Rusia rechaza la responsabilidad por el bloqueo del mar Negro y pide que Ucrania desmine los puertos
El ministro de exteriores ruso, Sergey Lavrov, en un encuentro este miércoles en Ankara con su homologo turco Mevlüt Çavuşoğlu, ha rechazado que el bloqueo del mar Negro sea responsabilidad de Rusia y ha repetido lo que Moscú lleva semanas defendiendo: para desbloquear las exportaciones de granos ucranianos lo que hace falta es que Ucrania desmine los puertos. “Para resolver el problema, lo único que se necesita es que los ucranianos permitan que los barcos salgan de sus puertos, ya sea desminándolos o marcando corredores seguros, no se requiere nada más”, ha dicho Lavrov en la rueda de prensa posterior a una reunión sobre la que se concentraban las esperanzas de un avance hacia una solución. El desminado del puerto de Odesa, con la ayuda de Turquía, es una de las propuestas del plan para el desbloqueo del mar Negro para activar corredores seguros para los barcos y dar salida a los 20 millones de toneladas de trigo varadas en Ucrania. “Hablamos de un mecanismo a desarrollar entre Naciones Unidas, Rusia, Ucrania y Turquía. Consideramos que Turquía podría aplicar ese plan”, ha afirmado Çavuşoğlu, tras la reunión. Ankara, a petición de Naciones Unidas, también se encargaría de escoltar a los buques mercantes.
Kiev no se fía
El plan, sin embargo, se mira con escepticismo desde Kiev. El Gobierno ucraniano teme que Rusia pueda aprovechar la disminución de la defensa de la terminal de Odesa para lanzar un ataque contra la estratégica ciudad portuaria. Ucrania es uno de los principales productores y exportadores de cereales del mundo y el bloqueo de sus exportaciones amenaza con ahondar la ya incipiente crisis alimentaria en países ya vulnerables, como llevan repitiendo desde hace semanas varias agencias de Naciones Unidas. Algo que Lavrov ha negado. Según el ministro de Exteriores ruso, la crisis alimentaria actual no tiene nada que ver con la situación en torno al grano ucraniano, ya que Ucrania produce “menos del 1 % del cereal” a nivel mundial. Sin embargo, según los datos de Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, en sus siglas en inglés) Ucrania es el sexto exportador de trigo y morcajo (Rusia encabeza la lista de los principales exportadores), con el 10 por ciento de cuota de mercado, y es también el tercer exportador mundial de cebada y de maíz, donde la cuota de Rusia es más reducida. Y sus principales importadores son países del Norte de África y de Asia.
“Dado el reciente ataque con misiles rusos contra un almacén de granos en Mikolaiv, no podemos descartar que Rusia esté planeando usar este corredor para atacar Odesa y el sur de Ucrania. Por eso se necesitan garantías de seguridad efectivas para restablecer la navegación. Estas garantías deben pasar por suministrar a Ucrania las armas apropiadas para proteger la costa de las amenazas desde el mar y que fuerzas navales de terceros países patrullen esta zona del mar Negro”, se lee en un comunicado publicado este martes por el Ministerio de Exteriores ucraniano. “Apreciamos los esfuerzos de Turquía -prosigue la nota- para desbloquear los puertos ucranianos. Al mismo tiempo, cabe señalar que no hay acuerdo sobre este tema entre Ucrania, Turquía y Rusia en este momento. Hacemos hincapié en que las decisiones deben tomarse con la participación de todas las partes involucradas. Rechazaremos cualquier acuerdo que no tenga en cuenta los intereses de Ucrania”.
Ante los recelos de Kiev, Lavrov ha vuelto a reiterar la promesa de que Rusia no aprovechará la situación para avanzar en el plano militar. El jefe de la diplomacia rusa ha añadido que Moscú está dispuesta “a formalizar (esta garantía) de una forma u otra”. “El presidente Putin ya dijo públicamente que nosotros garantizamos la seguridad de estas rutas y garantizamos que, en caso de que Ucrania acceda a desminar los puertos y dejar salir a los barcos, nosotros no aprovecharemos esta situación en el marco de la operación militar especial que está en marcha”, ha añadido Lavrov.
Unas promesas sobre las que el lunes se expresó en un tuit el ministro ucraniano de Exteriores, Dmytro Kuleba: “Putin dice que no utilizará las rutas comerciales para atacar Odesa. Es el mismo Putin que le dijo al canciller alemán Scholz y al presidente francés Macron que no atacaría Ucrania, días antes de lanzar una invasión a gran escala de nuestro país. No podemos confiar en Putin, sus palabras son vacías”.
La comida como arma
Los presidentes de la Comisión Europea y el Consejo Europeo han reiterado este miércoles ante el Parlamento Europeo que la seguridad alimentaria es ahora una de las armas del régimen de Vladimir Putin en su invasión de Ucrania, mediante el bloqueo de los puertos ucranianos y el bombardeo de los almacenes de grano. “La comida se ha convertido en parte del arsenal de terror del Kremlin”, ha dicho Von der Leyen.
“Es la única manera de describir el bombardeo de las instalaciones de almacenamiento de granos por parte de Rusia y su bloqueo de los puertos ucranianos, y en algunos casos incluso el robo de unos 20 millones de toneladas de grano atrapados actualmente en Ucrania. Y es nuestro deber desmantelar la desinformación rusa. Seamos muy claros: mientras que Rusia utiliza activamente el hambre como arma, las sanciones de la UE están cuidadosamente diseñadas para evitar un impacto negativo. Y prevén una exención clara para los productos alimenticios. Nuestras sanciones no afectan a los productos alimenticios básicos. No afectan al comercio de cereales u otros alimentos entre Rusia y terceros países”, ha añadido.
Precisamente a las sanciones se ha referido Çavuşoğlu tras el encuentro con Lavrov. “No basta con decir que los productos rusos, como cereales y abono, no están incluidos en las sanciones, que son las declaraciones que hemos visto últimamente. Creemos que hay que dar también pasos para permitir que los buques que transporten estos productos puedan atracar en puertos y recibir servicios logísticos, así como asuntos de pago bancario”, ha señalado el ministro turco.
Un nuevo llamamiento para que se encuentre una solución al bloqueo del mar Negro ha llegado este miércoles desde Roma donde los ministros competentes en materia de alimentación de 24 países mediterráneos participaron en remoto en el I Encuentro Ministerial sobre la Crisis Alimentaria organizado por Italia y la FAO. Al término del evento a puerta cerrada, su anfitrión, el ministro de Exteriores italiano, Luigi Di Maio, ha exigido a Rusia la liberación del grano ucraniano que se marchita en los puertos de ese país. “Las próximas semanas serán cruciales. Lo quiero decir claramente: de Rusia esperamos señales claras y concretas, porque bloquear la exportación del grano supone secuestrar y condenar a muerte a millones de niños, mujeres y hombres”, ha dicho en una rueda de prensa.
“La situación puede degenerar en una crisis alimentaria mundial si no se interviene inmediatamente, con consecuencias más devastadoras, desestabilizado Estados ya frágiles, con nuevas guerras o flujos migratorios cada vez más difíciles de gestionar”, ha añadido Di Maio, sumándose a las voces que en los últimos días han expresado preocupación por las consecuencias de la crisis alimentaria y un posible repunte de las llegadas en el Mediterráneo desde África y Oriente Medio.
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