“La policía lleva cerca de mi casa desde hace dos semanas. Cuando les pregunté por qué están aquí, me dijeron que era para protegerme. Llevan desde las cinco de la mañana. Me da seguridad cuando veo que me protegen. Esto no hubiese pasado en mi país”, dice la activista y periodista iraní Masih Alinejad en un vídeo publicado este miércoles en el que se puede ver a la policía desde la ventana de la casa.
Horas antes de aquel vídeo, el Departamento de Justicia anunció la imputación de cuatro agentes de inteligencia iraníes por intentar secuestrar a una periodista y activista iraní mencionada en el documento como “víctima-1”. Alinejad asegura que ella es esa “víctima-1”. “Agradezco al FBI haber frustrado el complot de la inteligencia iraní para secuestrarme. Este complot fue orquestado bajo el mandato de [el expresidente] Rohaní”, publicó Alinejad.
“Como se señala en la imputación, cuatro de los acusados vigilaron y planearon secuestrar a una ciudadana estadounidense de origen iraní que ha sido crítica con el régimen y así enviarla a la fuerza a Irán, donde su destino hubiese sido inseguro en el mejor de los casos”, señala el fiscal neoyorquino Audrey Strauss.
En su rueda de prensa diaria este miércoles, la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, ha condenado “categóricamente el presunto complot peligroso y despreciable de Irán para secuestrar a una ciudadana estadounidense en suelo de Estados Unidos”.
Según la investigación estadounidense, el equipo de cuatro agentes llevaba desde junio de 2020 planeando secuestrar a la periodista. Los espías plantearon sacar en lancha motora a la víctima y llevarla hasta Venezuela, “un país cuyo gobierno de facto tiene relaciones amistosas con Irán”. Los investigadores aseguran que el equipo iraní ya ha llevado a cabo operaciones en el extranjero contra otras víctimas, incluido en Canadá, Reino Unido y Emiratos Árabes Unidos.
Antes de este último intento de secuestro, el Gobierno de Irán intentó atraer a la “víctima-1” a un tercer país para capturarla ahí y enviarla posteriormente a Irán, ya que eso sería más fácil que intentar hacerlo en EEUU. “En 2018, funcionarios iraníes intentaron inducir a los familiares de la 'víctima-1', que residen en Irán, a invitarla a viajar a un tercer país con el aparente propósito de que fuera arrestada”, señala el comunicado de prensa publicado por el Departamento de Justicia.
El líder del equipo iraní llevaba en un dispositivo electrónico una foto de su objetivo junto a otras dos personas, las cuales estaban en terceros países pero acabaron finalmente detenidas en Irán –una de ellas fue ejecutada–. La imagen iba acompañada de la siguiente frase: “Poco a poco la reunión se hace más grande... ¿vienes o vamos nosotros a por ti?”.
Los cuatro agentes están acusados de intento de secuestro, con una pena máxima de cadena perpetua; violación de las sanciones, cuya pena máxima es de 20 años; conspiración para cometer fraude bancario, 30 años; y blanqueo de capitales, 20 años. Una quinta persona está acusada de colaborar y ayudar económicamente al equipo.
“No quiero decir que tienen miedo de mí porque mi trabajo simplemente es dar voz a la gente. Pido a la gente ser su portavoz y tengo cinco millones de seguidores en Instagram y un millón en Facebook”, ha dicho Alinejad este miércoles en una entrevista con la CNN. “Eso es todo lo que hago”.
Alinejad trabaja actualmente para la sección persa de Voice of America y ha destacado especialmente por su activismo contra la imposición del velo obligatorio en Irán, así como por los derechos de la mujer. “Esta es la naturaleza de la república islámica, secuestrar a sus disidentes y ejecutarlos”, ha denunciado la periodista este miércoles.