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Elecciones EE.UU. 2020
THE GUARDIAN

Trump intenta salvar su reelección: se hunde en las encuestas mientras Estados Unidos sufre la segunda ola de la pandemia

El presidente de EE.UU, Donald J. Trump.

Richard Luscombe / Martin Pengelly / Kenya Evelyn

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Con poco más de dos semanas para revertir su sombría posición en las encuestas, y en medio de un aumento de los casos de coronavirus que podría hundir sus posibilidades de reelección, Donald Trump se ha embarcado en una gira por los estados más disputados.

Los nuevos casos diarios de COVID-19 en Estados Unidos tienen un promedio por encima de 55.000, su nivel más alto desde julio, según las cifras del gobierno, y están subiendo en más de 40 estados, incluyendo muchos que el presidente republicano debe ganar el 3 de noviembre para llegar a la Casa Blanca.

Sin embargo, a pesar de ir detrás del candidato demócrata Joe Biden por dos dígitos en casi todas las encuestas nacionales, penalizado en particular por su gestión de la pandemia, Trump sigue organizando grandes mítines con pocas mascarillas y poco distanciamiento social.

Trump estuvo en Nevada este domingo y fue a una iglesia en Las Vegas antes de un mitin. Esta semana continuará con sus visitas a los llamados estados bisagra, es decir aquellos que no tienen un candidato claro en las encuestas. Se espera que miles de personas asistan a los eventos en Arizona (lunes), Pensilvania (martes) y Carolina del Norte (miércoles). El presidente insiste en su mensaje sobre la prioridad de la recuperación económica por encima de las medidas de salud pública para frenar el virus.

Mensaje equivocado

En una entrevista en una emisora de radio de Wisconsin, le preguntaron a Trump si los mítines en los que la mayoría de sus partidarios están sin mascarilla, juntos y con poco espacio entre ellos, enviaban el mensaje equivocado.

“No lo creo, porque no soy un gran creyente de los cierres”, dijo. “Si miras tu estado, han sido cerrados y encerrados y, ya sabes, lo han estado haciendo durante mucho tiempo.”

Trump ganó Wisconsin por menos de un punto en 2016, pero ahora va por detrás por más de siete, según la web especializada en encuestas políticas FiveThirtyEight.com. En un mitin en Janesville el sábado, el presidente insistió de nuevo en que la lucha contra la pandemia se está ganando, a pesar de que las estadísticas de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos muestran continuamente lo contrario.

Sólo Vermont y Misuri han reportado una disminución en el promedio de casos durante la última semana. Connecticut y Florida lideran la nación, con aumentos del 50% o más. Otros 27 estados subieron entre el 10% y el 50%, según la Universidad Johns Hopkins. En total, se han confirmado más de 8,1 millones de casos en Estados Unidos, con un número de muertes cercano a 220.000.

“Nos va muy bien, nos va muy bien”, dijo Trump en Wisconsin. “Ya hemos pasado lo peor. Tenemos vacunas increíbles que saldrán muy pronto.”

“Aguantad”

En el programa Meet the Press de la NBC del domingo, el secretario de Salud, Alex Azar, le rogó al pueblo estadounidense que “aguante”. “Estamos tan cerca. Estamos a semanas de los anticuerpos monoclonales para vosotros, para vacunas seguras y efectivas. Necesitamos construir un puente hacia ese día, así que por favor dadnos un poco más de tiempo de vuestro comportamiento individual y responsable de lavarse las manos, vigilar la distancia y usar mascarilla cuando no pueda mantener la distancia de seguridad”, dijo.

Azar esquivó las preguntas sobre por qué el presidente no podía dar ese consejo.

En Carolina del Norte, el domingo, Biden dijo a sus seguidores: “Como diría mi abuelo, 'este tipo se ha pasado de la raya si cree que hemos doblado la esquina'. Las cosas están empeorando, y él sigue mintiéndonos sobre las circunstancias”.

La compañera de fórmula de Biden, la senadora de California Kamala Harris, canceló los eventos del fin de semana después de que un ayudante diera positivo en COVID-19. Harris volvió a la campaña en Florida este lunes, el primer día de votación anticipada en persona en ese estado.

Trump se centra ahora en varios estados que ganó en 2016 y no puede permitirse el lujo de perder si quiere asegurarse los 270 votos del colegio electoral que necesita para permanecer en la Casa Blanca. Las encuestas siguen sugiriendo que tiene serios problemas frente al electorado. Su desventaja respecto a Biden en Pensilvania, que ganó a Hillary Clinton por menos de 45.000 de 6 millones de votos, es actualmente de más de seis puntos. En Arizona, sigue cuatro puntos por detrás, el margen por el que ganó en 2016.

Ronna McDaniel, presidenta del Comité Nacional Republicano, dice que no cree en las encuestas. “Estoy viendo más entusiasmo del que vi en 2016”, dijo a la cadena ABC. “Estudio los datos todos los días. Sabemos que nuestros votantes van a acudir el día de las elecciones. No confían tanto en el voto por correo. Están saliendo en estos estados de votación anticipada ahora mismo”.

Trump se enfrentará a Biden este jueves en un debate final en Nashville, Tennessee, después de que el primero estuviese marcado por las interrupciones y evasivas del presidente. Un segundo debate fue cancelado después de que Trump diera positivo por coronavirus y pasase tres días en el hospital. El presidente se negó a mantener el debate virtualmente.

El avance de COVID-19 es uno de los temas que marcan la campaña de Trump. Gretchen Whitmer, la gobernadora demócrata de Michigan que fue objeto de un complot para secuestrarla y matarla por parte de un grupo de extrema derecha movilizado contra las medidas de salud pública, ha acusado a Trump este domingo de “inspirar e incentivar el terrorismo doméstico”.

Whitmer ha hablado después de que Lara Trump, que representa a la campaña, insistiera en que su suegro sólo se estaba “divirtiendo” cuando atacó a Whitmer y respondió a los cánticos de “¡enciérrenla!” en un mitin este sábado.

“Es increíblemente perturbador que el presidente de los Estados Unidos, 10 días después de que se descubriera un complot para secuestrarme, enjuiciarme y ejecutarme, esté de nuevo inspirando e incentivando este tipo de terrorismo doméstico”, dijo Whitmer a la NBC.

“Está mal. Tiene que terminar. Es peligroso no sólo para mí y mi familia, sino para los funcionarios públicos de todo el mundo que hacen su trabajo y tratan de proteger a sus compatriotas. La gente de buena voluntad a ambos partidos debe dar un paso al frente, denunciar esto y bajar el tono”.

Trece hombres han sido acusados en relación con el complot.

También en la agenda de esta semana está la nominación de la jueza conservadora Amy Coney Barrett al Tribunal Supremo. Los demócratas han criticado la velocidad con la que los republicanos han empujado a Barrett a la vacante creada por la muerte de Ruth Bader Ginsburg. Pero si el apoyo republicano se mantiene, no podrán detenerlo.

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