Grecia va camino de ser el primer país cristiano ortodoxo del mundo en legalizar el matrimonio igualitario. El Gobierno presentó este miércoles el borrador del proyecto de ley que se debatirá en el Parlamento en las próximas semanas. Desde 2015, en Grecia están permitidos los acuerdos de convivencia entre parejas del mismo sexo y se reconocen los vínculos familiares, pero no se proporcionan los mismos derechos y protecciones que los matrimonios, por lo que la aprobación de una nueva ley ha sido una de las principales reivindicaciones del colectivo LGBTQI+ en el país durante los últimos años.
“Se trata de un paso importante que busca la igualdad de todos los ciudadanos”, dijo el primer ministro griego Kyriakos Mitsotakis, en la reunión del Consejo de Ministros. Un paso, añadió, con el “que se busca la protección de los hijos que tienen progenitores del mismo sexo”.
Ante la fuerte oposición al proyecto de ley manifestada por la todopoderosa e influyente Iglesia Ortodoxa griega, el primer ministro griego reiteró la necesidad de convivencia entre la tradición y la evolución. “Respeto las posturas de la Iglesia, pero aquí estamos hablando sobre decisiones del Estado y no sobre creencias teológicas”, dijo Mitsotakis.
“La Iglesia en Grecia tiene poder, pero no la cantidad de poder que a veces vemos en los medios. Ellos [los sacerdotes] saben qué pueden hacer o qué no: conocen sus límites. Por supuesto, han dado su opinión, pero no creo que su influencia sea tan grande ahora en la población griega”, comenta Aikatherini Fundedaki, una de las abogadas que ha redactado el borrador de la nueva ley.
Hace unos días, desde la Iglesia Ortodoxa se planteó la posibilidad de un referéndum, propuesta que quedó descartada de manera inmediata por su carácter anticonstitucional, explica Fundedaki. En protesta, durante la misa del 4 de febrero se leerá un documento con la postura oficial y sus motivos en todas las iglesias del país.
Tormenta en Nueva Democracia
Desde el momento en que Mitsotakis anunció la propuesta de ley, hace ahora un par de semanas, ha habido un gran revuelo en las filas de su partido, Nueva Democracia. A sabiendas de que no todos en su grupo parlamentario están de acuerdo con la iniciativa, el primer ministro ya anunció que no impondría la disciplina de partido en el momento de la votación en el Parlamento. Sin embargo, habló de la “conciencia” y la “responsabilidad institucional” que deberían mostrar los miembros del gabinete. Se calcula que entre 60 y 70 diputados de Nueva Democracia, pertenecientes al ala más conservadora, podrían votar en contra del proyecto de ley o abstenerse; aún así, se descarta una escisión en el partido. Mitsotakis ha pedido a los miembros de su partido que si están en contra, no vayan a votar el día que se apruebe la ley.
Los principales partidos de la oposición, Syriza y Pasok, criticaron que no se imponga la disciplina de partido y aseguraron que demuestra el poco control que Mitsotakis tiene sobre su propio grupo parlamentario. “La votación se podría paralizar si la oposición solicita una votación nominativa. En ese caso, y si dentro de las filas del partido gobernante hay una oposición muy fuerte a la ley, se podría bloquear la propuesta. Por eso Mitsotakis ha animado a sus diputados a abstenerse en la votación si no están de acuerdo, porque si la mayoría de diputados vota que no, no podría sacar la ley adelante, pero esto es algo que nunca ha sucedido en Grecia”, explica el abogado Vassilis Sotiropoulos. A pesar de que la sección más conservadora del partido está en contra, es poco probable que la ley no salga adelante. Stefanos Kasselakis, el líder del principal partido de oposición, el izquierdista Syriza, ha señalado que su partido votará a favor de la ley, con lo que se espera que se alcance la mayoría.
Lina Papadopoulou, profesora en la Facultad de Derecho y otra de las abogadas que ha redactado el borrador de ley, augura un debate encendido en el Parlamento: “Creo que también habrá algunas objeciones por parte de Syriza, porque quiere ir un poco más lejos. Imagino que tanto Syriza como Pasok votarán a favor. En Nueva Democracia, esperamos que la mayoría de parlamentarios vote a favor y que los que están en desacuerdo se abstengan, como ha pedido el primer ministro. Por supuesto, los partidos de ultraderecha votarán en contra”.
Más derechos para progenitores del mismo sexo
La nueva ley contempla el reconocimiento como tutores legales a progenitores no biológicos del mismo sexo y “amplía los beneficios y privilegios a cónyuges y padres del mismo sexo”. Hasta el momento, en una pareja con personas del mismo sexo, solo uno de los progenitores puede ser reconocido como tutor legal de los hijos. “Por ejemplo, el progenitor no reconocido no puede recoger a la criatura de la escuela o estar con él o ella en el hospital. También hay problemas de herencia y problemas legales en caso de muerte: si el padre o la madre legal muere, el niño o niña puede ser enviado con parientes lejanos o incluso puede llegar a ser institucionalizado, en lugar de quedarse con el otro progenitor”, explica Kelly, miembro de Rainbow Families Greece, una ONG que trabaja por los derechos de las parejas LGBTQI+ y sus familias.
Una de las cuestiones más polémicas en el debate alrededor del proyecto de ley ha sido el tema de la gestación subrogada. En la actualidad, este sistema de reproducción es legal en Grecia previa autorización judicial para parejas heterosexuales siempre y cuando se demuestre que la pareja que desea tener un hijo no puede concebir de manera natural. Pero, como ya había anunciado hace unas semanas Mitsotakis, finalmente la nueva ley no contemplará la extensión de esta práctica a las parejas del mismo sexo.