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La coalición de izquierdas de Mélenchon pone en apuros a Macron en la primera vuelta de las legislativas francesas

El líder de la coalición de izquierdas Jean-Luc Melénchon y el presidente francés Emmanuel Macron

Amado Herrero

París —
12 de junio de 2022 20:53 h

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Después de la elección presidencial, las elecciones legislativas. En espacio de dos meses, Francia remodela completamente el panorama político para los próximos cinco años. Este domingo los ciudadanos han acudido a las urnas para votar en la primera vuelta de los comicios de los que saldrán los 577 diputados de la Asamblea Nacional, elegidos en elecciones individuales en las 566 circunscripciones en territorio nacional y en las 11 de los ciudadanos que habitan en el extranjero.

De acuerdo con los últimos resultados, la plataforma de fuerzas de izquierda Nupes, liderada por Jean-Luc Mélenchon, lograría el 26,10% de los sufragios y la coalición presidencial Ensemble, con Emmanuel Macron al frente, el 25,81%. La Agrupación Nacional de Marine Le Pen quedaría tercera (18,67%), por delante de la derecha gaullista (11,31%).

Sin embargo, la coalición presidencial estaría por delante en las estimaciones de escaños en la Asamblea Nacional, según las proyecciones. El instituto Ipsos-Sopra Steria sitúa a los apoyos del presidente en el límite de la mayoría absoluta, fijada en 289 escaños. En concreto, sus estimaciones le otorgan entre 255 y 295 (contando con otros partidos como los centristas del MoDem). De ellos entre 189 y 219 serían para La República en Marcha, el partido de Macron. El instituto Elabe atribuye a la coalición presidencial 270-310 escaños y Harris entre 260-300 .

La campaña había transformado las elecciones en un enfrentamiento a distancia entre Emmanuel Macron y Jean-Luc Mélenchon, el hombre que se ha convertido en la referencia de las fuerzas de izquierda después de ser tercero en la pasada elección presidencial. Por su parte Ensemble, la coalición de apoyos macronistas que se organiza alrededor de LRM, partía como favorita hace sólo unas semanas, pero la alianza Nueva Unión Popular, Ecologista y Social (Nupes), que reúne a Francia Insumisa (LFI), el Partido Socialista (PS), el Partido Comunista (PCF) y Europa-Ecología los Verdes (EELV), ha conseguido dinamizar la campaña y situarse en el centro del debate.

Así, Nupes obtendría entre 150 y 190 escaños y pasaría a ser la primera fuerza de la oposición, según las proyecciones de Ipsos. No obstante, los expertos subrayan que estos cálculos son preliminares y que el número y la complejidad de las circunscripciones hacen difíciles los pronósticos de cara al voto decisivo del próximo domingo 19.

“Al final de esta primera vuelta, la Nueva Unión Popular Ecológica y Social llega en cabeza y estará presente en más de 500 circunscripciones en la segunda vuelta”, se felicitó Mélenchon en su discurso del domingo por la noche. Restando importancia a las proyecciones de escaños que “no tienen casi ningún sentido en este momento” llamó a las fuerzas de izquierda a “desplegarse” para la segunda votación. “La verdad es que el partido presidencial, después de la primera vuelta, está vencido y derrotado”, afirmó el líder de Francia Insumisa, “por primera vez en esta Vª República un presidente recién elegido no consigue reunir una mayoría en las elecciones legislativas”.

Abstención histórica

Como ya anticipaban los sondeos, la participación se ha situado en mínimos históricos. Según las estimaciones de Ipsos-Sopra Steria para la radio y la televisión públicas, la abstención en esta primera vuelta de las elecciones legislativas está alrededor del 52,8%, la cifra más alta nunca registrada en el actual sistema político. Una tendencia que no ha dejado de aumentar desde 1993, cuando se situaba en 31%. “Hoy, más de uno de cada dos franceses no ha acudido a las urnas y eso es algo que nadie puede aceptar”, ha reconocido la Primera Ministra Élisabeth Borne en sus primeras declaraciones tras anunciarse los resultados. “Nuestro primer deber colectivo es reducir la abstención: seguiremos trabajando en ello mediante la formación de nuestras instituciones y la modernización del diálogo con el conjunto de la sociedad”.

La campaña de cara a las legislativas ha sido discreta, con aspiraciones reducidas en los partidos de la derecha gaullista y la extrema derecha. Pese a que Marine Le Pen obtuvo más del 41% de los votos en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, la Agrupación Nacional (AN) se ha quedado en 19,2% en estas legislativas. Su partido, que sólo tiene ocho diputados actualmente, aspira ahora a obtener entre 20 y 45 diputados y contar con grupo parlamentario por primera vez desde 1986. Sin embargo, la falta de implantación territorial en gran parte del país (que concentra el voto en regiones del norte y el sureste), el sistema de elección a doble vuelta y la falta de acuerdo con el partido de Éric Zemmour, impiden trasladar los resultados de la presidencial al resto de elecciones y consolidar un grupo fuerte en la Asamblea.

En las legislativas francesas un candidato puede ganar en la primera vuelta si obtiene la mayoría de los votos emitidos en su circunscripción y estos representan al menos el 25% de los votantes registrados. Si no hay un ganador en la primera, pasan a la segunda vuelta los candidatos que hayan obtenido el 12,5% de los votos (tres o incluso cuatro candidatos pueden estar en la segunda votación). El candidato más votado en esa segunda vuelta -independientemente del porcentaje de votos- obtiene el escaño.

Ministros en riesgo

Algunas circunscripciones atraían especial interés. Precisamente Éric Zemmour ha sido uno de los grandes derrotados de esta elección. Pese a haber logrado un 7,3 % de los votos en la primera vuelta de la elección presidencial, sólo ha podido ser tercero en su circunscripción del departamento de Var, en el sudeste del país, y ha quedado eliminado para la segunda votación.

Por otro lado, quince miembros del Gobierno se presentan a las elecciones legislativas, incluyendo a la Primera Ministra, que ha llegado en cabeza en su circunscripción en el departamento normando de Calvados. “Quiero hacer un llamamiento a todas las fuerzas republicanas para que se unan en torno a este proyecto y a nuestros candidatos”, ha declarado Borne, que ha añadido que Francia se encuentra “en una confusión de extremos sin precedentes”. “Dentro de una semana, más allá de las etiquetas, son nuestros valores los que están en juego: la libertad, la igualdad, la fraternidad y el laicismo”.

Si alguno de los miembros del Gobierno no consigue el escaño en su circunscripción el próximo domingo deberá abandonar el Ejecutivo. Se trata de una norma no escrita impuesta por Emmanuel Macron, que ya se aplicó en 2017. Por eso una de las campañas más seguidas ha sido la del ministro de Solidaridad, Damien Abad, al que dos mujeres han acusado de violación. Candidato a la reelección en la 5ª circunscripción del Ain, Abad se ha clasificado en cabeza con el 33,38% de los votos ante la candidata de Nupes, Florencia Pisani (23,54%).

La importancia de la mayoría

Pero el verdadero gran reto para el partido del presidente y sus aliados es reeditar una mayoría absoluta que les dé margen para aprobar sus grandes reformas. Si Macron solo obtuviera una mayoría relativa -por debajo de los 289 escaños- se vería obligado a negociar con los demás grupos parlamentarios, debería entonces buscar apoyos en la derecha tradicional (Los Republicanos), a los que las proyecciones otorgan entre 45 y 65 diputados.

Para los partidos de izquierda, el objetivo era situarse como principal oposición al actual presidente. Y los resultados de la primera vuelta reafirman estas expectativas. Una segunda meta más ambiciosa –repetida por Mélenchon desde la primera vuelta de la elección presidencial– es arrebatar la mayoría parlamentaria a Macron e imponer una cohabitación al jefe de Estado. Esta configuración se produce en el sistema francés cuando el presidente de la República y el primer ministro son de distinto signo político; dado que el Gobierno es responsable ante la Asamblea Nacional, se espera que el presidente de la República nombre a una persona para dirigir el Gobierno que pueda contar con el apoyo de la mayoría de la Asamblea Nacional. La última cohabitación fue en 1997, cuando el socialista Lionel Jospin fue nombrado jefe de Gobierno por Jacques Chirac.

Otra de las conclusiones de la primera vuelta es la confirmación de una mayor paridad en la Asamblea Nacional, que ya experimentó un salto histórico en este sentido en 2017, pasando del 27% al 39% de diputadas. Ahora, con más del 44% de mujeres (frente al 42,4% de 2017) nunca se habían presentado tantas candidatas en unas legislativas. El polo macronista sigue apostando por la feminización, como ya fue el caso en 2017, aunque la paridad exacta no se ha llegado a alcanzar en La República en Marcha (49,2% de mujeres), ni Horizontes (47,3%) o el MoDem (49,5%), sus dos principales apoyos. La izquierda también ha confirmado una mayor presencia de mujeres, aunque dentro de Nupes la tasa de candidatas varía según el partido: son algo más del 46% entre los socialistas, casi el 50% entre los comunistas y 51,5% en Francia Insumisa.

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