La jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, ha advertido este lunes a Turquía que “ningún país” puede convertirse en Estado miembro de la Unión Europea (UE) si introduce o reintroduce la pena de muerte.
“Ningún país puede convertirse en país miembro de la UE si introduce la pena de muerte; eso está muy claro” si se negocia la adhesión, señaló Mogherini en una rueda de prensa junto al secretario de Estado de EEUU, John Kerry, país en el que la pena capital está instaurada en varios Estados.
También recordó que Turquía es un miembro del Consejo de Europa y como tal debe cumplir el Convenio Europeo de Derechos Humanos, el cual se pronuncia en contra de la pena capital.
El portavoz comunitario Margaritis Schinas recordó en la rueda de prensa diaria de la Comisión Europea (CE) que la UE mantiene una posición firme de principio contra la pena de muerte y que su abolición es un objetivo principal de la política europea en materia del derechos humanos.
“La abolición de la pena de muerte es una condición sine qua non para entrar en la UE y en el contexto turco solo puedo reiterar que es miembro del Consejo de Europa y como tales han ratificado el protocolo, y no ha habido pena de muerte en este siglo entre los países que forman parte” de esta organización. “La respuesta de Europa es clara” al respecto, reiteró.
Mogherini reiteró que un intento de golpe de Estado “no es ninguna excusa para alejar al país de derechos fundamentales y el estado de Derecho”.
“Estaremos extremadamente vigilantes. Ya no por el bien de la UE o de las negociaciones, sino por el bien de Turquía y de los turcos”, recalcó la alta representante de la Unión para la Política Exterior y Seguridad Común.
El general Akin Öztürk, excomandante de las Fuerzas Aéreas turcas, ha desmentido su participación en la asonada del pasado día 15 después de que una información divulgada por la agencia semipública Anadolu señalara lo contrario. En la nota Öztürk confesaba su participación en la “organización de un golpe de Estado”, aunque minutos después la agencia retiraba dicho contenido de su página web y redes sociales, donde podían verse imágenes del excomandante visiblemente demacrado y custodiado por varios agentes.
En su declaración ante la Fiscalía el militar de 64 años llegó a afirmar que trató de detener la intentona y que el jefe del Estado Mayor “es testigo de ello”. “No soy la persona que dirigió el golpe del 15 de julio de 2016. No sé quién planeó o dirigió este golpe”, aseveraba.
Según NTV, Öztürk alegó que el día de la asonada tenía previsto ir a la boda de la hija de un amigo y que tuvo que cancelar ese plan por motivos de trabajo. Ante el fiscal, explicó que estuvo siguiendo los movimientos militares a través de la televisión desde la base de Akinci.
“El comandante de las Fuerzas Aéreas me dijo que hiciera algo para que los cazas (rebeldes) no hicieran esos vuelos rasantes. En cinco minutos me presenté ante el jefe del Estado Mayor, que estaba en la base”, explicó.
Öztürk, detenido el día 16, fue trasladado hoy al juzgado en Ankara, junto con otras dos decenas de generales, con una petición de prisión preventiva. El alto mando apareció visiblemente desmejorado y con un vendaje en la oreja derecha.
Los medios turcos comenzaron a especular ayer con que Öztürk, máximo responsable de las Fuerzas Aéreas hasta el pasado agosto, estaba llamado a ser el nuevo jefe del Estado Mayor si la intentona golpista hubiera tenido éxito.
Tras abandonar la dirección de la aviación militar en un relevo regular, el militar se incorporó al Consejo Militar Supremo, el órgano castrense que determina, entre otras cuestiones, los ascensos y los pases a la reserva.
Necdet Özel, que fue hasta el pasado agosto jefe del Estado Mayor, ha asegurado a los medios turcos que nunca observó que Öztürk tuviera intenciones golpistas ya que, de haber sido así, lo habría destituido.
Más de cien detenidos
La Policía ha detenido a 103 generales y almirantes de las Fuerzas Armadas turcas bajo la acusación de haber estado involucrados en la asonada.
La cifra supone casi un tercio de los 356 generales y almirantes que componen la cúpula de las Fuerzas Armadas turcas.
Entre ellos se hallan los comandantes del 2º y 3º Ejército de las fuerzas terrestres.
Los militares están acusados de “conspiración para cambiar el orden constitucional por las armas”, “resistencia armada contra la autoridad”, “creación de una organización armada” y, en algunos casos, de “conspiración y realización de un ataque al presidente”.
Entre los militares con rango de general, 16 pertenecen a las Fuerzas Aéreas, 15 son almirantes de la Marina y seis forman parte del cuerpo de Gendarmería, según se desprende de la lista completa de nombres publicada por Anadolu.
Un total de 6.023 militares han sido detenidos tras el intento de golpe, según las últimas cifras dadas hoy por el primer ministro, Binali Yildirim.
La jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, ha advertido este lunes a Turquía que “ningún país” puede convertirse en Estado miembro de la Unión Europea (UE) si introduce o reintroduce la pena de muerte.
“Ningún país puede convertirse en país miembro de la UE si introduce la pena de muerte; eso está muy claro” si se negocia la adhesión, señaló Mogherini en una rueda de prensa junto al secretario de Estado de EEUU, John Kerry, país en el que la pena capital está instaurada en varios Estados.
También recordó que Turquía es un miembro del Consejo de Europa y como tal debe cumplir el Convenio Europeo de Derechos Humanos, el cual se pronuncia en contra de la pena capital.
El portavoz comunitario Margaritis Schinas recordó en la rueda de prensa diaria de la Comisión Europea (CE) que la UE mantiene una posición firme de principio contra la pena de muerte y que su abolición es un objetivo principal de la política europea en materia del derechos humanos.
“La abolición de la pena de muerte es una condición sine qua non para entrar en la UE y en el contexto turco solo puedo reiterar que es miembro del Consejo de Europa y como tales han ratificado el protocolo, y no ha habido pena de muerte en este siglo entre los países que forman parte” de esta organización. “La respuesta de Europa es clara” al respecto, reiteró.
Mogherini reiteró que un intento de golpe de Estado “no es ninguna excusa para alejar al país de derechos fundamentales y el estado de Derecho”.
“Estaremos extremadamente vigilantes. Ya no por el bien de la UE o de las negociaciones, sino por el bien de Turquía y de los turcos”, recalcó la alta representante de la Unión para la Política Exterior y Seguridad Común.
El presidente del Gobierno de Turquía, Recep Tayip Erdogan, ha detenido a un total de 103 generales y almirantes turcos, lo que supone el 30% de la cúpula militar del ejército formada por 343 generales, que están siendo investigados por su supuesta participación el reciente golpe de Estado, según informa AFP.
El primer ministro turco, Binali Yildirim, ha señalado este lunes en un discurso televisado que hasta el momento han sido detenidas más de 7.500 personas tras el fallido golpe de Estado del pasado viernes, entre ellas unos 6.000 militares, 100 policías, 755 jueces y fiscales, así como 650 civiles.
Según el último balance, en total han muerto 208 personas que se resistieron al golpe, entre ellos tres soldados, 60 policías y 145 civiles, mientras que 1.491 personas resultaron heridas. Además, fallecieron 24 soldados golpistas y 50 resultaron heridos, ha precisado.
“Hemos empezado a limpiar” el sistema, dijo el primer ministro y ha precisado que han sido suspendidos ya más de 10.000 funcionarios de diferentes ministerios. Solo del Ministerio del Interior han sido expulsados 8.777 empleados, sobre todo policías y gendarmes, mientras que de los demás ministerios fueron suspendidos unos 1.500 funcionarios. “Estos números van a cambiar (subir)”, ha informado el primer ministro ante la prensa y en presencia de su gabinete.
El ministro ha repetido que sostienen que el predicador Fethullah Gülen es el responsable. Sobre la exigida extradición de Fethullah Gülen de Estados Unidos a Turquía, Yildirim ha anunciado que el ministerio de Justicia enviará toda la documentación necesaria a Washington. Ha dejado entrever su malestar por la insistencia de Estados Unidos de recibir más pruebas sobre el predicador. “Si el líder que ordenó todo esto está claro y todavía tus amigos te piden evidencias, entonces podría cuestionar nuestra amistad”, advirtió el primer ministro.
La fecha del 15 de julio de 2016 tiene un sitio especial en la historia de Turquía. Los militares, que habían logrado derrocar a cuatro líderes electos desde 1960, no pudieron con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan. Han pasado dos días desde el fallido golpe de Estado y en lugar de aclararse qué sucedió nuevos interrogantes han ido emergiendo: ¿Fue el clérigo suní Fetulá Gülen el cabecilla de la asonada? ¿Fue el propio Erdogan? ¿Qué clase de golpistas no se hacen con el control de todas las televisiones?
Con independencia de la verdad, probablemente difícil de saber en años, el vencedor, que primero fue víctima, es de nuevo el presidente, que después de derrotar en la arena política a todos sus adversarios ha conseguido plegar las rodillas de su mayor enemigo: el Ejército, heredero del fundador de la República, Mustafa Kemal Atatürk. O al menos eso quedará en el imaginario de la mayor parte de anatolios.
El comisario europeo de Política de Vecindad y Ampliación, Johannes Hahn, ha afirmado este lunes que las autoridades turcas tenían preparada una lista de jueces a los que depurar como represalia tras el intento de golpe de Estado en la noche del pasado viernes al sábado.
“Estoy muy preocupado. Es exactamente lo que nos temíamos”, ha indicado Hahn a su llegada al Consejo de Ministros de Exteriores de la Unión Europea (UE), en el que se abordará la situación en Turquía.
El primer ministro turco ha respondido a los manifestantes que tras el intento de golpe de Estado en Turquía han reclamado instaurar la pena de muerte para castigar a los sublevados. Erdogan ha expresado que “no podemos ignorar esta petición”, posicionándose así más a favor de una medida que ya baraja el gobierno turco como castigo a los militares que trataron de hacerse con el poder.
Erdogan pronunció estas palabras tras participar en uno de los funerales por las víctimas del intento de golpe de Estado que vivió Turquía el pasado viernes. El mandatario derramó lágrimas durante una ceremonio en la que posteriormente aprovechó para arremeter de nuevo contra el movimiento Gülen y responder a las personas que se manifestaron en su favor.
John Kerry, Secretario de Estado y máximo responsable de las relaciones internacionales de los Estados Unidos, ha advertido al gobierno de Tuquía que no tolerará “insinuaciones falsas” y “dañinas” que puedan vincular de ninguna manera a EEUU con el golpe de Estado fallido en Turquía.
La afirmación de Kerry llega después de que tanto el presidente de Turquía como su primer ministro hayan pedido en público varias veces la extradición de Fetulá Gülen, líder político exiliado en norteamérica, a quien acusa de estar detrás del golpe. En un primer momento, Kerry se mostró comprensivo con la petición, aunque señaló que antes de iniciar cualquier trámite habrían de presentarse las pruebas que justificaran un proceso de extradición. A eso siguió la advertencia del primer ministro turco, Binali Yildirim, que dijo que “cualquier país que apoye a Gülen, está en guerra con Turquía”. De momento, sin que se haya confirmado que se trate de una baza negociadora, se ha suspendido el acceso a una de las bases militares desde la que los marines estadounidenses suelen operar en la zona.
Este domingo, a través de un comunicado emitido por el Departamento de Estado, se asegura que las “insinuaciones públicas o reclamaciones sobre cualquier papel de Estados Unidos en el golpe de Estado fallido son totalmente falsas y dañinas para nuestras relaciones bilaterales”.
El organismo internacional había preparado un comunicado conjunto de los miembros con el fin de condenar el levantamiento militar que ha tenido lugar en Turquía, pero finalmente no han podido expresar su parecer al encontrase con el voto en contra de Egipto.
En el texto, el órgano de la ONU pedía a los partidos a restablecer la normalidad, evitar la violencia y baños de sangre además de pedir el final inmediato de la crisis provocada por la situación. Por su parte, el argumento que ha esgrimido Egipto para oponerse ha sido que el Consejo de Seguridad “no está en posición de determinar si un gobierno había sido elegido democráticamente”.
El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, ha solicitado formalmente a los Estados Unidos que extradite a Fethullah Gülen, al que considera como principal instigador del intento de golpe de Estado militar que ha tenido lugar en varias ciudades turcas. En sus propias palabras, deberían extraditar “a los terroristas”.
Estados Unidos se había pronunciado anteriormente asegurando que iba a estudiar la petición, pero dejando claro que el Gobierno de Turquía deberá presentar pruebas de las posibles irregularidades de Gülen.
Las cuatro formaciones políticas que componen el parlamento de Turquía han emitido una declaración conjunta que condena el intento de golpe de Estado de este viernes en el país.
Entre los firmantes se encuentra el Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP), el Partido Republicano del Pueblo (CHP), el Partido de Acción Nacionalista (MHP) y el Partido de la Sociedad Democrática (DTP).
Según informa la cadena CNN Türk, la declaración se ha producido después de la celebración de una reunión de emergencia durante este sábado entre los principales representantes de los cuatro partidos.