Marruecos insinúa que Argelia está detrás del salto de migrantes a la valla de Melilla
Marruecos ha insinuado este lunes que Argelia es responsable de la tragedia ocurrida el pasado viernes en la valla de Melilla, donde murieron 37 migrantes subsaharianos al intentar entrar en España.
La embajada del país magrebí en España afirma en un comunicado que la “extrema violencia” de los asaltantes y la estrategia del asalto “denotan un alto sentido de organización, una progresión planificada y una estructura jerárquica de líderes aguerridos y entrenados con perfiles de milicianos experimentados en zonas de conflicto”, según informa Europa Press.
Los “atacantes” entraron en Marruecos a través de la frontera con Argelia “aprovechando la deliberada laxitud de este país en el control de sus fronteras con Marruecos”, añade Rabat.
El gobierno español, por su parte, ha defendido este lunes la actuación de Marruecos pese a la dureza de las imágenes de la gendarmería del país magrebí, que mantiene que son 23 los migrantes subsaharianos fallecidos. “Juntos estamos velando por proteger nuestra frontera”, ha indicado el presidente Pedro Sánchez.
La situación, que incomoda a todo el Ejecutivo y divide a los socios de la coalición, se produce dos meses y medio después de que Sánchez alcanzara un acuerdo con Marruecos que Moncloa defiende a capa y espada, a pesar de que le ha supuesto ya varios problemas a nivel interno y también una crisis diplomática con Argelia por el viraje en la posición histórica respecto al Sáhara.
En unas imágenes inéditas captadas por elDiario.es de lo ocurrido en el intento de entrada a Melilla, se puede observar la violencia empleada por policías marroquíes. En ellas se ve a decenas de migrantes sentados en fila en territorio español para ser devueltos en caliente a Marruecos, donde acababan de sobrevivir al salto de la valla y a la avalancha desencadenada en el lado marroquí de la frontera. Un joven, aferrado al límite más alto de la alambrada de forma inestable, sortea las pedradas lanzadas por policías marroquíes desde el tejado de un puesto de control español.
Otros hombres caminan cabizbajos entre las dos verjas que componen la frontera melillense [localizada en suelo melillense] mientras reciben golpes y empujones de los agentes alauíes, mientras unos pocos jóvenes esquivan el control policial y corren despavoridos para evitar su retorno.
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