Decenas de miles de personas desbordan Santiago de Chile por el aniversario del estallido social en el país

Efe

Santiago de Chile —
19 de octubre de 2020 05:38 h

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Decenas de miles de personas han acudido este domingo a la céntrica Plaza Italia de Santiago de Chile para conmemorar el primer aniversario de la ola de protestas contra el Gobierno y la desigualdad. La congregación, una de las más multitudinarias de los últimos meses, desbordó las calles de la capital y se desarrolló de forma mayoritariamente pacífica salvo por algunos enfrentamientos entre manifestantes y policías, una pelea entre ultras de fútbol del Universidad de Chile y Colo Colo y dos incendios registrados en dos iglesias cercanas, una de ellas saqueada, según la policía.

Según los datos de los organizadores, 1,2 millones de personas se manifestaron en el punto neurálgico de la capital y en varias calles aledañas en un ambiente festivo, a diferencia de semanas anteriores. Colectivos sociales, jóvenes y familias con niños y mayores ondeaban banderas, mostraban pancartas y entonaban cánticos con los que advertían que “¡Chile despertó!”, el lema de las revueltas iniciadas el 25 de octubre de 2019.

“Me siento feliz y orgullosa de mi pueblo. No me esperaba tanta gente. No hay miedo, hay valor y fuerza”, dijo a Efe Maribel Sánchez, una de las manifestantes. “Hay un gran sentimiento de esperanza. A pesar de la pandemia, la gente sigue con ganas de luchar por sus derechos y cambiar este país”, agregó la joven Jara Correa, mientras a su lado un grupo entonaba míticas canciones chilenas como “El derecho a vivir en paz”, de Víctor Jara.

Lo que el año pasado comenzó siendo un llamamiento de los estudiantes a colarse en el metro de Santiago para protestar contra el aumento de 800 a 830 pesos en la tarifa se convirtió en una revuelta sin parangón, la más grave desde el fin de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), con una treintena de muertos y miles de heridos. “Hace un año Chile despertó de un largo letargo, los chicos dieron la cara, iniciaron la lucha, han sido muy valientes”, aseguró el jubilado José Antonio García, visiblemente emocionado.

“No son 30 pesos, son 30 años de abusos. El aumento del boleto fue la gota que colmó el vaso. El pueblo quiere derechos”, afirmó la universitaria Patricia Santamaría, que portaba una bandera de la etnia indígena mapuche y para quien el crecimiento económico que acumuló Chile desde el retorno a la democracia no permeó a la sociedad.

Cerca del mediodía miles de ciclistas irrumpieron en la rotonda, bautizada por los manifestantes como “Plaza Dignidad”, con pancartas a favor de una nueva Constitución y pidiendo la salida del presidente chileno, el conservador Sebastián Piñera.

“Tengo 60 años y mi pensión es de apenas 100.000 pesos (unos 106 euros). Este país no funciona, hay que cambiarlo de raíz”, indicó María Iliana Sagredo, quien pidió a sus compatriotas que salgan en masa a votar el 25 de octubre en el histórico plebiscito sobre una nueva Constitución.

Redactada en la dictadura militar, pero reformada después una decena de veces, la actual Carta Magna es vista por una parte de la sociedad como el origen de las desigualdades, por darle un papel secundario al Estado en la provisión de servicios básicos.

El plebiscito, que iba a celebrarse en abril pero fue aplazado por la pandemia, busca descomprimir la tensión en un país muy polarizado, que hasta el año pasado estaba considerado el más estable de Latinoamérica. “La violencia que vimos el año pasado no la vamos a volver a ver, lo que no significa que Chile vaya a ser una balsa. El proceso constituyente va a ir acompañado de mucha efervescencia social. lo hemos visto en otros países”, explicó Claudia Heiss, jefa de la carrera de Ciencia Política de la Universidad de Chile.

El cuerpo policial de Carabineros desplegó este domingo un amplio dispositivo de seguridad, que incluyó a 40.000 agentes en todo el país. La institución, hace años muy respetada, está en el punto de mira por su crudeza en la represión de las marchas y diversos organismos internacionales, como la ONU, les han acusado de haber cometido violaciones a los derechos humanos.

Según el Ministerio Público, hay más de 4.600 causas abiertas contra las fuerzas de seguridad, pero sólo 75 agentes han sido imputados. “Reiteramos la urgencia de avanzar a favor de la verdad, la justicia y la reparación para todas las víctimas”, indicó en Twitter Amnistía Internacional (AI).

Se trata de una revuelta sin líderes, que la oposición no ha sido capaz de capitalizar, dada la enorme desafección de la ciudadanía hacia los políticos. Para Gloria de la Fuente, presidenta de la Fundación Chile 21, “lo ocurrido hace un año marcará el resto de nuestras vidas”.