“Quieren que el secretario general de la OMS decida hasta cuándo habrá certificado covid en la UE”, decía este martes el eurodiputado de Vox, Jorge Buxadé, al comisario de Justicia, Didier Reynders, en la comisión de Libertades del Parlamento Europeo: “Eso es como que lo decida el politburó del Partido Comunista Chino”.
Veinticuatro horas después, el documento que recoge la posición de los 27 Gobiernos de la UE asume ese rechazo al criterio de la OMS y han tachado toda referencia a ella de la propuesta de la Comisión Europea.
Así, según la posición de los 27 aprobada en la reunión de embajadores ante la UE de este miércoles y que deberá ser negociada con la que adopte el Parlamento Europeo, la duración del certificado de vacunación será de 12 meses, en lugar de vincular su duración a que la Organización Mundial de la Salud decrete el final de la emergencia sanitaria.
Otro cambio que se ha producido con respecto a la posición de la Comisión Europea es que los 27 incluyen una transaccional para fijar un plazo de seis semanas para la puesta en marcha del certificado en los países. Esto quiere decir que, si se lograra aprobar en el pleno del Parlamento Europeo de junio como persigue el Ejecutivo comunitario (en la semana del 7 de junio), el comisario Reynders confiaba este martes en que pudiera estar todo listo para “finales de junio”. Sin embargo, si desde finales de junio hay que sumar seis semanas, puede haber países que no lo adopten hasta la segunda semana de agosto, con lo que se perderían el pico vacacional.
El documento, eso sí, recogerá los tres datos que pretendía la Comisión Europea: certificado de vacunación; certificado de test (PCR); certificado de recuperación de haber pasado la COVID-19.
“Es urgente”, decía Reynders en el Parlamento Europeo: “Queremos estar listos antes del verano. El verano es el 21 de junio, para finales de junio queremos estar listos con la reglamentación, esperamos ir al pleno a principios de junio con el reglamento y también tener una solución técnica: queremos empezar con el proyecto a principios de junio y poner todo el sistema en marcha a finales de junio para que esté listo para el verano”.
“Tenemos restricciones y desde octubre del año pasado tratamos de organizar un enfoque común en relación a la libertad de movimiento”, insistía el comisario de Justicia: “Hemos pedido que no se cierren las fronteras, pero es decisión de los Estados miembros. Estamos hablando con seis estados miembros sobre el cierre de fronteras y esperamos que se resuelva la situación. Ahora no se puede viajar por la prohibición de viajes no esenciales, controles, pruebas. Si no se quiere tener un certificado ni vacunarse, es difícil viajar. El certificado es un derecho de cada ciudadano, cada uno tiene el derecho a pedirlo en papel o digital, es un certificado covid, con los tres tipos de situaciones que hemos barajado: vacuna, tests y recuperados”.
Como decía Reynders, “a los recuperados se les concede un máximo de 180 días. No hay acuerdo sobre cuánto tiempo son válidos los resultados de los tests, esto queda en manos del Estado de destino, los que tienen que dar sobre los aspectos recogidos por el certificado y la validez del mismo. Las personas recuperadas pueden dar positivos durante semanas, aunque el virus no está activo y tienen un riesgo limitado. Pero pueden no presentar PCR negativo, pero sí certificado de recuperación”.