Bruselas insta a la UE a reforzar los ejércitos: “El riesgo de guerra no es inminente, pero no es imposible”
“El riesgo de guerra no es inminente, pero no es imposible”. Con una guerra a las puertas de la UE y otra en Oriente Medio, el debate sobre la seguridad y la defensa ha cobrado un especial protagonismo en la UE, que ha ido rompiendo los tabús al respecto. El club que nació precisamente para garantizar la paz se prepara para una suerte de 'economía de guerra' consciente de que sus capacidades se han mermado durante estas décadas. Y en eso está volcada desde hace meses la Comisión Europea.
“Europa ha empezado a comprender la urgencia y la magnitud del reto que tenemos por delante. Pero queda mucho por hacer. Y tenemos que actuar con rapidez”, ha dicho Ursula von der Leyen en un debate en el Parlamento Europeo. Hasta ahora la UE ha ido rampiendo barreras con el envío de armamento a Kiev para frenar a Vladímir Putin o multiplicando la capacidad de producción. Ahora el gobierno comunitario quiere reforzar la industria de la defensa y presentará próximamente una estrategia.
“No hay que exagerar los riesgos de la guerra, pero hay que prepararse para ellos. Y eso empieza por la urgente necesidad de reconstruir, reponer y modernizar las fuerzas armadas de los Estados miembros”, ha señalado la alemana sobre una competencia que es de los países: “Al hacerlo, Europa debe esforzarse por desarrollar y fabricar la próxima generación de capacidades operativas ganadoras de batallas. Y asegurarse de que dispone de la cantidad suficiente de material y de la superioridad tecnológica que podamos necesitar en el futuro”.
“En el centro de todo esto debe haber un principio simple: Europa debe gastar más, gastar mejor, gastar europeo. En las próximas semanas presentaremos algunas propuestas con la primera Estrategia Industrial Europea de Defensa. Uno de los objetivos centrales de la estrategia, y del Programa Europeo de Inversiones en Defensa que la acompañará, será dar prioridad a las adquisiciones conjuntas de defensa”, ha explicado Von der Leyen, que ha comparado esas compras con la estrategia que siguió la UE para la adquisición de las vacunas durante la pandemia o el gas en plena crisis energética.
Cómo financiar la industria de defensa es uno de los principales debates en el seno de la UE, que ya está incrementando sus presupuestos y que tiene el compromiso de llegar a un 2% del PIB en gasto militar. Emmanuel Macron planteó lanzar eurobonos para que haya una especie de fondos europeos como los de la pandemia con deuda común, pero Alemania no lo ve. Otra propuesta sobre la mesa es que el Banco Europeo de Inversiones entre en juego. Y Von der Leyen ha apostado por la identificación de proyectos de interés común para potenciar esa industria.
“Dar juntos este paso en materia de defensa no será fácil. Requerirá decisiones audaces y coraje político”, ha señalado la alemana, que ha apelado a la necesidad de seguir ayudando a Ucrania. Así, ha anunciado la creación de una Oficina para la Innovación en Defensa en Kiev: “Esto acercará aún más a Ucrania a Europa y permitirá a todos los Estados miembros aprovechar la experiencia de Ucrania en el campo de batalla y sus conocimientos en materia de defensa industrial”.
También ha dado un paso más respecto a la utilización de los activos congelados a Rusia a través de las sanciones, que permanencen bloqueados en los bancos con dudas jurídicas sobre la posibilidad de darles salida o no. Von der Leyen ha abogado por usar los intereses que están produciendo en la compra de equipamiento militar para Ucrania.
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