asistido al acto. Solo unos pocos cientos de invitados podrán presenciar el discurso de Biden en persona desde la escalinata oeste del Capitolio, frente a los 200.000 que solían ocupar los asientos de honor durante ceremonias previas.
Kamala Harris ha entrado en la Casa blanca como la primera vicepresidenta de la historia de EEUU. Harris ha caminado los últimos metros junto a su familia hasta llegar al edificio gubernamental anexo a la Casa Blanca y oficina de la vicepresidenta, el Eisenhowe Executive Office Building.
“¿Cuál será tú primer trabajo?”, han preguntado los periodistas. “Ir caminando a la oficina”, ha respondido.
El presidente Joe Biden ha entrado en la Casa Blanca como presidente y clausura así la ceremonia de la toma de posesión, que ha durado varias horas.
Preguntado qué se siente por la cadena NBC, el presidente ha respondido: “Siento que voy a casa”. Biden y la primera dama se han trasladado en coche desde el cementerio de Arlington, pero han hecho los últimos metros caminando.
Como primera vicepresidenta y primera mujer afroamericana que asume este cargo, la carrera de Kamala Harris hacia la Casa Blanca es un hito histórico.
Jill Biden, esposa del presidente electo Joe Biden, asumirá el título de “primera dama”. A las mujeres de los anteriores vicepresidentes siempre se les dio el nombre informal de “segundas damas”. Ahora, después de que Harris haya conseguido romper un techo de cristal, su marido, Doug Emhoff, se sitúa en una posición sin precedentes como el primer “segundo caballero” de Estados Unidos. Este californiano de 56 años, abogado del sector del entretenimiento y padre de dos hijos, también se convierte en la primera persona judía que asume este rol.
En la primera aparición conjunta con Harris como su compañera en el ticket electoral, Biden dijo: “Doug, en este nuevo rol que vas a desempeñar tendrás que aprender qué significa romper techos de cristal”. Todo parece indicar que se siente cómodo en este papel.
“No soy una persona muy política”, señaló en declaraciones a la revista Marie Claire en octubre: “Lo que sí soy es su esposo”.
Escribe Miranda Bryant
Jill Biden ha hecho todo lo posible para mantener fuera del radar de sus estudiantes su estatus de 'esposa de un político'. Ellos la conocen simplemente como “Dr. B”. Durante los dos mandatos de Barack Obama, su marido fue vicepresidente y ella, segunda dama (aunque prefería el cargo de “capitana de la brigada del vicepresidente”). La doctora Biden siguió enseñando escritura en inglés en el Northern Virginia Community College (Nova). Incluso pidió que los agentes del Servicio Secreto que la acompañaban se hicieran pasar por estudiantes.
Cuando esta profesora de 69 años se convierta en la primera dama de Estados Unidos, será la primera que continúe su carrera profesional mientras ocupa el cargo. Sin embargo, en esta ocasión, cuando vuelva a las aulas en enero, le costará mantener un perfil bajo.
Karolina Straznikiewicz, una estudiante de 27 años, tuvo como profesora a Jill Biden antes de que esta se fuera de excedencia para acompañar a su marido, Joe Biden, en los actos de la campaña presidencial. Straznikiewicz recuerda que se pasó la primera clase intentando averiguar por qué su profesora le resultaba tan familiar.
“Mi cerebro me decía que era imposible que una segunda dama de Estados Unidos fuese profesora de universidad. Estoy bastante segura de que muchos estudiantes no tenían ni idea de quién era hasta que terminó el semestre”, dice.
Escribe Miranda Bryant
Más tradiciones. Biden, junto a la primera dama, Harris y el segundo caballero, se ha trasladado al Cementerio Nacional de Arlington para colocar una ofrenda floral en la Tumba del Soldado Desconocido en el cementerio de Arlington.
Les acompañan el expresidente Barack Obama y Michelle Obama, el expresidente George W. Bush y Laura Bush, y el expresidente Bill Clinton y Hillary Clinton.
En la Tumba del Soldado Desconocido están los restros de tres militares no identificados fallecidos en la Primera Guerra Mundial, la Segunda Guerra Mundial y la Guerra de Corea.
El presidente Joe Biden y la ya primera dama, junto con la vicepresidenta Harris y su marido, Doug Emhoff, pasan revista a una formación militar con escuadras de las cuatro fuerzas armadas. Se trata de una tradición militar que simboliza el traspaso de poder a un nuevo comandante jefe.
Escribe Gabriela Sánchez.
En marzo de 2018, durante una audiencia en el Capitolio, la senadora Kamala Harris preguntó una y otra vez, de manera directa y cortante, al entonces fiscal general Jeff Sessions si se había reunido con empresarios rusos durante la campaña presidencial de 2016. Después de varias evasivas, Sessions elevó la voz y dijo, casi suplicando: “No soy capaz de acelerar tan deprisa, me pone nervioso”.
Unos meses después, Harris interrogó al aspirante a juez del Supremo Brett Kavanaugh con el mismo estilo: una sola pregunta corta y directa, interrumpiendo al interrogado que divagaba sin contestar. Kavanaugh acabó perdiendo los nervios en esa audiencia, gritando y llorando.
La mayor parte de su carrera, Harris ha sido fiscal, primero de San Francisco y luego de todo el estado de California. Ella fue la primera mujer elegida como fiscal general. Los interrogatorios, frecuentes en el Senado de Estados Unidos, por las investigaciones y audiencias continuas, la han hecho famosa y han cincelado su imagen desde que fue elegida en 2016. Ha sido senadora y, desde este miércoles, es la primera mujer en ocupar la Vicepresidencia de EEUU.
Escribe María Ramírez
Joe Biden apenas tenía 29 años y era un desconocido en la vida pública en 1972 cuando se presentó por primera vez al Senado por Delaware, un pequeño estado de la Costa Este. Se enfrentaba al senador republicano Cale Boggs, un ex gobernador al que Richard Nixon había convencido para que se presentara por tercera vez. Biden apenas tenía el 3% de intención de voto cuando decidió alquilar el salón de fiestas más grande del estado para “celebrar la victoria”.
“Tan pronto como lo veía claro, era como una canción dentro de su cabeza y ya no tenía que pensar más. Simplemente lo hacía... Era el destino”, escribió el periodista Ben Crammer en su libro What It Takes: The Way to the White House.
Escribe María Ramírez
La joven activista medioambiental Greta Thunberg ha troleado al expresidente tuiteando una imagen de Trump saliendo de la Casa Blanca acompañada del texto: “Parece un hombre mayor muy feliz con un futuro brillante”.
Las palabras de Greta son las mismas que utilizó Trump para mofarse de ella tras el discurso de la activista en Naciones Unidas. “Parece una joven muy feliz con un futuro brillante”, dijo el entonces presidente. Ambos se encontraron en el edificio de la ONU y Thunberg se quedó mirando fijamente a Trump con rostro muy serio.
El Washington Post ha publicado la transcripción completa, en inglés, del primer discurso de Joe Biden como presidente de EEUU. Consúltala aquí.