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La pandemia golpea el Brexit: un positivo interrumpe las negociaciones cara a cara en la recta final

Andrés Gil

Corresponsal en Bruselas —
19 de noviembre de 2020 18:34 h

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La irrupción de la pandemia obligó a detener las reuniones presenciales en primavera. Incluso el negociador jefe de la UE, Michel Barnier, llegó a dar positivo. El formato por videoconferencia se prolongó durante meses, hasta que las dos partes se dieron cuenta de que la única forma de avanzar podía ser con reuniones en persona en las que se pudieran intercambiar papeles y apuntes. Pero, aun así, los principales asuntos en discordia no han terminado de cerrarse. Quedan escasas seis semanas para que Reino Unido haga efectiva su salida de la Unión Europea y, a día de hoy, sigue sin haber un acuerdo sobre la relación futura entre Londres y la UE.

Y justo ahora, cuando el tiempo se agota, un positivo entre el equipo negociador de Barnier ha obligado a interrumpir las negociaciones este jueves.

“Uno de los negociadores de mi equipo ha dado positivo por la COVID-19. Con David Frost [el negociador jefe británico] hemos decidido suspender las negociaciones a nuestro nivel durante un breve período. Los equipos continuarán su trabajo respetando plenamente las directrices”, ha afirmado Barnier.

“Estoy en estrecho contacto con Michel Barnier”, decía Frost: “La salud de nuestros equipos es lo primero”.

“La Comisión nos ha informado que un funcionario de su delegación ha dado positivo por la COVID-19”, ha dicho un portavoz del Gobierno británico: “Estamos hablando con ellos las implicaciones para las negociaciones. Hemos estado y continuaremos actuando de acuerdo con las pautas de salud pública para garantizar la salud y el bienestar de nuestros equipos”.

“Con respeto a las indicaciones de salud pública,, los equipos del Reino Unido y la UE han acordado continuar negociando a distancia por el momento. Las conversaciones se reanudarán en persona cuando se considere seguro hacerlo. La salud y el bienestar de nuestro personal son nuestra prioridad. Las negociaciones se han llevado a cabo de manera coherente con las leyes y directrices aplicables sobre distanciamiento social”, explican fuentes del Gobierno británico.

De acuerdo con las directrices belgas, nadie del equipo del Reino Unido se ha autoconfinado. Las decisiones sobre viajes se tomarán de acuerdo con las directrices aplicables, afirman fuentes de la negociación, que esperan que se reanuden las conversaciones en Londres cuando se considere seguro.

Después de que la semana pasada las negociaciones se desarrollaron en Londres, este lunes se habían retomado en Bruselas. “Yo y nuestro equipo hemos estado en conversaciones casi todos los días desde el 22 de octubre”, decía Frost a su llegada: “Estamos trabajando para llegar a un acuerdo, pero el único posible es uno que sea compatible con nuestra soberanía y recupere el control de nuestras leyes, nuestro comercio y nuestras aguas. Esa ha sido nuestra posición constante desde el principio y no la cambiaremos. Ha habido algunos avances en una dirección positiva en los últimos días, aunque, por supuesto, todavía no se han acordado elementos importantes. Trabajaremos para aprovecharlos y lograr un acuerdo general si es posible. Pero puede que no tengamos éxito. De cualquier manera, como el primer ministro, Boris Johnson, dejó en claro el 16 de octubre, la ciudadanía y las empresas deben prepararse para el cambio que se avecina el 31 de diciembre, tanto si hay un acuerdo como si no”.

“Queremos que nuestra cooperación futura sea abierta pero justa en todos los ámbitos”, decía Barnier. ¿Y a qué se refería? A los principales asuntos en disputa: la pesca, el terreno de juego equilibrado y la gobernanza del acuerdo. Al margen de que Reino Unido siga pretendiendo saltarse la ley internacional si sigue adelante con la quiebra del acuerdo retirada del Brexit en lo relativo al protocolo de Irlanda.

“La pesca es muy compleja, afecta a varios países y no todos de la misma manera”, abunda una fuente diplomática, “y los 27 están unidos también en esto. Sabemos que la cuotas no pueden ser las mismas antes que después del Brexit, pero hay que llegar a un acuerdo”.

“Tenemos es que encontrar una solución que sea sostenible”, dicen fuentes del Gobierno español: “La pesca es una cuestión de compartir un ámbito pesquero muy tradicional, muy importante, para algunos más que para otros en términos sociales. Pero en términos de pesca es importante. Nosotros tenemos además muchos intereses cruzados. Tanto lo que pescamos como lo que recibimos de las exportaciones desde el Reino Unido a nuestro mercado interior de pesca. La pesca es un mundo muy especial en el que es tan importante pescar como comprar la pesca”.

En cuanto al asunto de la gobernanza: “Se trata de evitar el modelo suizo”, dice una fuente diplomática en relación al acuerdo comercial con la Confederación Helvética: “Un modelo que se ha demostrado muy complicado de gestionar por la Comisión Europea y por los Estados, en el que tener 25 mesas distintas para abordar la relación lo único que hace es complicar la relación y convertir el mercadeo en una especie de política permanente. Eso no puede ser”.

“Lo que no ha sido sano es ese debate anglobritánico de que la soberanía consiste no en negociar un acuerdo”, tercia una fuente comunitaria, “sino en que el otro diga lo mismo que tú. Eso es un malentendido de lo que es la soberanía. Cuando un gobierno te dice en una mesa negociación que ha hecho el Brexit para ser soberano y acto seguido te dice que como es soberano lo que tienes que hacer es lo que te diga, pues entonces me parece que hay un malentendido sobre en qué consiste la soberanía”.

Conversaciones a distancia

Lo que el positivo ha ocasionado es una interrupción de las conversaciones cara a cara, que es el formato más fructífero. No obstante, por ahora, las conversaciones continúan, aunque virtualmente. Barnier debe ponerse en cuarentena pero permanecerá “en contacto permanente con David Frost”, dicen fuentes diplomáticas. El resto de los negociadores que no estuvieron en contacto con la persona contagiada pueden continuar las conversaciones, mientras el resto lo haga virtualmente.

Lo que sigue en la agenda es la reunión de los embajadores de los 27 ante la UE este viernes por la mañana para hablar del estado de las negociaciones del Brexit.

“Como ha dicho el primer ministro”, explica una fuente británica, “hemos sido totalmente claros en que no queremos nada más que una relación al estilo de Canadá basada en el comercio libre y justo. Siempre ha sido nuestra preferencia llegar a un acuerdo y estamos trabajando duro para lograrlo, pero solo si podemos llegar a uno que sea compatible con nuestra soberanía y así recuperar el control de nuestras leyes, nuestro comercio y nuestras aguas. Esa ha sido nuestra posición constante desde el principio y no la cambiaremos”.

“Si no podemos llegar a un acuerdo que respete plenamente la soberanía del Reino Unido, nos iremos con un status como el que tiene Australia”, afirma la fuente británica.