Bruselas presentará este mes su propuesta. Así lo ha anunciado la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en una reunión a puerta cerrada con la delegación de la CDU/CSU en el Parlamento Europeo. Después de que haya trascendido, la propia jefa del Ejecutivo comunitario lo ha tuiteado: “Presentaremos este mes una propuesta legislativa para un Pase Verde Digital. El objetivo es poder proporcionar: prueba de que una persona ha sido vacunada; resultados de los tests para aquellos que aún no se han vacunado; e información sobre la recuperación de COVID-19. Respetará la protección de datos, la seguridad y la privacidad”. Y ha añadido: “El Pase Verde Digital debería facilitar la vida de los europeos. El objetivo es permitirles desplazarse gradualmente de forma segura en la Unión Europea o en el extranjero, ya sea por trabajo o turismo”.
El paso adelante de la Comisión Europea llega después de la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la UE que se celebró a finales de la semana pasada por videoconferencia. En ella, la propia Von der Leyen instó a los Gobiernos a correr si querían que hubiera certificados para el verano, momento en el que España y Grecia, países muy dependientes del turismo, quieren poder ponerlos en práctica a escala comunitaria para empujar sus economías.
La ministra de Industria, Reyes Maroto, ha insistido en esta idea en la reunión informal de ministros de Turismo de la UE mantenida este lunes, tras la cual ha enviado una nota de prensa y una declaración sin preguntas en las que ha defendido “que los certificados son una herramienta útil y eficaz para retomar la movilidad de una forma segura”. Según la nota, la ministra ha insistido en la reunión con sus homólogos en que “se redoblen los esfuerzos para garantizar una mejor coordinación y comunicación de las medidas relacionadas con los viajes a nivel de la UE con el fin de evitar medidas discriminatorias entre ciudadanos y recuperar la confianza entre los viajeros”. Maroto también ha insistido en que “es importante tener las herramientas preparadas para iniciar la movilidad y volver a poner a Europa como destino de viajes seguro que en el momento que los datos de incidencia del virus lo permitan”.
Media docena de Estados miembro, entre ellos España, han firmado este lunes una declaración pidiendo unificar criterios para reactivar los viajes no esenciales y se han mostrado partidarios de contar con un certificado médico sobre coronavirus que sirva de “pasaporte” para los ciudadanos que acrediten estar inmunizados o no contaminados. “Creemos que es hora de que al menos fijemos condiciones bajo las cuales los viajes no esenciales, en particular para el turismo, puedan ser reanudados”, indica el documento firmado por los ministros de Turismo de Austria, Bulgaria, Grecia, Malta, Eslovaquia y España.
El anuncio de Bruselas, no obstante, ha despertado también dudas, por ejemplo en Bélgica, en donde su ministra de Exteriores, Sophie Wilmès, ha avisado de que “de ninguna manera” se deberá vincular la libertad de movimiento al hecho de estar o no vacunados.
La iniciativa es para “facilitar los viajes en la UE, por trabajo o placer, que la gente tenga algo que mostrar, con datos médicos relacionados con la COVID-19, con su estatus sobre si ha hecho una prueba, se ha vacunado o si tiene anticuerpos”, ha explicado el portavoz comunitario, Eric Mamer: “Creemos que, en colaboración con la OMS, debería haber una manera de ampliar esto a escala mundial. Trabajamos en una solución europea ahora, y luego cualquier otra cosa tendría que venir después”.
A partir de aquí, será cosa de los Estados miembros que decidan si esa información relativa a la vacunación exime o no de pruebas PCR o cuarentena, algo que sigue dividiendo a los 27. En particular, Francia y los países del Benelux son los más refractarios a la idea de que un vacunado pueda librarse de tests o vacunas, en tanto que afirman que no está suficientemente demostrado que los vacunados no contagien.
Según Moncloa, “el debate en el Consejo Europeo sobre los certificados de vacunación ha puesto de manifiesto que cada vez hay un mayor apoyo a este tipo de documento digital, con criterios amplios que faciliten la movilidad en la UE”.
Von der Leyen, tras la cumbre, dijo que queda por saber “si después de la vacunación aún se transmite el virus”, y afirmó que están esperando datos de Israel al respecto: “Debemos acordar qué tipo de datos se recaban con fines médicos, y los Estados miembros deben aplicarlo en sus sistemas sanitarios y de fronteras, y debemos coordinar los estándares para que haya interoperatibilidad con la información. Se puede compartir la información de que una persona haya sido vacunada, haya hecho una PCR o es inmune”.
Von der Leyen dijo que se tardará “al menos tres meses” en sentar las bases técnicas para los certificados de vacunas. “Es importante para que las expectativas no sean demasiado altas demasiado pronto. Los Estados miembros deberán actuar con rapidez si queremos que este certificado esté en vigor en verano”.
“Es que es tan elemental que a mí me choca a veces una cierta teologización del debate”, abundan fuentes del Ejecutivo, “como si el certificado de vacunación te hiciera pecador o te llevara al cielo directamente. Simplemente, es una forma de intentar agilizar la movilidad en el momento en que los Estados lo decidan. Pero lo primero de todo es tener algo que sea internacionalmente admisible y que sea legible más allá de las fronteras del Estado que lo emite”, insisten fuentes del Ejecutivo español: “La realidad es que resulta poco comprensible que la Unión Europea no se ocupe de esto, porque esto es parte de la recuperación económica. No nos engañemos. Y resulta poco comprensible que la Unión Europea no prepare el día después. Lo que nosotros estamos diciendo es básicamente tener una base técnica y material que nos permita abordar eventualmente, cuando la situación lo permita, una serie de medidas de facilitación de la movilidad sobre la base de unos criterios acordados entre todos”.