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El Gobierno dice no poder informar de los “movimientos exactos” que hizo en Madrid un sospechoso del caso Khashoggi

El Príncipe heredero de Arabia Saudí, Bin Salman Abdulaziz al Saud (c), a su llegada a la Base Aérea de Torrejón, Madrid, con motivo de su primera visita oficial a España. EFE/Emilio Naranjo.

Europa Press

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El Gobierno ha reconocido por escrito que Maher Abdelaziz Mutreb, uno de los detenidos por el asesinato del periodista saudí Jamal Khashoggi, viajó a Madrid en abril con el príncipe heredero Mohamed bin Salman, pero dice no estar en condiciones de poder informar sobre sus “movimientos exactos” durante su estancia en España.

El motivo es que Mutreb no formaba parte de la “delegación oficial” de Bin Salman, sino que era miembro del “séquito de apoyo”, según alega el Ejecutivo en una respuesta parlamentaria, recogida por Europa Press.

En ella, el Gobierno señala que “es responsabilidad de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado garantizar la seguridad del dignatario visitante” y del “conjunto de su delegación”, de manera que la delegación oficial sí “estuvo escoltada en todo momento durante su estancia en España”.

Sin embargo, añade que Mutreb no formaba parte de ésta, sino que, “como es habitual en este tipo de visitas, a la delegación oficial le acompañaba un numeroso séquito de apoyo” cuyos miembros viajaban con sus correspondientes visados.

De hecho, confirma que a Maher Abdulaziz Mutreb se le expidió un visado nacional en la Embajada de España en Riad “en los días anteriores” a la visita de Bin Salman a España, en su condición de “miembro de los servicios del protocolo saudí”.

El Ejecutivo ha respondido así a una batería de preguntas del portavoz de ERC en el Congreso, Joan Tardà, después de que se conociese que Mutreb había viajado a Madrid en abril como parte del séquito de Bin Salman.

El diputado quería saber si Mutreb estuvo controlado durante su visita a España, si en algún momento se separó del séquito del príncipe y si, en tal caso, los servicios secretos españoles tienen constancia de con quién se entrevistó o qué lugares visitó.

Tardà también preguntó, sin éxito, desde que cuando sabía el Gobierno que Mutreb es sospechoso del asesinato de Khashoggi, ocurrido en octubre en el consulado saudí de Estambul; si le preocupa al Ejecutivo que hubiese visitado España y si iba a hacer alguna gestión al respecto.

Violaciones de Derechos Humanos

Por otro lado, preguntaba si el Gobierno español ha expresado a las autoridades de Riad su preocupación “por la violación de Derechos Humanos en su territorio y en Yemen” y si considera que el Gobierno de Arabia Saudí “respeta los derechos humanos o que reprime a su población” y que puede perturbar la estabilidad en la región.

Sobre este punto, el Gobierno replica que Arabia Saudí “es un interlocutor esencial y clave en la región de Oriente Próximo en un contexto extraordinario de cambios y transformaciones” y que para “tratar los asuntos de interés común es necesario mantener abiertos los canales de comunicación bilateral”, porque eso es “la esencia de las relaciones diplomáticas”. Dicho esto, añade que “los Derechos Humanos constituyen una prioridad transversal de la política exterior española y Arabia Saudí no es una excepción”.

Coordinación europea

Por otro lado, en cuanto a posibles medidas de respuesta al asesinato de Khashoggi, el Gobierno ha respondido al diputado de Ciudadanos Fernando Maura que “cuando los hechos estén plenamente determinados”, el Gobierno “defenderá la necesidad de una coordinación en el ámbito de la Unión Europea”.

A finales de octubre, Alemania anunció que suspendía la venta de armas a Arabia Saudí, y poco después lo hicieron Dinamarca y Noruega. España sigue adelante con la construcción de cinco corbetas –impulsada en la visita de Bin Salman– y con la venta de bombas del Ejército del Aire, un contrato menor que el nuevo Gobierno quiso suspender pero finalmente dio marcha atrás para no poner en riesgo el de las corbetas (valorado en 1.800 millones). Desde entonces, el Gobierno no ha concedido ninguna licencia nueva.

España no firmó un comunicado conjunto

En el plano político, el Ejecutivo justifica no haber firmado el comunicado conjunto que suscribieron Reino Unido, Francia y Alemania porque estos tres países tienen una coordinación llamada E3, con “sus propias raíces históricas y que se manifiesta en otros muchos ámbitos y que es sumamente valiosa”.

En todo caso, recuerda que hizo su propio comunicado el pasado 20 de octubre, manifestando su “consternación por estos gravísimos hechos, la exigencia de depuración de responsabilidades ante la justicia y la realización de una investigación exhaustiva y transparente”.

Además, asegura que España participará activamente en el próximo Examen Periódico Universal al que se someterá Arabia Saudí y recuerda que la Oficina de Derechos Humanos del Ministerio de Exteriores tiene un Programa de Protección y Acogida Temporal a Defensores de Derechos Humanos Amenazados que, desde 1998, ha ayudado a 300 activistas en todo el mundo.

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