Bruselas dice que no paga el muro en la frontera con Bielorrusia que Polonia insiste en construir
La Comisión Europea se mantiene en su negativa a pagar, a cuenta del presupuesto comunitario, muros contra migrantes como el que insiste en construir Polonia en la frontera con Bielorrusia. Una Polonia que ha recibido este martes un nuevo varapalo de la Justicia europea por su asalto a la Justicia del país y que tiene vetado el acceso a la frontera con Bielorrusia a periodistas, organizaciones humanitarias y entidades de la UE como Frontex.
El portavoz de la Comisión Europea, Eric Mamer, ha afirmado este martes: “Nuestra posición es que los fondos de la UE no deberían usarse para construir muros, lo que no es lo mismo que decir que no se pueden construir barreras físicas”. La Comisión Europea, además, ha mostrado su disconformidad con la falta de transparencia en la frontera: “En repetidas ocasiones hemos subrayado la importancia de la transparencia en la gestión de la situación. Por supuesto, los medios de comunicación, así como las organizaciones internacionales, la sociedad civil tienen un papel importante que desempeñar. La presencia sobre el terreno también sería muy bienvenido”.
Mientras tanto, Polonia ha anunciado la construcción del muro en diciembre en la frontera con Bielorrusia. Le Figaro explica que terminará en la primera mitad de 2022, según un comunicado del Ministerio del Interior. “Debemos realizar una inversión absolutamente estratégica y prioritaria para la seguridad de la nación y sus ciudadanos”, dijo el ministro del Interior, Mariusz Kaminski, cuyo departamento destacó que los contratos se firmarían antes del 15 de diciembre y que las obras comenzarían ese mismo mes, con turnos para trabajar 24 horas.
Según la información, la estructura costará alrededor de 353 millones de euros y se espera que abarque 180 kilómetros, aproximadamente la mitad de la longitud total de la frontera entre Polonia y Bielorrusia. El Parlamento dio el visto bueno a su construcción el mes pasado.
¿Y qué opina España? El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, no fue muy claro este lunes en Bruselas: “Estamos analizando todas las medidas, es lo que le hemos pedido a la Comisión, que haga ese análisis de cuáles son esas medidas que pueden ser rápidas, que pueden ser eficaces, que tienen que ser solidarias con Polonia y al mismo tiempo que incluyen el principio de humanidad. Y estamos a la espera de ver cuáles son. Polonia no ha hecho ninguna referencia al respecto hoy en su intervención”.
Pero, ¿Está a favor de que la Comisión lo pague? “No se ha planteado el tema [en la reunión de ministros de Exteriores de los 27 este lunes]. Por lo tanto, eso da una idea de que la respuesta no parece que vaya a ir por ahí, porque no ha habido un debate al respecto ni me he tenido que posicionar al respecto”.
El ministro francés para Asuntos Europeos, Clement Beaune, ha sido mucho más claro este martes. “Estoy a favor de una Europa que proteja sus fronteras, pero no una Europa que coloque alambres o muros”, ha dicho a France 2.
Debate abierto en la UE
La Unión Europea ha entrado de lleno en el debate de la financiación de muros fronterizos contra migrantes y refugiados. Si bien el asunto estuvo sobre la mesa en la última cumbre de líderes en Bruselas, hace cuatro semanas, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, expresó una oposición frontal a dedicar dinero comunitario para construir vallas y verjas, algo que algunos jefes de Estado y de Gobierno sí pidieron en el Consejo Europeo. Igual que lo ha pedido el partido mayoritario en la Eurocámara, el Partido Popular Europeo.
Mateusz Morawiecki, primer ministro polaco, por su parte, ha defendido “sanciones adicionales, por ejemplo, en relación con las aerolíneas, también con las bielorrusas”. Y ha pedido una reunión por videoconferencia de los jefes de Gobierno de la UE para abordar la crisis: “Es un problema muy serio. La presión sobre el régimen de Lukashenko tiene que aumentar. Sin sanciones específicas no podremos lograr los resultados deseados”.
Según el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, “es importante explicar a las aerolíneas cuáles son los efectos de sus decisiones en el lanzamiento de un ataque híbrido contra la UE. Y si no logramos convencer con argumentos, debemos estar preparados para decidir sanciones concretas y operativas, porque debemos ser firmes. Lo que está sucediendo es grave y debemos reaccionar con firmeza. Necesitamos estar unidos”.
Además, el presidente del Consejo Europeo ha desarrollado su petición de que la UE financie los muros contra migrantes: “La financiación europea de infraestructuras físicas para proteger las fronteras está respaldada por el servicio legal del Consejo, es legalmente posible según el marco legal actual”. Michel, no obstante, ha reconocido: “Esta es una decisión que debe tomar la Comisión Europea, pero en cualquier caso, la opinión jurídica del Consejo es muy clara y veremos cuál será el resultado del debate”.
Por su parte, Austria, Bulgaria, Chipre, República Checa, Dinamarca, Estonia, Grecia, Hungría, Lituania, Letonia, Polonia y Eslovaquia han firmado una carta en la que piden: “La barrera física es una medida de protección fronteriza eficaz que sirve a los intereses de toda la UE. Esta medida legítima debería ser financiada con cargo al presupuesto de la UE como una cuestión prioritaria”.
Gases y mangueras
Mientras tanto, la tensión en la frontera entre Polonia y Bielorrusia ha derivado en piedras de un lado y manguerazos y gases lacrimógenos de otro, según informan medios allí presentes, como la BBC.
Según AFP, las fuerzas polacas lanzaron gases lacrimógenos y desplegaron cañones de agua contra los migrantes que lanzaban piedras que intentaban cruzar la frontera desde Bielorrusia este martes, el mismo día que el líder bielorruso Alexander Lukashenko afirmó que quería evitar una “confrontación”.
Los guardias fronterizos polacos calculan que hasta 4.000 migrantes acampan actualmente a lo largo de la frontera entre Polonia y Bielorrusia en condiciones cada vez más extremas y con temperaturas bajo cero.
La UE y EEUU acusan a Bielorrusia de orquestar la crisis, con el respaldo de Rusia, al conducir migrantes a la frontera para sembrar la división en la UE, algo que niegan Minsk y Moscú.
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