Su calle casi ha desaparecido y, en algunas zonas, las tropas rusas están casi a 300 metros. La batalla está cerca: todo truena mientras cargan sus pertenencias en el coche, un dron sobrevuela. Antes de salir de la ciudad, se llevan a sus dos pastores alemanes. Es el relato del equipo de los Ángeles Blancos, una unidad especial de policía, de la evacuación de una pareja de la localidad de Avdivka, donde apenas quedan 1.100 civiles.
El Ejército de Vladímir Putin está elevando su presión y logrando ciertos avances sobre esta ciudad de la región de Donetsk, actualmente uno de los grandes epicentros de la guerra de Ucrania y foco de una batalla encarnizada. Prácticamente rodeada por tres lados por las tropas rusas, la localidad, o lo que queda de ella –como muchas otras ha sido reducida a ruinas por los incesantes bombardeos– aún sigue en manos ucranianas.
Este miércoles, el alcalde de Avdivka dijo que el Ejército ruso había logrado entrar por primera vez en la ciudad, pero fue repelido. “Grupos de sabotaje y reconocimiento rusos entraron en la parte sur de Avdivka, pero fueron rechazados”, dijo a AFP, y aseguró que la situación es “difícil” pero está “bajo control”. El alcalde aseguró que es la “primera vez” que las tropas rusas entran en la localidad, aunque no confirmó cuándo había ocurrido. Según dijo en otra entrevista, Rusia está ejerciendo presión sobre toda la línea de defensa alrededor de la ciudad.
Las fuerzas rusas han intensificado sus ataques en los últimos días sobre Avdivka, intentando avanzar en el norte de la localidad, con el apoyo cada vez más frecuente de aviones de combate, según ha explicado esta semana el portavoz del Ejército ucraniano Oleksandr Shtupun. Se cree que las bajas son elevadas. Un francotirador ucraniano ha descrito esta semana a la CNN cómo los rusos lanzan oleada tras oleada de atacantes contra los defensores atrincherados. “Nadie los evacua, nadie se los lleva”, dice. “Da la sensación de que la gente no tiene una tarea específica, simplemente van y mueren”.
Mientras continúan los combates, los analistas han confirmado recientemente avances por parte de Rusia en la zona y hablan de un deterioro de la situación para las tropas ucranianas, especialmente en la zona residencial del sur de la ciudad, a medida que Moscú intenta aprovechar su ventaja en personal y munición. “La situación empeora en Avdivka”, tuiteó este miércoles el destacado experto Michael Kofman.
Emil Kastehelmi, analista de inteligencia de fuentes abiertas y experto en historia militar, ha explicado que se están produciendo importantes bombardeos en la parte sur de la Avdivka. “La posición ucraniana, conocida como Zenit, también ha estado bajo fuego intenso. Rusia ha hecho intentos de capturarla, pero Ucrania todavía parece controlarla. Si los rusos pudieran establecer un punto de apoyo permanente en las zonas del sur de Avdivka, mantener Zenit podría resultar más difícil”, dijo en X este miércoles. Preguntado acerca de si cree que las tropas ucranianas deben abandonar Avdivka, el experto respondió que de momento, Kiev “parece ser capaz de desgastar a los militares rusos” allí, pero sus pérdidas no están claras.
Desde octubre, el Ejército ruso ha intensificado la presión para cercar la ciudad de Avdivka, situada a escasos kilómetros de la ciudad de Donetsk –en manos de las tropas de Putin–. La ciudad, uno de los puntos claves en el intento ruso de hacerse con el Donbás, ha estado en primera línea desde 2014 y se considera que su captura reforzaría el control ruso sobre la ciudad de Donetsk.
Actualmente, Rusia está presionando en diferentes partes del este de Ucrania con el objetivo de hacerse con el Donbás, a pesar de las grandes pérdidas, aunque el avance hasta ahora ha sido lento. Recientemente, también parecen haber logrado cierto progreso en Kreminna, al noreste, y la batalla continúa en Bajmut, capturada por las tropas rusas en mayo tras una costosísima batalla de desgaste.
Mientras hacen frente a la escasez de proyectiles y de mano de obra, las fuerzas ucranianas han adoptado una postura más defensiva en muchas áreas del frente cubierto de nieve tras el fracaso de su contraofensiva el año pasado contra las líneas rusas fuertemente defendidas en el sur y el este del país.
Cruce de acusaciones sobre el avión estrellado
Entretanto, continúa el cruce de acusaciones entre Kiev y Moscú sobre el avión de transporte militar estrellado en el que, según las autoridades rusas, viajaban 65 prisioneros de guerra ucranianos y fue derribado por las fuerzas ucranianas. Un vídeo difundido en redes sociales y verificado por medios internacionales muestra cómo una gran aeronave cae al suelo y explota en una enorme bola de fuego en la región de Bélgorod, fronteriza con Ucrania y una parada vital en las líneas de suministro rusas.
El Comité de Investigación de Rusia ha anunciado que ha abierto un caso de terrorismo, mientras que el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, ha acusado a las fuerzas ucranianas de cometer un “acto monstruoso”. Los medios rusos recogen que se han recuperado dos cajas negras de los restos del avión y los dispositivos serán entregados a un laboratorio especial del Ministerio de Defensa.
De momento, muchas preguntas continúan sin respuesta.
Las autoridades de Kiev no han negado explícitamente el derribo del Il-76, pero han cuestionado los detalles del relato de Moscú, insistiendo en que no pueden confirmar que llevara a bordo soldados ucranianos capturados que iban a ser intercambiados por militares rusos.
Ucrania sí confirmó que este miércoles se iba a llevar a cabo un canje de prisioneros, pero ha acusado a Rusia de no haberle solicitado que garantizara la seguridad del espacio aéreo sobre Bélgorod. Un alto legislador ruso ha declarado que la inteligencia militar ucraniana había recibido un aviso de 15 minutos antes de que el avión entrara una zona en la que supuestamente fue derribado.
El portavoz de la inteligencia militar ucraniana, Andriy Yusov, ha asegurado este jueves que Moscú aún no ha aportado pruebas de que hubiera prisioneros ucranianos a bordo. También ha afirmado que en los vídeos del lugar de los hechos publicados en Internet no se ven restos de cuerpos humanos y ha señalado que, según la información de la que disponen, el día anterior solo cinco cadáveres fueron llevados a la morgue de Bélgorod.
El mismo portavoz ha sugerido que a bordo podía haber tanto misiles S-300 y personas. Este miércoles, cuando las noticias del avión estrellado comenzaron a circular, fuentes de las fuerzas armadas ucranianas dijeron a los medios del país que la aeronave llevaba misiles S-300, que Rusia utiliza regularmente para bombardear Ucrania. Inicialmente, la publicación Ukrainska Pravda, citando una fuente militar ucraniana, informó de que las tropas ucranianas estaban implicadas en el derribo del avión, pero después corrigió el artículo explicando que otra fuente militar no había confirmado esta información.
El Servicio de Seguridad de Ucrania ha iniciado una investigación y las autoridades del país también insisten en que haya una investigación internacional independiente, pero el avión se estrelló en territorio ruso, lo que puede obstaculizar cualquier esfuerzo en este sentido. “Es necesario establecer todos los hechos con precisión”, dijo este miércoles el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski. “Los rusos juegan con las vidas de los prisioneros ucranianos, los sentimientos de sus familiares y las emociones de nuestra sociedad”.