Guía de las elecciones europeas: países en los que fijarse, datos que tener en cuenta y claves de futuro
Europa se despertará el 10 de junio más de derechas. Eso está claro. Y eso es así porque las elecciones al Parlamento Europeo ratificarán las tendencias registradas en las elecciones nacionales, regionales y locales de los 27 países de la UE, que ya han trasladado al Consejo de la UE y al Consejo Europeo, donde se reúnen los Gobiernos, esa correlación de fuerzas marcada por escasos gobiernos progresistas y donde en países como Italia, del G7 y fundador de la UE, ya gobierna la extrema derecha.
Francia: Le Pen acaricia la victoria en votos y escaños
Cuando se cumplen ocho décadas del desembarco en las costas francesas de Normandía, una de las acciones militares más relevantes de la Segunda Guerra Mundial, que acabó con la derrota del nazismo y el fascismo, Francia puede coronar a la ultraderechista Marine Le Pen. Hace cinco años empató con el partido de Emmanuel Macron en eurodiputados, si bien ganó en votos. Y este domingo puede ser la primera vez que la victoria en votos vaya acompañada también de victoria en escaños: las encuestas anuncian que incluso puede doblar en porcentaje al segundo, el partido de Macron.
Son elecciones en las que la coalición de izquierdas en torno a la France Insoumise de las pasadas Legislativas, Nupes, va dividida a las urnas, lo que permitirá ver el reparto de votos con socialistas, Verdes y el PCF.
Alemania: Scholz, AfD y el 'rojipardismo'
Siempre se dice que cada elección tiene su afán, y que no es del todo justo hacer lecturas más allá de lo que se vote en cada momento. Pero una cosa es lo que se dice y otra lo que acaba ocurriendo. Olaf Sholz (SPD) es el gobernante socialista más importante de Europa: lleva en el cargo desde diciembre de 2021 en virtud de un acuerdo de coalición con Verdes y liberales (FPD), y las encuestas son poco prometedoras para los partidos de la coalición gobernante en la misma medida que parecen ser generosas con AfD, el partido ultra que está en el punto de mira de la justicia alemana, a los que algunos sondeos sitúan como segundo, tras los democristianos de la CDU-CSU.
A pesar de eso, los últimos días se está registrando cierto desgaste de la AfD, agudizado por unas declaraciones de su candidato, en las que justificaba a las SS, lo que le valió que dos de sus principales aliados, Marine Le Pen y Matteo Salvini, decidieran romper con ellos hasta el punto de anunciar que no compartirían grupo parlamentario en Estrasburgo tras el 9J.
Y mientras la AfD puede tener un resultado histórico este fin semana, también puede producirse una irrupción notable de un nuevo partido, BSW, de corte rojipardo, de Sahra Wagenknecht, centrado en la defensa de las clases populares alemanas frente a las personas migrantes. Y la duda será cómo afecta eso a su ex partido, Die Linke, que lleva varias elecciones en retroceso.
Italia: examen a Meloni, competición en la derecha, ¿y la izquierda?
Italia es tanto el país de Benito Mussolini como el del histórico PCI. El hilo negro con el primero lo teje la primera ministra, Giorgia Meloni, quien pondrá a prueba su liderazgo por primera vez en las urnas europeas este domingo. Ella misma es candidata en estas elecciones, en las que mantendrá su hegemonía en la derecha, donde por primera vez en mucho tiempo Forza Italia, el partido fundado por Silvio Berlusconi, puede adelantar a la Lega, de Matteo Salvini.
Las elecciones europeas, en las que irrumpió el M5S en 2014, también servirán para ver hasta qué punto los grillini mantienen un buen suelo, después de diversas escisiones y de los volantazos políticos, participando en gobiernos de Salvini y Draghi, si bien lo previsible es que el PD se mantenga como segunda fuerza en Italia. A su izquierda, queda la incógnita de si entran en la Eurocámara la Alleanza Verdi e Sinistra y la lista Pace, Terra, Dignità.
Portugal: ¿habrá revancha de António Costa?
Las últimas elecciones parlamentarias en Portugal han estado marcadas por la renuncia de Costa y la convocatoria anticipada a consecuencia de un supuesto caso de corrupción en el que se vio salpicado el ex primer ministro y que acabó en nada. Ésta será la primera vez que los portugueses acudan a las urnas después de aquello, y está por ver si devuelven al PS a la primera posición o mantienen en el liderazgo al PSD, los conservadores del primer ministro, Luís Montenegro.
Las elecciones europeas también serán una prueba para el ascenso de la ultraderecha, Chega, que logró un avance en las legislativas pasadas, así como para el PCP y el Bloco de Esquerda, que bajaron en marzo pasado.
Grecia: ¿qué será de Syriza?
Syriza entró en el Gobierno de Grecia en 2015 de la mano de Alexis Tsipras. Aguantó por encima del 35% hasta que en 2019 comenzó a resentirse por las diversas escisiones fruto del desencanto causado por tener que gestionar la intervención del país por parte de la UE después de haberla rechazado, con referéndum incluido.
En aquellos años se hundieron el PASOK y Nueva Democracia, por haber llevado al país a la ruina. Pero los conservadores se recuperaron rápido, hasta el punto de lograr Kyriakos Mitsotakis la mayoría absoluta en las últimas elecciones –gracias también a que repitió las elecciones para aprovecharse del cambio en el sistema electoral–, mientras que los socialistas aún están lejos de sus mejores números. Y esa es una de las claves en Grecia: si Syriza seguirá como principal partido de la izquierda, cómo se comportarán algunas sus diversas escisiones, algunas de ellas recientes a raíz del cambio de liderazgo en el partido y si el KKE se ve beneficiado por ello.
Grecia también ha sido un país que ha tenido eurodiputados ultras en el Parlamento Europeo, de un partido ya ilegalizado como Aurora Dorada, y ahora hay tres con opciones: Solución Griega, Espartanos y Niki.
Irlanda: el Sinn Féin mide su ascenso
Las elecciones europeas y locales que se celebran este viernes en Irlanda pueden ser el primer paso para un cambio de gobierno en las generales de 2025, en las que el Sinn Féin aspira a confirmar su ascenso y frenar el auge de la ultraderecha, informa Efe. El Sinn Féin fue la lista más votada a nivel nacional en 2020, con un programa electoral centrado en la crisis de la vivienda, el deterioro de la sanidad o el coste de la vida, si bien no pudo asaltar el poder ante la falta de apoyos de diputados independientes y grupos minoritarios afines.
Además de medir la popularidad del Sinn Féin y del Ejecutivo, de coalición entre democristianos, centristas y verdes, estas dos citas con las urnas son también un termómetro del apetito de electorado irlandés por posiciones de extrema derecha.
¿Nueve países de extrema derecha?
Austria, Bélgica, República Checa, Francia, Hungría, Italia, Países Bajos, Polonia y Eslovaquia. Son los nueve países en los que puede ganar las elecciones la extrema derecha este fin de semana.
El auge de la extrema derecha es una realidad. Ya apenas hay un cordón sanitario, que en España se rompió por primera vez en Castilla y León, pero que tiene un ejemplo paradigmático a nivel estatal en Italia, donde Forza Italia forma parte del Gobierno de la ultraderechista Giorgia Meloni. El miedo se ha ido perdiendo y las formaciones de extrema derecha van ganando terreno con icónicas victorias como la de Geert Wilders en Holanda. Con esos mimbres, en Bruselas dan por hecho un giro hacia la derecha tanto del próximo gobierno comunitario como de la composición de la Eurocámara en la próxima legislatura. Y, según un estudio del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores (ECFR), los partidos populistas y antieuropeos se impondrán en nueve países en las elecciones europeas.
No sólo elecciones europeas
Las elecciones europeas se solapan con municipales en Hungría, Chipre y Rumanía por lo que los debates están muy impregnados por temas locales y nacionales, informa Efe, al igual que en Bulgaria –que celebra sus sextas legislativas en tres años– y Bélgica, donde votan también para las generales y regionales.
360 millones de votantes para 720 escaños en juego
Las elecciones europeas han comenzado oficialmente. Varios países tienen la posibilidad de votar anticipadamente –en Estonia se puede votar en línea desde el lunes 3–. El jueves 6 fue el día de las elecciones en los Países Bajos y el 7 de junio irlandeses y checos cotaron, con el resto de Europa siguiendo su ejemplo durante el fin de semana.
En total, alrededor de 360 millones de europeos están llamados a las urnas para elegir a los 720 miembros del próximo Parlamento Europeo.
Dos millones de jóvenes de 16 y 17 años podrán votar por primera vez: la edad para votar se fija en 16 años en Bélgica, Alemania, Malta y Austria, y en 17 años en Grecia. En todos los demás países se debe tener al menos 18 años para votar.
Las estimaciones (de las 20.15 a las 20.30 horas) y los resultados provisionales (de las 23.15 a las 23.30 horas) de las elecciones se actualizarán al instante en el sitio web de resultados de las elecciones europeas.
Más de 200 millones de europeos votaron en las elecciones europeas de 2019. La participación se situó en el 50,66%, ocho puntos por encima que en 2014 (42,61%).
En España, la participación se situó en el 60,73% (en 2014 fue del 43,81%): coincidió con municipales y autonómicas.
El 60% de los eurodiputados fueron elegidos por primera vez en 2019; la tasa de mujeres elegidas fue del 40,6%, mientras que en las primeras elecciones directas de 1979 el porcentaje fue del 16,6%; y la edad media de los eurodiputados es de 53 años, teniendo el más joven 25 años y el mayor 82.
¿Qué pasa después de las elecciones?
¿Qué pasa después del 9 de junio? Lo primero es la constitución de los grupos políticos: las negociaciones comenzarán tras las elecciones y podrán extenderse hasta el primer período parcial de sesiones. Para ser reconocidos oficialmente, los grupos deben notificar a la presidencia sus nombres, declaración política y composición antes del 15 de julio de 2024. Un grupo político debe estar formado por diputados elegidos en al menos un cuarto de los Estados miembros (es decir, mínimo en siete) y contar con no menos de 23 diputados.
La nueva legislatura dará comienzo oficialmente el martes 16 de julio de 2024. Ese día, los eurodiputados recién elegidos se reunirán en la sede del Parlamento en Estrasburgo hasta el viernes 19 de julio para elegir a su presidente o presidenta, 14 vicepresidentes y cinco cuestores.
Asimismo, votarán sobre la composición numérica de las comisiones y subcomisiones permanentes del Parlamento, iniciando así la nueva legislatura. También es probable que se comunique la composición numérica de las comisiones.
Después del pleno constitutivo, las comisiones parlamentarias celebrarán sus primeras reuniones para elegir a sus respectivos presidentes y vicepresidentes (Mesa).
La elección de la presidencia de la Comisión Europea tendrá lugar tras la constitución del Parlamento (posiblemente en el pleno del 16 al 19 de septiembre). La persona candidata propuesta por el Consejo Europeo presentará sus orientaciones políticas al Parlamento, tras lo cual se celebrará un debate.
El Parlamento elegirá la presidencia de la Comisión Europea por mayoría de los miembros que lo componen (361, en un Parlamento de 720 eurodiputados). La votación es secreta. Si la persona candidata no obtiene la mayoría necesaria, la presidencia invitará al Consejo Europeo a proponer un nuevo candidato en el plazo de un mes para la elección con arreglo al mismo procedimiento.
El Consejo nombra, junto con la nueva presidencia de la Comisión, a los comisarios propuestos. El presidente o presidenta de la Comisión confiere a cada candidato a comisario la responsabilidad de un ámbito político específico. Las comisiones competentes del Parlamento Europeo evalúan a cada uno de los comisarios propuestos y posteriormente el Pleno vota el Colegio de comisarios en su conjunto:
La Conferencia de Presidentes del Parlamento declara cerradas las audiencias tras analizar las cartas de evaluación de las comisiones encargadas y una recomendación de la Conferencia de Presidentes de Comisión. El candidato comparece en una audiencia ante la comisión o comisiones del Parlamento de su cartera que emiten una evaluación sobre el candidato.
El presidente/a de la Comisión presenta a su equipo y sus prioridades políticas durante un pleno. Tras un debate, el Parlamento decide, por mayoría de votos emitidos, si investir al nuevo Colegio de Comisarios en bloque.
Cada candidato responde por escrito a preguntas de los eurodiputados sobre su cartera, competencias, independencia y la cooperación con el Parlamento. La comisión de Asuntos Jurídicos examina la declaración de intereses financieros de los comisarios propuestos.
Los 'top jobs'
Von der Leyen es la favorita para seguir al frente de la Comisión Europea, pero no puede darlo por hecho. Su nombramiento depende, primero, de la negociación que los líderes europeos hagan de los denominados ‘top jobs’, que son los altos cargos que reparten el poder de las instituciones europeas.
Unos días después de los comicios, los jefes de gobierno se encerrarán a negociar ese ‘Juego de Tronos’. Las reglas no escritas es que haya equilibrio territorial, ideológico y de género a la hora de ocupar la presidencia del Consejo Europeo, de la Eurocámara y el puesto de alto representante.
Tradicionalmente populares y socialistas han llevado la voz cantante, pero en 2019 el bipartidismo se acabó y los liberales tuvieron un enorme peso (se quedaron la presidencia del Consejo Europeo mientras que la de la Comisión Europea recayó en el PPE y los socialistas se conformaron con la diplomacia europea para Josep Borrell y el liderazgo compartido del Parlamento Europeo).
Los posibles nombres para encabezar el Consejo Europeo circulan ya desde hace tiempo. El portugués António Costa era uno de los favoritos, pero el escándalo de corrupción que le llevó a la dimisión, en principio, complica su camino, aunque algunas de las acusaciones son frágiles. Financial Times ha apuntado al exprimer ministro italiano y expresidente del BCE, Mario Draghi.
Otra figura liberal ascendente es la primera ministra estonia, Kaja Kallas, firme defensora de la OTAN y del apoyo militar a Ucrania en la invasión rusa: su nombre ha sonado como alternativa a otro liberal para la Alianza Atlántica, el holandés Mark Rutte, el candidato con más posibilidades para sustituir al actual secretario general, Jens Stoltenberg.
Además de las presidencias de Comisión, Parlamento y Consejo, los líderes de la UE eligen al Alto Representante y la presidencia del BCE.
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