El director del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), enviada para examinar la central nuclear ucraniana de Zaporiyia, controlada por tropas rusas desde el mes de marzo en el sur del país, ha anunciado, tras visitar la planta durante varias horas, que la agencia mantendrá una “presencia continua” en la misma.
“Estamos terminando nuestra esperada visita a la planta nuclear de Zaporiyia. Acabo de completar un primer recorrido por las zonas clave que quería ver en la primera aproximación a la instalación”, ha dicho Rafael Grossi en un vídeo publicado en Twitter. “Por supuesto hay mucho más que hacer, mi equipo se queda, y lo más importante es que estamos estableciendo una presencia continua del OIEA aquí”, ha anunciado, sin dar más detalles.
La misión de expertos ha logrado llegar en medio de los combates a la instalación con el objetivo, según la OIEA, de “llevar a cabo las actividades necesarias de seguridad nuclear y salvaguardia”. En torno a las 18:00 hora local, Grossi ha salido de la central junto a la mayoría de los miembros de la delegación, según ha informado la empresa estatal nuclear ucraniana Energoatom.
Energoatom había indicado que actualmente quedan cinco representantes de la misión del organismo de Naciones Unidas, “quienes están descargando los equipos que trajeron y seguirán trabajando en la planta” y se esperaba que estuvieran en la central nuclear hasta el 3 de septiembre.
La OIEA había expresado su intención de que hubiera una “presencia permanente” de sus observadores en la planta, que considera “indispensable” para “estabilizar la situación” y estar actualizada “regularmente” y de manera “fiable, imparcial y neutral” sobre lo que ocurre en la misma.
La llegada de los 14 inspectores que forman el quipo de la agencia nuclear de Naciones Unidas no ha sido fácil. Hoy han visto interrumpido su viaje durante tres horas, según ha indicado el portavoz de la OIEA, Fredrik Dahl, a la emisora CNN y The Washington Post.
Antes de llegar, el convoy ha estado tres horas detenido en zona bajo control de Ucrania después de que partiera esta mañana hacia la ciudad de Zaporiyia, ubicada a unos 120 kilómetros de la central, después de que el propio director, Grossi, advirtiera de que “el riesgo era muy alto” debido al recrudecimiento de los combates en la zona. Mientras los expertos se abrían paso a través de la zona de guerra hacia el complejo, Kiev y Moscú se acusaron mutuamente de bombardear el área y tratar de descarrilar la visita.
Este mismo jueves, según informó Energoatom, uno de los reactores de la planta tuvo que ser apagado tras nuevos bombardeos. El ministerio ruso de Defensa ha asegurado que la situación está “bajo control”.
Kiev y Moscú se han culpado habitualmente de los ataques en la zona entre temores de que se desate un accidente nuclear. La planta está ocupada por las fuerzas rusas desde los primeros días de la guerra –aunque está siendo operada por personal ucraniano– y Ucrania alega que Rusia lanza ataques desde sus alrededores, mientras que Moscú acusa a Kiev de disparar. En una entrevista con Reuters, Petro Kotin, jefe de Energoatom, ha reclamado la “desmilitarización” de la planta y el área circundante para evitar un accidente nuclear. “Si esta misión [de la OIEA] contribuye a ello, será un éxito”.