EEUU, Reino Unido y Francia atacan Siria
Estados Unidos, Reino Unido y Francia han lanzado un ataque con alrededor de 100 misiles en una ofensiva conjunta contra posiciones de Bachar al Asad como represalia por un presunto ataque químico del que culpan al Gobierno sirio.
“Hace un momento, he ordenado a las Fuerzas Armadas de Estados Unidos lanzar ataques de precisión contra objetivos asociados a las capacidades de armamento químico del dictador sirio, Bachar al Asad”, ha dicho esta noche el presidente estadounidense, Donald Trump, en una comparecencia desde la Casa Blanca.
“Una operación conjunta con las fuerzas armadas de Francia y el Reino Unido está en marcha en estos momentos”, dijo minutos después de las 21.00 hora local (01.00 del sábado GMT). Washington y sus aliados europeos lanzaron tres ataques en los que destruyeron instalaciones asociadas al programa de armamento químico de Damasco a través de bombardeos aéreos y de misiles proyectados desde buques en el Mediterráneo de los tres países. Fue un ataque, según el Pentágono, para disuadir a Al Asad de utilizar armas químicas en el futuro.
El primer ataque tuvo como objetivo un centro de investigación científica ubicado cerca de Damasco y utilizado, según Washington, para “la investigación, desarrollo, producción y pruebas de armas químicas y biológicas”.
En un segundo ataque de Estados Unidos y sus aliados quedó destruido un deposito situado al oeste de Homs donde en el pasado el Gobierno sirio almacenó sus reservas de gas sarín, una de las sustancias utilizadas en los presuntos ataques químicos.
Finalmente, el tercer objetivo de las potencias occidentales fue otro almacén con armas químicas y un importante centro de comandancia ubicados cerca del segundo objetivo, al oeste de Homs. El jefe del Pentágono, James Mattis, aseguró que no hay “más ataques previstos” contra Al Asad. Sin embargo, tanto Mattis como Trump alertaron a Al Asad que Estados Unidos está preparado para seguir atacando si persiste en su presunto uso de armas químicas.
La reacción rusa
“Los peores presagios se han cumplido. No han escuchado nuestras advertencias. Nos vuelven a amenazar. Habíamos advertido de que estas acciones no se quedarán sin consecuencias. Toda la responsabilidad recae en Washington, Londres y París”, dijo el embajador ruso en EEUU, Anatoli Antónov en una declaración oficial difundida por la Embajada. “Esto no quedará sin consecuencias”, advirtió.
Las autoridades sirias condenaron hoy “en los términos más fuertes” la “agresión bárbara y brutal” de EEUU, Francia y Reino Unido. La agencia oficial de noticias SANA cita a una fuente anónima del Ministerio de Exteriores que afirmó que “la agresión de los regímenes arrogantes y de la hegemonía occidental fue el resultado de la frustración después de que el proyecto conspiratorio en Siria no tuviese resultado”.
Estados Unidos ya había atacado una vez a Al Asad por el presunto uso de armas químicas, fue el 7 de abril de 2017, actuó en solitario y aseguró haber destruido el 20% de la flota militar aérea de Siria.
En esa ocasión, Washington notificó con antelación del ataque a Rusia, que tiene tropas que combaten junto a las fuerzas gubernamentales sirias. Esta vez, sin embargo, Estados Unidos no tuvo comunicación con Moscú y Trump, de hecho, culpó a Rusia, en parte, de la ofensiva aliada de hoy y le instó a que abandone su apoyo a Al Asad, un mensaje que también trasladó a Teherán.
“En 2013, el presidente (Vladimir) Putin y su Gobierno prometieron al mundo eliminar las armas químicas de Siria. El reciente ataque de Al Asad -y la respuesta de hoy- son resultado directo del fracaso de Rusia en mantener su promesa”, dijo Trump. “Rusia -añadió Trump- debe decidir si seguirá por este oscuro camino o si se unirá a las naciones civilizadas como una fuerza de paz y estabilidad”.