Brett Kavanaugh, el nominado al Tribunal Supremo del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha sido encomendado este viernes por un comité del Senado que debía evaluar su candidatura, un paso clave para ser confirmado, pese a las múltiples acusaciones de abuso sexual.
El Comité Judicial del Senado ha hecho uso de la mayoría republicana en el órgano para dar luz verde a la nominación del magistrado al alto tribunal, por 11 votos a favor de 21. Después de pasar por este comité, el pleno del Senado será el que decida finalmente si Kavanaugh se convierte o no en miembro del Supremo estadounidense.
Ayer, el Comité Judicial escuchó durante una sesión monográfica las acusaciones de Christine Blasey Ford, doctora en Psicología de 51 años y una de las supuestas víctimas del magistrado, que acusa a Kavanaugh de presuntos abusos cometidos hace 36 años. Según declaró, el intento de abuso sexual por parte de Kavanaugh “le ha marcado de por vida”. Durante toda la jornada del jueves, decenas de manifestantes se reunieron a las afueras del Senado estadounidense en apoyo de la doctora Ford, que proporcionó un testimonio muy emotivo en el que contó detalladamente cómo el nominado al Supremo intentó abusar de ella en una fiesta de instituto cuando sólo tenía 15 años. Numerosas personas en la sala terminaron llorando.
Acto seguido, intervino el propio Kavanaugh, quien se presentó en todo momento como una víctima de este proceso, alegando que tanto su familia como su nombre han sido mancillados a través de “unas acusaciones completamente falsas”. “Mi reputación está destruida, una reputación que he construido a lo largo de décadas de servicio público”, aseguró, alegando que todo se trata de una trama que forma parte de un posible intento de venganza “por parte de los Clinton”.
Este viernes, el senador republicano Jeff Flake, que ha hecho pública su intención de votar a favor de la nominación de Kavanaugh en el pleno, ha tenido que hacer frente a dos mujeres víctimas de abusos sexuales que le han interceptado al intentar entrar en uno de los ascensores del Senado. Las dos mujeres le han echado en cara su apoyo al nominado al Supremo por Trump. “Lo que usted está permitiendo es que alguien que trató de violar a una mujer se siente en el Tribunal Supremo”, le ha espetado una de ellas, un momento que han capturado en directo las cámaras de la CNN.
Horas después de que haya tenido lugar el encuentro, Flake ha solicitado retrasar la votación del pleno del Senado para que pueda tener lugar una investigación por parte del FBI. A pesar de que el senado ha votado a favor de Kavanaugh en la votación de este viernes, muchos medios de comunicación opinan que el hecho de que tenga lugar dicha investigación o no puede suponer una condición para que Flake le apruebe como miembro del Supremo en el pleno, lo que trastocaría las predicciones hechas hasta ahora para la votación.
Dicha investigación antes de la votación en el pleno y la consecuente confirmación final de Kavanaugh era un requisito que ya habían solicitado los senadores democrátas del Comité Judicial sin éxito. No obstante, ni el Comité Judicial ni el Pleno del Senado tienen la capacidad de solicitar una votación sobre una investigación por parte del FBI. Esa responsabilidad recae sobre Mitch McConnell, senador representante de la mayoría republicana de la Cámara Alta.
Tras el anuncio de Flake, otros dos senadores republicanos han anunciado que apoyan que se lleve a cabo dicha investigación, lo que podría implicar una futura modificación de su voto y la consecuente retirada de su apoyo a Kavanaugh. El Senado cuenta con una mayoría republicana muy ajustada, de 51 senadores frente a 49 senadores demócratas, lo que implica que si dos republicanos optan por retirar su apoyo al nominado por Trump, Kavanaugh perdería toda oportunidad de acceder al Supremo.