Draghi dice que se queda si los partidos reconstruyen el pacto de Gobierno: “¿Estáis listos para hacerlo?”
“Necesitamos un nuevo pacto de confianza, sincero y concreto, como el que nos ha permitido hasta ahora cambiar el país a mejor. Los partidos y ustedes los parlamentarios, ¿están listos para reconstruir este pacto? ¿Están listos para confirmar el esfuerzo que hicisteis en los primeros meses, que luego se desvaneció?”. Se ha concluido con una pregunta el discurso del primer ministro de Italia, Mario Draghi, en el Senado, donde este miércoles el expresidente del Banco Central Europeo tenía que presentarse para explicar las razones de su dimisión, la semana pasada, rechazada por el presidente de la República Sergio Mattarella.
En un discurso de más de media hora, poco después de las 9.30, Draghi ha abierto la puerta a quedarse pero dejando claro que lo hará solo si los partidos suscriben otro pacto de Gobierno que le permita seguir hasta el final de la legislatura sin chantajes y riñas constantes. También ha dejado claro que si ha vuelto al Senado sin confirmar su renuncia ha sido por las muestras de apoyo y las peticiones de los últimos días. “Estamos aquí en esta sede hoy, en este punto del debate, porque y solo porque los italianos lo han pedido. La respuesta a estas preguntas no me la debéis a mí, se la tenéis que dar a todos los italianos”, ha dicho el primer ministro.
De alguna manera, Draghi le ha pasado la pelota a los partidos, con un llamamiento a la responsabilidad y a la unidad nacional que tendrá que materializarse en el voto de confianza de esta tarde en el Senado y mañana en la Cámara. Y ha puesto sus condiciones. El jueves había dicho que el pacto se había “roto” y es a partir de allí que hay que volver a empezar. Pero, y este ha sido el mensaje de toda su intervención, son los partidos los que tienen que demostrar que son capaces de hacerlo. “La única forma, si aún queremos seguir juntos, es reconstruir este pacto desde cero, con valentía, altruismo, credibilidad. Son sobre todo los italianos quienes lo piden. La movilización de estos días por parte de ciudadanos, asociaciones, territorios a favor de la continuidad del Gobierno es sin precedentes e imposible de ignorar”, ha dicho Draghi, subrayando con fuerza estas últimas palabras. “Involucró al tercer sector, escuelas y universidades, el mundo de la economía, las profesiones y las empresas, el deporte. Es un apoyo inmerecido, pero por el cual estoy enormemente agradecido. Dos peticiones me han impactado de manera especial. La primera, la de los casi 2.000 alcaldes, autoridades acostumbradas a enfrentarse diariamente con los problemas de sus comunidades; la segunda, la del personal sanitario, los héroes de la pandemia, hacia los cuales nuestro agradecimiento es inmenso”, ha añadido.
Luego ha enumerado los desafíos a los que se tiene que enfrentar el Ejecutivo, que tiene que ser “fuerte”: seguir con la actuación del Plan nacional de resiliencia y recuperación (Pnrr), como se llama el programa presentado a Bruselas para la obtención de los fondos europeos pospandemia; aprobar la reforma fiscal; fortalecer la agenda social; redibujar la política energética del país, para “acabar en un año y medio” con la dependencia del gas ruso; tener un papel influyente en el G7 y la Unión Europea... Y es allí, en la política exterior, donde ha lanzado uno de los dardos dirigidos en su discurso al Movimiento 5 Estrellas (M5S, por su sigla en italiano), quien desencadenó la crisis de Gobierno hace una semana con la decisión de ausentarse en el voto de confianza sobre un importante decreto. “Tenemos que seguir apoyando a Ucrania en todas las formas, como este Parlamento se ha comprometido a hacer. Como me ha repetido ayer por teléfono el presidente Zelenski, armar Ucrania es la única manera de permitir a los ucranianos que se defiendan”, ha dicho, después de haber asistido durante meses a la resistencia de los grillini a las entrega de nuevas armas a Kiev.
Pero el pasaje más duro hacia el M5S -y también hacia otros partidos como la Liga de Matteo Salvini, que amagaba con alborotar el Gobierno quizá en septiembre- ha llegado poco después de definir su dimisión del jueves como una “decisión dolorosa pero necesaria”. Draghi ha recordado que hace 17 meses recibió el mandato de Mattarella para un gobierno de “perfil alto”, de unidad nacional en un momento de emergencia. “Considero que un presidente del Consejo de Ministros que no se ha presentado ante los electores tiene que tener en el Parlamento el apoyo más amplio posible”, ha dicho. Por eso, la decisión del Movimiento 5 Estrellas fue, para Draghi, tan grave a pesar de que él superara aquel voto de confianza. “No votar la confianza a un Gobierno del que se forma parte es un gesto político claro, que tiene un significado evidente. No se puede ignorarlo, porque equivaldría a ignorar el Parlamento. No se puede contener, porque cualquiera podría repetirlo. No se puede minimizar, porque llega tras meses de tirones y ultimátums”, ha explicado. Esta es la condición del primer ministro para seguir: nada de ultimátums y chantajes, nada de debates que nacen de las rencillas y de los intereses particulares de los partidos. Son ellos los que tienen que decidir cómo quieren que acabe la enésima crisis política del país. De ahí la pregunta: ¿Están preparados para hacerlo?
0