Una niebla constante acompañó el clima afuera del Congreso argentino mientras los senadores debatían la Ley Bases, que propone cambiar la estructura económica hacia un régimen ultraliberal. La bruma se mezcló con gases lacrimógenos ya avanzado el debate que había empezado a las 10 de la mañana. Miles de personas se manifestaban contra un proyecto que desmantela el Estado, precariza el empleo y concede grandes beneficios a empresas extranjeras mientras se sucedían los incidentes y la represión policial. Al menos 30 personas fueron detenidas y decenas resultaron heridas. A las 23 horas locales, el gobierno de Javier Milei logró una muy ajustada aprobación en el Senado de la primera ley en seis meses de gobierno. El texto deberá volver a la Cámara de Diputados, donde el oficialismo podría insistir con su versión original.
Afuera del Congreso de la Nación los cánticos no pararon a lo largo del día pese al operativo comandado por la ministra de Seguridad Patricia Bullrich. “Unidad de los trabajadores, y al que no le gusta se jode, se jode”, “No se vende, la patria no se vende”, se escuchaba una y otra vez, mezclado con el sonido de bombos y cacerolas, en boca de militantes de organizaciones sociales, sindicales, organismos de derechos humanos y agrupaciones políticas de izquierda y peronistas, así como ciudadanos de a pie. Adentro del recinto, después de 13 horas de debate, 36 senadores (siete libertarios, seis del PRO y 12 radicales y 11 de distintos bloques provinciales votaron a favor y 36 en contra, entre ellos 33 legisladores peronistas (de Unión por la Patria), el radical Martín Lousteau y dos miembros de Por Santa Cruz. La vicepresidenta Victoria Villarruel, como presidenta de la Cámara Alta, inclinó con su voto la balanza por la aprobación de la Ley Bases. Con esta norma, Milei tendrá facultades excepcionales delegadas en materia administrativa, económica, financiera y energética.
Las fuerzas de seguridad aplicaron el protocolo antipiquete (antiprotesta) con camiones lanza agua, balas de goma y gases lacrimógenos. Hubo diputados heridos de Unión por la Patria (peronismo). Un grupo de manifestantes arrojó piedras y cócteles molotov. La policía reprimió de inmediato. El presidente ultraderechista ha acusado a los protagonistas de los disturbios de “terroristas” que “intentaron perpetrar un golpe de Estado” y ha esperado a la votación para poder embarcar rumbo a Italia, a la cumbre del G7.
El gobierno libertario debió hacer concesiones con el megaproyecto para garantizar su aprobación. Quedaron sus pilares, pero debió retroceder con la lista de empresas a privatizar, dejando afuera a Aerolíneas Argentinas, Radio y Televisión Argentina y Correo Argentino. De este modo, sólo quedarían Enarsa e Intercargo, mientras que en las empresas a concesionar permanecen Aysa, Belgrano Cargas, Corredores Viales y Sociedad Operadora Ferroviaria.
El cuestionado RIGI
Entre los artículos que más resistencia han tenido figuran los relacionados al Régimen de Incentivos para las Grandes Inversiones (RIGI). Este sistema otorga un trato preferencial a los bienes importados por grandes empresas extranjeras beneficiarias del RIGI, para las que inviertan un mínimo de 200 millones de dólares en actividades primarias. Podrán ingresar cualquier bien de capital, repuestos o insumos sin arancel alguno, en la etapa de inversión inicial y durante los próximos 30 años. Así, queda en desventaja la industria nacional.
Fernando Morra, director de análisis macroeconómico del think tank Suramericana Visión, señala a elDiario.es que “el RIGI apunta a tentar a las empresas extranjeras, ya que tendrán la disponibilidad de hacerse con la totalidad de los dólares de exportaciones, justo cuando el país necesita recuperar dólares. Entonces es problemático. En Argentina compensamos las bajas regalías de las provincias con el derecho de exportación, con el RIGI será cero el impuesto al derecho a la exportación de cobre, litio, oro o gas. Y el Impuesto a las Ganancias tendrá una baja significativa del 25 %. Entonces, este régimen no deja dólares y recauda pocos impuestos”.
A última hora del debate, el oficialismo informó modificaciones al RIGI al indicar que se recorta a los siguientes sectores: minería, energía, tecnología, agroforestal e infraestructura.
Morra agrega que el extractivismo debe ir acompañado de un desarrollo. “Si hacemos extractivismo pero cobramos impuestos, realizamos obras de infraestructura y ponemos un pie en la escalera de desarrollo sería distinto. Pero con la Ley Bases no vamos a cobrar impuestos, ni a realizar obras públicas, entonces explotamos recursos y no nos desarrollamos”. El experto concluye: “El fomento de la inversión está mal en un sistema que no hace nada por el desarrollo científico tecnológico y que desatiende áreas clave como salud, educación. Se necesita combinar mercado, infraestructura y capital humano.”
“Extractivismo y primarización”
Para Myriam Bregman, diputada del Frente de Izquierda y de los Trabajadores-Unidad, el RIGI representa un saqueo a los recursos. Su partido, que cuenta con cinco diputados, se opuso tajantemente. Afuera del Congreso, Bregman señala a elDiario.es su preocupación. “A Argentina le están asignando en la división mundial del trabajo un lugar de extractivismo, de bajos salarios, territorio de saqueo, porque esta ley cambia las condiciones de nuestro país de forma estructural con el RIGI, que es el mecanismo para darle vía libre a lo que ellos llaman inversiones y yo llamo saqueo. No van a dejar un peso en nuestro país, incluso una cláusula estipula que cuando haya un bien natural que sea escaso tiene prioridad una empresa por ejemplo extractora de litio y no la comunidad que esté cercana al uso de ese bien común. Convierten a la Argentina en un territorio liso y llano para el extractivismo y la primarización de la economía”.
La excandidata presidencial dijo una frase muy recordada a su rival Milei durante el debate de la campaña electoral: “Más que un león es un gatito mimoso del poder económico”. El presidente libertario se describe como rey de la selva.
Reforma laboral
Bregman apunta contra la reforma laboral, parte de la Ley Bases. “Cambian la ley laboral para que los salarios sean mucho más bajos y para que los trabajadores no puedan reclamar ni siquiera en casos de discriminación. Los radicales jamás dijeron en campaña electoral que las mujeres trabajemos hasta diez días antes del parto, o que si sos empleada pública te pueden echar estando embarazada. Es decir, dicen unas cosas en campaña y luego hacen lo contrario por favores personales”.
La reforma laboral busca flexibilizar aspectos clave como la posibilidad de reemplazar la indemnización por un fondo de cese laboral que se deducirá del salario mensual, la extensión del período de prueba a seis o 12 meses y la exención de multas para empresarios que no hayan registrado a sus empleados. Además, aparece la figura del trabajador independiente, con la posibilidad de tener hasta cinco trabajadores bajo la modalidad del monotributo, extinguiendo la relación laboral.
Cacerola en mano, Elsa Lazarte, jubilada, dice indignada frente al Congreso: “Esta ley no le da ningún beneficio al trabajador argentino, todo lo contrario, le otorga beneficios a los grandes empresarios. Es una vergüenza lo que hacen con el país, están vendiendo a Argentina. Es triste. Hay mucha gente que no tiene para comer. Chicos jóvenes sin futuro. Los senadores se aumentaron los sueldos cuando la gente está pasando necesidades”.
El cartel que lleva en alto María Inés Bonfante sintetiza el sentir de la calle. “Senadores y diputados colaboracionistas: Saben que entregan el territorio, saben que destruyen la industria nacional. Saben que entregan la soberanía, que van a depredar nuestros recursos naturales”.