El Ejército israelí ha anunciado un nuevo avance de su ofensiva así como pérdidas este martes, mientras continúa sus operaciones militares en la Franja de Gaza –donde los bombardeos israelíes han causado más de 25.000 palestinos muertos–, en una guerra que se está prolongando más de lo previsto y está siendo más letal de lo esperado, también para los israelíes. Este lunes, 24 militares fallecieron en el enclave palestino, 21 de ellos por el derrumbe de dos edificios con explosivos, tras el lanzamiento de un cohete antitanque contra su posición, según el Ejército.
Tras anunciar la muerte del mayor número de soldados desde el comienzo de la ofensiva el 7 de octubre, el Ejército ha asegurado que este martes ha logrado rodear Jan Yunis, situada al suroeste de la Franja, foco de intensos combates y repleta de civiles que huyeron allí desde el norte obedeciendo las órdenes de los militares israelíes.
Israel considera esta ciudad principal del sur como uno de los bastiones militares de Hamás, con cuyos milicianos se están enfrentando sus tropas en combates “cuerpo a cuerpo”. En los últimos días, se han intensificado las operaciones terrestres, los combates y los ataques en la zona, que destruyeron varias casas y causaron la muerte de decenas de personas, entre ellas desplazados internos, mujeres y niños, según la ONU. En un comunicado, el Ejército israelí ha informado de que, además de los enfrentamientos en las calles, los bombardeos de la aviación “apoyados por la inteligencia” israelí consiguieron acabar con “decenas de terroristas” de Hamás.
El “escondite” de Hamás
Las tropas de tierra comenzaron a avanzar hacia el sur de la Franja el pasado 1 de diciembre, cuando colapsó la única tregua alcanzada con Hamás, que duró tan sólo una semana de finales de noviembre. Desde entonces, los dirigentes políticos y militares de Israel no han escondido su interés en Jan Yunis, donde creen que se esconden los cabecillas del grupo, incluido su líder, Yahya Sinwar, y su jefe militar, Mohamed Deif.
Además, los militares dicen buscar en Jan Yunis a algunos de los más de 120 rehenes que fueron secuestrados el 7 de octubre y que quedan en manos de los milicianos palestinos, dentro de la Franja. El Ejército dice que podrían estar escondidos en los túneles bajo esa ciudad, después de haber encontrado hace unos días un extenso pasadizo subterráneo con indicios de que allí podrían haber estado cautivos, informa la agencia Efe.
Las tropas ocupantes israelíes se han encontrado con una gran resistencia en Jan Yunis, donde se han concentrado los miembros de las Brigadas Al Qasam y Al Quds, brazos armados de Hamás y el grupo Yihad Islámica –este último ha afirmado que algunos rehenes están en su poder–.
El portavoz del Ejército israelí en árabe, Avichay Adraee, ha dicho este martes a los residentes de varios barrios del oeste de Jan Yunis que evacúen la zona “por su seguridad” y que se marchen al área costera de Al Mawasi, establecida como segura por los militares israelíes. Su aviso y el avance de las tropas ha hecho que desplazados internos que se habían refugiado en Jan Yunis vuelvan a moverse hacia el sur, con las pocas pertenencias que les quedan. Por otro lado, miles de personas se han quedado bloqueadas en la ciudad, donde la situación humanitaria ya era catastrófica antes del asedio.
Según la ONU, en el área que Israel ha ordenado evacuar residen unas 88.000 personas, además de unos 425.000 desplazados internos de otras zonas de Gaza, refugiados en 24 escuelas y otras instalaciones de Jan Yunis.
Este lunes, al menos seis personas que huyeron a Jan Yunis murieron cuando uno de los mayores refugios de la Agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA) en la ciudad fue alcanzado durante los ataques israelíes, según ha informado su comisionado general, Philippe Lazzarini. “Muchas más resultaron heridas durante los intensos combates alrededor de nuestro refugio”, ha dicho en la red social X (antes Twitter): “El personal, los pacientes y las personas desplazadas están aterrorizados y atrapados en los pocos hospitales que quedan en Jan Yunis, mientras continúan los intensos combates”.
De nuevo este miércoles, un centro de la UNRWA en Jan Yunis ha sido alcanzado por disparos de los tanques israelíes, que han provocado la muerte de nueve personas y 75 heridos, según ha informado el director de asuntos de la agencia en Gaza. Thomas White ha asegurado que en el edificio se refugiaban 800 personas y que los equipos de UNRWA y la Organización Mundial de la Salud están intentando llegar hasta el lugar para proveer asistencia.
Desde Nueva York, el secretario general de la ONU, António Guterres, ha reiterado ante el Consejo de Seguridad este martes que la situación humanitaria es “atroz” en Gaza, donde toda la población está soportando una destrucción a una escala y velocidad sin parangón en la historia reciente, y ha vuelto a enfatizar que nada puede justificar el “castigo colectivo” del pueblo palestino. También ha lamentado que la ofensiva militar se haya intensificado en Jan Yunis, “con muchas más víctimas”, recordando que el sistema sanitaria de la Franja ha colapsado y sólo 16 de un total de 36 hospitales funcionan de forma parcial.
Según ha denunciado la ONU, en la zona que Israel ha pedido que sea evacuada hay tres hospitales de los que siguen operativos: el Nasser, el Al Amal y el hospital Jordano, con un total de más de 600 camas. Además, en esos tres centros sanitarios hay miles de desplazados internos, 18.000 de ellos en el hospital Nasser y un número desconocido en los otros dos.
Hospitales asediados
Las autoridades gazatíes han denunciado que el Ejército israelí ha bloqueado dos de esos hospitales –Nasser, el más grande de la ciudad, y Al Amal– y han afirmado que pone en peligro las vidas de “los enfermos, los trabajadores sanitarios y los desplazados” que se habían refugiado en esas instalaciones. También han pedido en un comunicado que se protejan ambas instalaciones sanitarias y que se permita la entrada y salida de las ambulancias.
Desde la Media Luna Roja Palestina, el director del Departamento de Ambulancias y Emergencias, Mohammed Abu Musabeh, ha relatado que la situación está empeorando en los alrededores de Al Amal, centro médico gestionado por esta organización, debido a los bombardeos y a los disparos en las cercanías. “Desde el lunes, las ambulancias han transportado a los heridos más graves hasta el hospital Al Nayar, de Rafah”, más al sur de Jan Yunis, pero “las carreteras están llenas de desplazados y eso dificulta la llegada rápida de las ambulancias”, ha explicado en un audio.
La Media Luna Roja va a establecer un hospital de campaña en el oeste de la zona de Jan Yunis para recibir a los heridos leves, si la situación lo permite, prestar asistencia médica a los heridos crónicos, ha agregado Abu Musabeh.
También Médicos Sin Fronteras ha denunciado la terrible situación en el hospital Nasser, donde trabajan algunos miembros de la ONG, quienes han relatado que “pueden sentir cómo tiembla el suelo y la sensación de pánico entre el personal, los pacientes y las personas desplazadas refugiadas en el interior del centro hospitalario”. “Todas las salas del hospital de Nasser están repletas y no hay forma de evacuar al personal médico y a los pacientes de forma segura debido a que las rutas de salida del centro están bloqueadas”, ha detallado MSF a través de la red social X (antes Twitter). “Nuestro personal teme que los combates, los disparos de artillería y los bombardeos empeoren y se acerquen al hospital de Nasser”.
Cierta preocupación ha llegado también desde Washington, donde el lunes el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby, dijo que su Gobierno espera que Israel “actúe de acuerdo a la ley internacional y proteja a las personas inocentes en los hospitales, al personal médico y a los pacientes, tanto como sea posible”. Sin embargo, no es la primera vez que el Ejército israelí no respeta las normas del derecho internacional humanitario y ataca, asedia o irrumpe en hospitales, tal y como hizo en el complejo de Al Shifa, el más grande de la Franja, en Ciudad de Gaza, al norte.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el conflicto han sufrido ataques más de 90 instalaciones sanitarias y alrededor de 80 ambulancias.
En las últimas semanas, aparte de las víctimas de los ataques israelíes, los gazatíes también están pereciendo o sufriendo por la falta de cuidados médicos, ya que la mayor parte de los hospitales del enclave han quedado inoperativos u ofrecen los servicios mínimos. El Ministerio de Sanidad gazatí calcula que más de 63.300 personas han resultado heridas desde el pasado 7 de octubre y sólo una ínfima parte ha podido salir de la Franja para recibir tratamiento médico.
Además, 25.700 personas han muerto, incluidos unos 11.000 niños, y miles siguen desaparecidas debajo de los escombros, por lo que el número de fallecidos podría ser muy superior, según han advertido las autoridades locales, que admiten no tener las capacidades para socorrer a las víctimas de los bombardeos ni llegar a todos los heridos. El corte de las comunicaciones en la Franja no facilita su labor.
Soldados israelíes muertos
“Ayer fue uno de los días más duros desde que estalló la guerra. Perdimos a 24 de nuestros mejores hijos, los héroes que cayeron defendiendo la patria junto con los ciudadanos de Israel”, ha dicho el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, en un videomensaje a la nación. “En esta guerra hay grandes logros”, ha dicho Netanyahu, sobre el cerco a Jan Yunis.“Pero también hay que pagar un precio muy alto”.
El jefe del Estado Mayor de la Defensa, Herzi Halevi, ha visitado la zona donde perdieron la vida los 21 soldados, a unos 600 metros de la valla fronteriza entre que separa Gaza de Israel, y ha dicho a las familias de los fallecidos: “Si esto os aporta algo de consuelo, quiero que las familias sepan que cayeron en una batalla cerca de la valla fronteriza, durante una misión cuyo objetivo era posibilitar el regreso seguro de los residentes del sur de Israel a sus hogares”. Halevi ha dicho que la guerra fue lanzada para garantizar la seguridad de esas comunidades, atacadas por los milicianos de Hamás el 7 de octubre, cuando el grupo palestino lanzó un ataque sorpresa sobre las localidades cercanas a la Franja. “Vamos a seguir luchando por nuestro derecho a vivir aquí con seguridad”, ha prometido.