Marruecos y Francia: el camino hacia la reconciliación diplomática pasa por la economía

Soraya Aybar Laafou

Casablanca —
2 de mayo de 2024 12:17 h

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Los participantes en el Foro Económico Marruecos-Francia celebrado en Rabat la semana pasada escenificaron una nueva era en la relación entre ambos países. Bajo el lema 'Juntos hacia un impulso renovado de oportunidades económicas y sociales', el reino alauí y la república gala volvieron a acercarse tras una época de discrepancias diplomáticas. Esa cercanía podría desafiar las preferencias estratégicas respecto a España.

La colaboración económica incluye los sectores energético y agroalimentario, así como la posible inversión de Francia en un proyecto de enlace eléctrico de alta tensión entre Dajla, en el Sáhara Occidental, y Casablanca, entre otras inversiones. A los nuevos pactos económicos consagrados en Rabat se suman las reiteradas visitas durante los primeros meses de 2024 de ministros franceses a Marruecos. En octubre de 2023, el ministro francés de Economía, Bruno Le Maire, se entrevistó en Marrakech con su homólogo marroquí y con el primer ministro, Aziz Akhannouch. Un mes después, el director general de la Agencia Francesa de Desarrollo, Rémy Rioux, fue recibido en Rabat por el ministro marroquí de Asuntos Exteriores, Nasser Bourita.  

La última visita del ministro francés de Exteriores, Stéphane Séjouré, consagró el apoyo de su país a los planes de Marruecos alrededor del territorio del Sáhara Occidental. En rueda de prensa con su homólogo Bourita, Sejourné sorteó uno de los mayores baches de los últimos tiempos en la relación bilateral y se comprometió a la participación francesa en el desarrollo de la excolonia española, controlada de facto por Marruecos pero reclamada por el movimiento saharaui del Frente Polisario. 

En los acercamientos diplomáticos también ha contribuido la llegada de Samira Sitail a París, después de que en octubre de 2023 el Rey Mohamed VI la designara como embajadora del reino alauí en Francia. Su nombramiento llenó un vacío diplomático, ya que nadie ocupaba ese puesto desde enero de 2023. Dos semanas antes del nombramiento de Sitail, Mohamed VI acreditó definitivamente al embajador de Francia en Rabat, Christophe Lecourtier. Este último había presentado sus credenciales un año antes de su aceptación como representante diplomático ante el reino de Marruecos.

Una relación sacudida por el terremoto de Al Houz y Pegasus

El 27 de febrero de 2023, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, aseguró durante una rueda de prensa que sus relaciones con el rey de Marruecos eran “amistosas” y “seguirán siéndolo”. A finales de ese año, el rechazo de Marruecos a la ayuda humanitaria ofrecida por Francia tras el terremoto en la región de Al Haouz se alejaba de la visión del Elíseo sobre su relación con Rabat. A esa negativa del Gobierno, se sumó el rechazo de la opinión pública marroquí a la aproximación de Macron a los damnificados y a los nacionales. En un vídeo difundido en su cuenta oficial de la red social X, Macron dirigió un mensaje directamente a “los y las marroquíes”, lo que levantó críticas y se percibió como un trato con hendeduras coloniales.

Por otro lado, desde 2022, Macron ha tratado de refundar su relación con Argelia, marcada por los crímenes del colonialismo y una guerra de independencia sanguinaria. En agosto de ese año, el líder francés realizó un viaje institucional, el primero en cinco años, al país del norte de África. Su estancia, durante la cual se reunió con su homólogo argelino, Abdeljmajid Tebún, coincidió con el giro y acercamiento de España a la posición de Marruecos sobre el Sáhara Occidental. Con el apoyo de Estados Unidos, Israel y España, Marruecos prescindió de su relación con Francia, que estrechaba lazos con Argelia, país que apoya la causa saharaui.

A estas tiranteces se suma la crisis tras la revelación del espionaje en el móvil del presidente Macron con el sistema israelí Pegasus en 2021. Entonces, se acreditó que miembros del Gobierno, periodistas, políticos y activistas habían sido víctimas de infiltraciones en sus terminales móviles. Tras la investigación, Francia acusó a Marruecos de estar detrás del espionaje, lo que detonó la ruptura de las relaciones diplomáticas entre los dos países.

¿Una amenaza para los lazos económicos entre España y Marruecos?

A pesar de que París ha irritado a la diplomacia alauí a través de sus gestos con Argelia o las acusaciones de espionaje con Pegasus, las recientes andaduras económicas y políticas inauguran una nueva época. Un acercamiento que podría entorpecer los progresos en la relación de Marruecos y España. Según datos oficiales marroquíes, el comercio con Francia en 2023 ascendió hasta los 15.000 millones de euros, un 33% más que en 2021. Actualmente, Francia es el primer socio de Marruecos en términos de ingresos por turismo e inversión extranjera. Sin embargo, España había sido el principal socio de Marruecos en los años previos a 2022.

París está invirtiendo y labrando su relación con Rabat a través de los proyectos de hidrógeno verde e infraestructuras ferroviarias. En el primer caso, durante su última visita a Marruecos, el ministro francés de Economía expresó la necesidad de dar un “nuevo impulso” a las relaciones y explorar la cooperación en el sector del hidrógeno verde. Tanto es así que la Agencia Francesa de Desarrollo concederá un préstamo de 350 millones de euros a OCP, uno de los principales grupos industriales de Marruecos, para la inversión en “hidrógeno, descarbonización y en proyectos verdes”. 

España, por su parte, busca afianzar su buena relación económica con el país alauí a través de las exportaciones de productos agroalimentarios españoles. En 2023, las exportaciones ascendieron a 1.155 millones de euros, un aumento del 8,3% en comparación con 2022. Para España, Marruecos se ha convertido en el tercer mercado extracomunitario más significativo, después de Reino Unido y Estados Unidos. En enero de 2023, fue inaugurada una aduana comercial en la frontera de Ceuta con Marruecos (que nunca había existido) y reabierta la de Melilla, cerrada unilateralmente por Marruecos en 2018.

Marruecos lanzó el pasado mes de noviembre la licitación internacional para adquirir 168 trenes –18 de ellos de alta velocidad, para cubrir la nueva línea de Casablanca a Marrakech–, por un coste total de 1.470 millones de euros. Varias empresas europeas mostraron interés en el concurso, entre las que destacan las españolas Talgo y Construcciones y Auxiliar de Ferrocarriles (CAF); así como la francesa Alstom, que ya ha participado en el suministro de trenes de alta velocidad de Al Boraq. A pesar de que la decisión final dependerá de la Oficina Nacional de Ferrocarriles marroquí, la compañía francesa tiene un historial en el país árabe. En 2020, construyó una planta de fabricación de trenes en Fez y ahora prevé inaugurar su segunda en el puerto de Tánger Med, uno de los más importantes de África y el Mediterráneo.