El gabinete de seguridad israelí ha aprobado este martes un acuerdo de alto el fuego en Líbano tras más de un año de guerra con Hizbulá que ha dejado 3.823 muertos y 1,2 millones de desplazados en el país árabe. En Israel, 78 personas han muerto —47 de ellas civiles— y alrededor de 60.000 han tenido que dejar sus hogares en el norte del país por el intercambio de fuego. Ahora, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, presentará la propuesta al Consejo de Ministros para su aprobación.
Netanyahu ha justificado la propuesta para aislar a Hamás en Gaza y recomponerse militarmente, además de para “centrarse en la amenaza iraní”. “Con Hizbulá fuera de la imagen, Hamás se queda solo en la campaña”, ha afirmado. “Pronto nos armaremos con armas sofisticadas que nos ayudarán a proteger a nuestras tropas y nos darán aún más fuerza para completar nuestras misiones”.
Netanyahu, ha afirmado que Hizbulá “ya no es el mismo” y que ha “retrocedido décadas”. “Hemos destruido la mayoría de los cohetes y misiles. Hemos matado a miles de terroristas y hemos destruido la infraestructura subterránea y terrorista cerca de nuestras fronteras”, ha asegurado. “Por eso presentaré esta noche ante el gabinete un plan de alto el fuego en Líbano”.
El presidente estadounidense, Joe Biden, ha comparecido victorioso poco después del anuncio de Netanyahu. “He hablado con el primer ministro de Israel y el del Líbano y me alegra anunciar que ambos gobiernos han aceptado la propuesta de los Estados Unidos para poner fin a este devastador conflicto”, ha anunciado el mandatario, quien ha señalado que el alto el fuego debe entrar en vigor a las 4.00 am, hora local.
Aunque Netanyahu no ha anunciado detalles del alto el fuego, las primeras filtraciones sugieren que el acuerdo se basa en la Resolución 1701 del Consejo de Seguridad de la ONU que permitió acabar la última gran guerra entre Israel y Hizbulá en 2006, aunque nunca llegó a implementarse. Según esas primeras filtraciones, en una fase inicial de 60 días, las tropas israelíes se retirarían de Líbano y Hizbulá se replegaría al norte del río Litani, cumpliendo así con la retirada de personal armado desde la Línea Azul que estipula la Resolución del Consejo de Seguridad.
En su lugar, el ejército de Líbano se desplegaría en la zona sur del país con el apoyo de la misión de paz de la ONU, FINUL. Las filtraciones en medios israelíes contemplan también la creación de un organismo internacional, encabezado por EEUU, para supervisar el cumplimiento del alto el fuego y en el que también estarán implicados otros países, entre ellos Reino Unido, Alemania y Francia.
La polémica reside en las afirmaciones de Israel, que asegura que mantendrá la capacidad de atacar Líbano. Algunos medios informan que incluso EEUU ha ofrecido garantías de apoyo para operaciones militares israelíes en la frontera en caso de que Hizbulá reconstituya sus fuerzas al sur del río Litani.
“Si Hizbulá intenta atacarnos, si se arma y reconstruye infraestructuras cerca de la frontera, atacaremos. Si lanzan misiles, si cavan grandes túneles... atacaremos [...] en total coordinación con EEUU”, ha dicho Netanyahu. Minutos después de la declaración de Netanyahu, un bombardeo israelí golpeó una zona comercial de Beirut. Solo el lunes murieron 55 personas y este martes Israel ha lanzado decenas de bombardeos sobre la capital en un espacio de 120 segundos.
“Es muy improbable que Hizbulá acepte que el régimen de Tel Aviv pueda entrar en Líbano cuando quiera para atacar objetivos militares y encima con una garantía estadounidense”, dice a elDiario.es Ignacio Gutiérrez de Terán, profesor del Departamento de Estudios Árabes e Islámicos en la Universidad Autónoma de Madrid y autor del libro 'Hezbolá: el laberinto de Oriente Medio'. “Y que se comprometa a irse al norte del Litani y no entrar armado al sur sería un suicidio político”, añade.
“Líbano se basa en la 1701, que no ampara lo que pide Israel (sí el desarme de las milicias hasta el Litani), por eso digo que Hizbulá, como acepte los borradores que supuestamente se están filtrando, reconoce la derrota”, añade el profesor.
Hizbulá no ha sido parte directa en las conversaciones, en las que el Gobierno de Líbano ha asegurado que la milicia chií cumplirá las condiciones. Según el Ejecutivo libanés, se trata de un entendimiento para implementar la Resolución 1701 del Consejo de Seguridad de la ONU y no un acuerdo nuevo entre las partes.
El ministro ultraderechista de Seguridad Nacional de Israel, Itamar Ben Gvir, ha dicho que se opone al alto el fuego, calificándolo de “error histórico”. “Esto no es un alto el fuego, es una vuelta a la idea de silencio por silencio y ya hemos visto dónde lleva esto. Al final, tendremos que entrar de nuevo en Líbano”.
El Gobierno de Líbano, dirigido por el primer ministro Najib Mikati, ha convocado para este miércoles el Consejo de Ministros “para estudiar los actuales acontecimientos y las novedades” en el conflicto.
El conflicto entre ambas partes estalló el 8 de octubre de 2023, cuando Hizbulá atacó territorio ocupado por Israel —oficialmente territorio sirio, pero que Siria considera como Líbano— como respuesta a la ofensiva en Gaza.
Mientras tanto, Israel ha bombardeado este martes un edificio cercano a una mezquita ubicada en el barrio de Nuweiri, en el centro de Beirut, y el ejército israelí ha confirmado haber realizado por primera vez operaciones en la zona oriental del río Litani, a unos seis kilómetros de la frontera israelí. Se trata de la primera vez que llegan a este área desde el año 2000.
“Los soldados atacaron distintos objetivos terroristas y se enfrentaron en combates a corta distancia contra milicianos” en la zona del río Litani, detallaba un comunicado castrense sobre el punto geográfico al que Israel exige que se replieguen los milicianos de Hizbulá.