Reino Unido someterá a pruebas a miles de personas en un “esprint” para frenar la variante sudafricana

elDiario.es

2 de febrero de 2021 11:55 h

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Varias localidades de Inglaterra harán pruebas a la población en un “esprint de dos semanas” para determinar y frenar la propagación de la variante del coronavirus detectada por primera vez en Sudáfrica, después de que se hayan detectado casos no conectados directamente con viajes a la nación africana o con positivos conocidos de esa variante en hasta ocho áreas inglesas.

Se han creado equipos de personal sanitario, bomberos y voluntarios para repartir y recoger kits de pruebas PCR puerta a puerta, y se enviarán unidades móviles de test a cada zona. Es posible que se analicen las aguas residuales para determinar la prevalencia de la variante, que se cree que es más transmisible que el virus original, informa The Guardian.

Reino Unido ha identificado un total 105 casos de la variante surafricana, que se cree que es tan contagiosa como la variante británica que comenzó a extenderse en septiembre y puede restar cierta efectividad a las actuales vacunas, según informó este lunes el ministro de Sanidad, Matt Hancock.

Hancock explicó que se habían descubierto casos que sugerían transmisión comunitaria en ocho zonas, desde Surrey, en el sur de Inglaterra, hasta Sefton, en Merseyside.

Se ha ordenado hacer pruebas a unos 80.000 residentes en los códigos postales en los que se han detectado casos sin origen en viajes. El objetivo, dijo el ministro, es “detener por completo” la propagación de esta variante. “Si usted vive en uno de estos códigos postales, es imperativo que se quede en casa y se haga una prueba aunque no tenga síntomas”, dijo Hancock en una rueda de prensa en Downing Street.

Un documento sobre la respuesta al que ha accedido The Guardian describe el plan como “un esprint de dos semanas” y dice que Hancock “ha ordenado un intento de eliminación de la nueva variante si es posible”.

Según ha informado la BBC, los análisis a domicilio se efectuarán en Woking, en el condado sureño de Surrey, y también en las localidades de Londres y Walsall (centro) y otras zonas en los condados de Kent (sureste) y Hertfordshire (al norte de Londres). En Woking, los test aleatorios los llevarán a cabo el Foro Local de Resiliencia (SLRF, en ingles) junto con la autoridad sanitaria de Inglaterra y el Ministerio de Sanidad, ha confirmado el Consejo de distrito de Surrey.

“Necesitamos frenarla con firmeza”

La directora de salud pública del condado, Ruth Hutchinson, aseguró que se trata de “una medida de precaución”. “Cuántos más casos de la variante encontremos, más probabilidades tenemos de evitar que se extienda”, dijo, al tiempo que animó a los vecinos a hacerse la prueba para “ayudar a sus comunidades y seres queridos”.

Hasta ahora, el centenar de casos de la variante surafricana que las autoridades sanitarias británicas habían detectado en análisis aleatorios de test positivos habían podido relacionarse con personas que habían viajado al país o con otros portadores, lo que no ocurre con los últimos contagios.

Entre los pacientes infectados con esa variable, 11 de ellos no parecen tener relación alguna con viajes internacionales, por lo que el Ejecutivo teme que exista transmisión comunitaria y ha pedido a los residentes en varios distritos de Londres y el resto de Inglaterra que extremen las precauciones y minimicen todo contacto social.

Aunque hay muchas mutaciones del virus en todo el mundo, los expertos siguen con particular atención unas cuantas, entre ellas la 501.V2 sudafricana. “Es importante subrayar que actualmente no existen pruebas de que esta variante cause una enfermedad más grave”, dijo Hutchinson, que agregó que “no hay necesidad de preocuparse”. En la misma línea se manifestó Hancock, que dijo que “no hay evidencias que sugieran que esta variante sea más severa, pero necesitamos frenarla con firmeza”.

La directora ejecutiva de la agencia sanitaria de Inglaterra (Public Health England), Susan Hopkins, subrayó que las vacunas que se han aprobado hasta ahora han demostrado una efectividad contra esa variante por encima de los mínimos requeridos por la Organización Mundial de la Salud (OMS), aunque el grado de eficacia puede ser menor que con las variantes originales del virus.

Hopkins espera que, en todo caso, las actuales vacunas permitan “reducir las hospitalizaciones y muertes” asociadas a casos de la nueva variante sudafricana. Afirmó además que no descarta que en el futuro sea necesario administrar dosis adicionales a la población para protegerla contra esta y otras mutaciones.

La experta dijo también que con la tasa R0, que mide el número de personas a las que contagia cada infectado, por debajo de 1 se pueden “reducir estos casos de la nueva variante”.

Sin embargo, otros científicos han advertido de que puede ser demasiado tarde para eliminarla. “Es probable que esté bastante extendida si ya estamos viendo casos comunitarios en ocho zonas. El aumento de las pruebas consistirá más para frenarla que en cualquier expectativa de deshacerse de ella”, dice Rowland Kao, presidente de epidemiología veterinaria y ciencia de datos de la Universidad de Edimburgo, en declaraciones recogidas por The Guardian.

El resultado depende en parte de que la población cumpla con las peticiones de pruebas, por lo que Gabriel Scally, profesor de salud pública en la Universidad de Bristol, considera que el “proceso es extraordinariamente intenso y probablemente no tendrá mucho éxito”.