Ahora que salen lentamente a la luz detalles de la vida de Salman Abedi, el terrorista del Manchester Arena, muchos analistas se sorprenderán de los muchos aspectos de su vida similares a los perfiles de anteriores terroristas. Las autoridades y los expertos insisten en que no hay un único camino a la violencia extremista, pero existen factores comunes en el pasado de otras personas que también han cometido actos abominables en los últimos años.
Juventud
Abedi tenía 23 años, ligeramente más joven que la edad media de los terroristas que han actuado en Europa en los últimos años. Un estudio ha identificado un esfuerzo creciente de ISIS y de otros grupos terroristas por reclutar y entrenar a adolescentes. Entre septiembre de 2014 y diciembre de 2016, unos 34 planes de atentados o supuestos planes inspirados por ISIS estuvieron organizados por adolescentes, o incluso más jóvenes.
A pesar del considerable incremento reciente de la participación de mujeres, incluidas aquellas utilizadas por ISIS en labores de “primera línea” en ataques en Francia, el norte de África y otros lugares, los extremistas siguen siendo mayoritariamente hombres.
Inmigración
La familia de Abedi es de Libia y algunos analistas creen que la actual ola de extremismo es en gran parte obra de una segunda generación de jóvenes nacidos de padres que emigraron a Occidente. Aun así, muchos terroristas, especialmente en los últimos años, han sido inmigrantes más recientes.
Los expertos citan una serie de “factores de riesgo” vinculados a la experiencia de la inmigración. Entre ellos se incluye una sensación de desarraigo geográfico, diferencias culturales entre generaciones y complejos asuntos de identidad que dan como resultado una sensación de alienación.
En algunos casos, los problemas empeoran por viajes frecuentes al lugar de origen de la familia. Abedi parece haber repartido su tiempo entre Reino Unido y Libia, donde sus padres han estado viviendo desde 2011. Varias informaciones lo sitúan en Manchester hace dos meses, pero más recientemente en Trípoli.
Familia
Los investigadores estudiarán cualquier indicio de que otros miembros de la familia Abedi hayan estado involucrados en el extremismo o acogido visiones radicales. Un importante número de aquellos involucrados en la lucha islamista, así como en actividades extremistas, tiene familiares cercanos que comparten su compromiso con la causa. El hermano de Abedi, que supuestamente ha confesado que conocía con anterioridad los planes del ataque de Manchester, y su padre están actualmente bajo la custodia de autoridades libias.
Una investigación concluye que más de dos tercios de los lobos solitarios islamistas hablaron de futuros actos violentos con familia y amigos.
Existen muchos ejemplos de radicales británicos que quieren emular a sus padres involucrados en una generación anterior de activismo violento. De acuerdo con informaciones no confirmadas, el padre de Abedi, Ramadán, estuvo vinculado al Grupo Libio Islámico de Combate, que llevó a cabo una insurgencia islamista contra el régimen laico de Muamar Gadafi. Parece también que Ramadán regresó a su lugar de origen para volver a tomar las armas durante la revolución libia de 2011.
Viajes
A pesar de que internet, las redes sociales y las aplicaciones de mensajería encriptada han transformado el reclutamiento para ISIS, está claro que no existe sustituto para el contacto personal. Los ataques más letales en Europa en los últimos años —como en París en noviembre de 2015— estuvieron protagonizados en gran parte por residentes locales que viajaron a Siria para entrenar y combatir con ISIS. Se cree que son 850 británicos que viajaron a Oriente Medio para unirse al ISIS y su potencial regreso constituye una gran preocupación para los servicios de seguridad.
El reciente viaje de Abedi a Libia, donde tanto ISIS como Al Qaeda están presentes, es, por tanto, de una importancia fundamental. Es posible que allí hubiese recibido entrenamiento. Autoridades británicas del ámbito de la seguridad temen desde hace tiempo una “rápida” radicalización mediante la cual destacados militantes convencen a un individuo de que su “deber” es regresar a Reino Unido para ejecutar un atentado terrorista. Por tanto, estos militantes envían al atacante a su lugar de origen antes de que se debilite el tratamiento psicológico que ha recibido.
Bandas
Algunas informaciones señalan que Abedi estaba involucrado en el mundo del crimen. Muchos terroristas occidentales tenían algún tipo de relación con el crimen antes de desarrollar un interés en el islam radical. La transición de una banda callejera violenta y criminal a ISIS es más pequeña de lo que puede parecer. Sin embargo, otros dudan de las conexiones de Abedi con el crimen, describiéndole como callado y reservado, aunque propenso a brotes de ira.
Abedi abandonó un curso de empresariales de la universidad. Esto también se ha visto en casos anteriores. Uno de los dos hermanos del ataque en la maratón de Boston en 2012 se enfrentaba a una posible expulsión de la universidad. Existen muchos otros ejemplos. Uno es Raphael Hostey, un reclutador de ISIS conocido como Abu Qaqa al Britani, que abandonó un grado en la Universidad John Moores de Liverpool para viajar a Siria en 2013. Varias informaciones apuntan a que Hostey, de 24 años, era amigo de Abedi.
Conexiones extremistas
La conexión con Hostey puede ser más importante. El elemento clave en cualquier radicalización es habitualmente la exposición a actividades e ideas extremistas a través de amigos, no “el lavado de cerebro” por un agente lejano. Un amigo de la familia ha señalado que Abedi también conocía a Abdalrauf Abdalá, de 24 años, que el año pasado fue condenado a nueve años y medio de prisión por financiar el terrorismo y preparar atentados terroristas.
Es muy probable que Abedi fuese parte de una red más grande; no solo porque prácticamente no existen los lobos solitarios, sino porque hay pocos ejemplos de individuos que han logrado elaborar un artefacto explosivo letal ellos solos. Por tanto no es sorprendente que Amber Rudd, ministra de Interior británica, afirmase que la policía no cree que Abedi haya actuado solo.
ISIS reivindicó el atentado del lunes por la noche en Manchester, aunque hay indicios de que el grupo apenas tenía constancia de la operación, si es que sabía algo en absoluto. Al Qaeda ha mostrado un interés renovado por los ataques en Occidente. Aun así, la búsqueda de una “cadena de mando” puede ser poco apropiada. Un estudio muestra que, para la nueva generación de extremistas violentos, las lealtades tienden a confundirse. Para ellos, la lealtad es a toda la ideología y la causa en general, no a una organización individual.
Localización
Durante muchos años, la violencia islamista, ya fuera en Occidente o más lejos, ha desencadenado ataques en lugares a una hora o menos de viaje desde el hogar del terrorista. La ideología es global, pero la práctica es local.
Traducido por Javier Biosca Azcoiti