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HRW quiere que los periodistas que cubran el Mundial de fútbol de Rusia se preocupen por los derechos humanos

Informar de lo que pasa dentro y fuera de los campos, hacerlo con perspectiva de derechos humanos, hacer hincapié en las leyes machistas y homófobas del país, dar voz a los más afectados por la represión aún más intensa desde 2012. Estas son algunas de las líneas que, según Human Rights Watch, los periodistas tienen que seguir durante la cobertura del próximo Mundial de Fútbol que arranca en Rusia dentro de un mes.

“Sabemos que los ojos de todo el mundo mirarán hacia Rusia durante el Mundial y queremos que los periodistas que vayan a cubrirlo sepan lo que está pasando dentro y fuera de los estadios”, explica Emma Daly, directora de Comunicaciones de HRW. “Para la ocasión, se han construido unos estadios de fútbol muy bonitos, pero fuera los rusos están viviendo una tremenda crisis de derechos humanos. Se trata del peor momento desde la época soviética”.

La organización espera que esta guía pueda dar luz a los periodistas sobre la situación en Rusia de la mujer, del colectivo LGTBI, de los trabajadores y también sobre el apoyo del Gobierno ruso al régimen de Bashar al-Asad. No obstante, desde HRW avisan: “Los periodistas tendrán que hacerlo con cautela”.

“Todos los periodistas formados pueden hacer este tipo de informaciones. El problema en Rusia es que además de saber hacerlo, tendrán que hacerlo con cautela porque la represión en el país es dura”, apunta Daly. Cree que la mejor manera para acercarse a la realidad del país es contar con los pocos activistas rusos que quedan en activo y con los periodistas que se atreven a trabajar también dentro de este enfoque.

No se trata de parar a cualquier persona por la calle para preguntarle cómo viven por ejemplo la censura en el país. Daly dice que es muy probable que si abordas así a los ciudadanos rusos muy pocos querrán responder o revelar sus experiencias. “Se puede hablar con gente cercana al grupo Memorial que es casi el único grupo de derechos humanos ruso que sigue vivo en el país. Hay periodistas rusos que también pueden guiarte sobre cómo están las cosas en el país”.

Los medios de comunicación independientes serán clave en este torneo. “Sin este tipo de periodismo no podemos saber cuáles son las cifras de verdad por ejemplo de infección en VIH en el país o el número de mujeres que trabaja. En Rusia, no nos podemos fiar de los datos que aporta el Gobierno”.

Especial atención al colectivo LGTBI

“Los aficionados al fútbol que pertenezcan al colectivo LGTBI se van a encontrar con una legislación muy fuerte contra este colectivo”. Daly se refiere a la ley contra la propaganda gay que Rusia aprobó hace unos años que condena la normalización entre los menores de las “relaciones sexuales no tradicionales”. En HRW están convencidos de que durante el Mundial las autoridades serán más permisivas con este colectivo, por lo que parece un momento muy adecuado para que se produzcan movilizaciones en el país y para criticar la caza chechena de hombres gays.

“Para nosotros ha sido muy raro que la FIFA, que supuestamente apoya la no discriminación, haya escogido Grozni (capital de la República rusa de Chechenia) como sede para la selección de Egipto”, apunta la experta, que cree que el desconocimiento es lo que ha hecho que la gente no haya protestado por esta acción. “Creo que la comunidad internacional y la LGTBI deben denunciar esto y lanzar una campaña para quejarse, para decirle a la FIFA que no es aceptable”.

La derogación de esta ley debería haber sido una de las condiciones para que Rusia pudiera ser el anfitrión de este Mundial, explican desde la organización humanitaria. “Además, se supone que de ahora en adelante, los países anfitriones deben seguir las normas de la FIFA. Lo veremos porque en junio la FIFA debe decidir quién se queda el próximo Mundial y entre los candidatos está Marruecos que tiene leyes homófobas fortísimas”.

El papel de la FIFA y de Europa es crucial

Censura en Internet, violencia machista, represión contra la libertad de expresión o de reunión, pésimas condiciones laborales y auge del nacionalismo. ¿Qué es lo que puede hacer la FIFA en Rusia? “Hay cosas muy importantes que están en su mano. Queremos que la FIFA pida la excarcelación de Oyub Titiev, líder del grupo Memorial encarcelado”, piden desde HRW. A este activista le detuvieron hace unos meses por supuesto tráfico de drogas, aunque para los defensores de los derechos humanos se trata de un proceso fraudulento.

“La FIFA también podría hacer justicia con los sueldos no pagados a los trabajadores después de los Juegos Olímpicos de Invierno de Sochi”, enumera Daly.

Los líderes europeos también podrán ejercer su influencia en los actos oficiales del mundial. “Pedimos a los líderes europeos que no se unan a la fiesta VIP de Putin sin antes pedirle cambios concretos en su política en Siria, por ejemplo, dejando investigar de verdad los ataques químicos contra la población civil”, concluye Daly.