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Europa centra su nueva ola de restricciones en los no vacunados

Una empleada escanea el certificado de vacunación de una clienta a la entrada de una tienda en Atenas.

Icíar Gutiérrez

11 de noviembre de 2021 22:45 h

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Un cartel amarillo en la ventana de un restaurante de Berlín advierte: “Se aplica [el sistema] '2G”. En otras palabras, solo se admiten clientes vacunados (geimpft) o recuperados (genesen) del coronavirus, eliminando la posibilidad de que presenten un test negativo para acceder. Las autoridades berlinesas han decidido este miércoles ampliar la normativa '2G', y a partir del próximo lunes, solo estos dos grupos de personas podrán entrar en restaurantes, cines, teatros, museos o galerías, así como a saunas y otras instalaciones recreativas.

Se trata de un intento de aumentar las restricciones sobre los no inmunizados, y responde al aumento del número de casos y la “inminente escasez en las unidades de cuidados intensivos”. Es una regla muy similar a la introducida hace unos días en Sajonia, el estado federado con mayor incidencia del país, y uno de los ejemplos de la última serie de medidas restrictivas adoptadas en varios países europeos, dirigidas a quienes no se han vacunado contra la COVID, con el objetivo de estrechar el cerco sobre ellos y aumentar las tasas de inmunización mientras experimentan un nuevo pico de infecciones.

Repunte en Europa

El repunte de casos en Europa ya iguala los niveles del último invierno, según el análisis de elDiario.es de los datos de la Universidad Johns Hopkins, basados en gran medida en las pruebas efectuadas. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha advertido de que el continente europeo vuelve a ser el epicentro de la pandemia y este martes su representante para la región ha anticipado un “invierno duro” ante el fuerte incremento de los contagios impulsado. Según ha explicado la OMS, el aumento de los contagios se debe a la relajación de las medidas, más interacción en interiores por la llegada del frío y una cobertura vacunal en ocasiones insuficiente.

En general, a pesar del elevado número infecciones, las nuevas muertes se situaban la semana pasada aproximadamente en la mitad de los niveles máximos, lo que refleja el efecto de las vacunas para salvar vidas, previniendo la enfermedad grave y la muerte. La rama europea de la OMS estima otro medio millón de fallecimientos por COVID-19 para el 1 de febrero del año que viene de seguir la trayectoria actual, con 43 de los 53 países de la región enfrentándose a una presión hospitalaria “entre alta y extrema” en algún momento del mismo periodo.



Los contagios siguen su fuerte tendencia al alza, en máximos, en Alemania, que busca la manera de acelerar la vacunación –la gran diferencia respecto a la oleada del otoño y el invierno de 2020, en la que se registró el mayor número de fallecimientos a causa del virus–. El destacado virólogo Christian Drosten ha pedido cerrar las brechas de vacunación “con todas nuestras fuerzas”, asegurando que una inmunización completa de toda la población adulta (el 80% tiene la pauta completa) reduciría de forma sostenible la carga en las UCI. A diferencia de otros países de la UE, Alemania no ha apostado por la vacunación obligatoria en el personal sanitario y otros sectores profesionales, una medida que ha tomado esta semana Reino Unido, donde el personal de primera línea del sistema de salud inglés tendrá que ponerse la pauta completa o arriesgarse a ser despedido.

Alemania está más rezagada en la vacunación que muchos de sus vecinos de Europa Occidental entre las sucesivas llamadas del Gobierno saliente, como del previsiblemente nuevo canciller, Olaf Scholz, a que se inmunicen aquellos que aún no lo han hecho. Este jueves, Scholz ha anunciado en el Bundestag una reunión entre el Gobierno central y los poderes regionales la próxima semana, ha hablado de preparar al país para el invierno y ha mostrado su simpatía hacia las reglas '2G', sobre las que existe cierta división entre los expertos.



La vecina Austria baraja confinar a los no vacunados en sus casas tras haber implantado esta semana la normativa '2G' en todo el país. Una regla que establece que las personas que tengan la pauta completa o que hayan pasado la enfermedad son las únicas que podrán entrar en cafés, restaurantes, hoteles, gimnasios, teleféricos, mercados de Navidad, cines y teatros, así como a ciertos servicios, como las peluquerías. Es decir, tampoco es posible, como lo era hasta ahora, acceder con el resultado negativo de un test –hay un período de transición de varias semanas en el que es suficiente con una prueba de PCR negativa y una dosis–.

Estas restricciones se suman a la obligatoriedad de poseer un certificado de inmunización o un test negativo para trabajar. En Austria, los contagios se han disparado a niveles récord –la incidencia actual es de 1.133 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días– y el índice de inmunización es también comparativamente menor: algo más del 63% de la población tiene la pauta completa (el 74% de los adultos), una tasa que el canciller Alexander Schallenberg ha tachado de “vergonzosamente baja”. El Gobierno austriaco dice que “está a pocos días de tener que imponer un confinamiento a los no vacunados”.

En Países Bajos, donde también se están registrando niveles altos de contagios, el Gobierno tiene previsto anunciar este viernes nuevas medidas. Según informan los medios locales, asesores del Ejecutivo han recomendado cancelar eventos, cerrar cines y teatros y adelantar el horario de cierre de los restaurantes entre otras medidas. Serían las primeras restricciones de este tipo en Europa Occidental desde el verano, como recuerda Reuters.

El Gobierno holandés ya ha vuelto a imponer algunas medidas con el objetivo de “frenar la rápida propagación del virus”, entre ellas la vuelta de las mascarillas en lugares cerrados como tiendas, y ha ampliado la lista de lugares donde hay que mostrar el pase COVID –que demuestre que una persona está vacunada, recuperada o que ha dado negativo en una prueba reciente–, entre ellos, gimnasios y museos, además de la hostelería (tanto en el interior como al aire libre) y eventos. “Cada vez hay más personas ingresadas en el hospital. El número de pacientes con COVID-19 en las UCI está creciendo y los cálculos muestran que las cifras podrían aumentar aún más”, dice el Gobierno en la web donde explica estas reglas. Alrededor del 80% de la población adulta está completamente vacunada contra el coronavirus.

Pasaporte COVID

Desde mediados de diciembre, Francia exigirá la tercera dosis a todos los mayores de 65 para renovar el pase sanitario necesario para entrar en los lugares públicos, según ha anunciado Emmanuel Macron esta semana.

Dinamarca, que cuenta con una de las mayores tasas de inmunización de la Unión Europea, también ha vuelto a utilizar el “pasaporte corona” en discotecas, interiores de restaurantes y grandes eventos, como conciertos o museos. Estos pases –que muestran vacunación, infección previa o resultado negativo– se utilizaron por primera vez en primavera de manera pionera en el país y se abandonaron en septiembre cuando se levantaron las restricciones. Los expertos habían recomendado reintroducir la medida ante el aumento de las tasas de infección y las hospitalizaciones. “Aquellos que aún no se han vacunado: háganlo”, ha dicho la primera ministra, Mette Frederiksen.

A diferencia del país nórdico, Grecia es uno de los países de la UE a la zaga en inmunización –el 70% de la población adulta tiene la pauta completa–. El país heleno está registrando en estos momentos máximos de contagios desde el inicio de la pandemia y las autoridades anunciaron la semana pasada nuevas medidas que permiten el acceso a lugares como bancos y peluquerías solo a los ciudadanos que estén vacunados o tengan una prueba negativa. Tiendas de alimentación, farmacias e iglesias no están obligadas a aplicar estas restricciones. Además, todos los trabajadores no inmunizados deberán mostrar un test negativo dos veces por semana.

Las unidades de cuidados intensivos están llegando a sus límites en algunas partes de Grecia. “La evidencia es inexorable y las cifras son implacables. Más del 85% y hasta el 90% de nuestros conciudadanos en las camas de la UCI no están vacunados, mientras que, en consecuencia y en general, en todos los indicadores de hospitalización grave, nuestros conciudadanos no vacunados corren un riesgo mucho mayor. Por lo tanto, es muy importante reforzar la vacunación”, ha dicho el ministro de Sanidad, Thanos Plrevris.

Rumania y Bulgaria, los dos países menos vacunados de la UE, donde las nuevas oleadas de coronavirus están golpeando con especial fuerza, también han adoptado algunas medidas restrictivas destinadas a fomentar la vacunación. En Rumanía, hay un toque de queda nocturno para los no inmunizados.

Gráfico: Ana Ordaz.

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