ColoradoCare: el plan de atención sanitaria universal que divide a los demócratas
De ser aprobada, la medida haría de Colorado el primer Estado de EEUU con asistencia sanitaria universal manejada por el gobierno. El problema es que su aprobación se enfrenta a un obstáculo insólito: los propios demócratas de Colorado.
La medida ColoradoCare le ha dado argumentos a los republicanos para usarla como un arma de campaña contra los políticos que apoyan el Obamacare. Como resultado de ese ataque, el establishment demócrata se ha declarado opuesto al plan, poniendo al descubierto la división existente entre los votantes populistas detrás de Bernie Sanders y los demócratas de Colorado que apoyan a Clinton, como el gobernador del Estado, John Hickenlooper, o como el senador Michael Bennet.
“Nuestras reformas están empezando ahora a dar sus frutos por lo que, en este momento, sería precipitado rehacer de forma radical el sistema de asistencia sanitaria”, dijo Hickenlooper en un comunicado.
El predecesor de Hickenlooper, el también demócrata Bill Ritter, es otro de los que le bajaron el pulgar a ColoradoCare: “La cobertura universal es un objetivo noble. Pero para un sistema de pago único, la estrategia de implementarlo Estado por Estado no parece ser práctica ni viable”.
Algunos demócratas de Colorado argumentan que el Estado no puede pagar una cobertura universal, que destruirá fuentes de trabajo y que generará un aumento en los impuestos para las familias trabajadoras. Pero para los legisladores de Colorado también está en juego un capital político muy importante.
Durante los últimos dos años, el senador Bennet (este año va por la reelección), ha sido el objetivo de una campaña de publicidades negativas en televisión, financiada por la fundación Americans for Prosperity de los hermanos Koch. La campaña usaba una frase del propio Bennet en su contra (frase que a su vez evocaba palabras de Obama): “Si estás a gusto con tu asistencia sanitaria y tu doctor, te los puedes quedar”.
En octubre, el Comité Senatorial Republicano Nacional pinchó a Bennet exigiéndole que tomara posición en el plan ColoradoCare. No respondió y los republicanos entendieron que su silencio significaba que estaba a favor de la reforma sanitaria. Hasta que en abril el portavoz de campaña lo desmintió en el periódico Colorado Independent: “Michael no cree que un sistema de pago único sea la manera de resolver los problemas de asistencia sanitaria del país. En particular, le preocupan seriamente las consecuencias de modificar por completo el sistema de asistencia sanitaria, lo que además requeriría un aumento gigantesco de los impuestos, dentro de una Constitución del Estado que lo impide”.
El problema de los impuestos
El portavoz del plan ColoradoCare y ex periodista político del Washington Post TR Reid tiene una visión bastante cínica acerca de su reticencia a respaldar el ColoradoCare: “Michael Bennet es un político cobarde que no tiene principios más allá de los que le indica su director de campaña”, asegura. En opinión de Reid, Bennet tiene “miedo de que lo acusaran de apoyar la medicina social”. “Hasta este año, siempre ha estado a favor de la asistencia universal; ha dado cientos de discursos en los que decía que quería asegurarse de que todos recibieran atención. Si esto no hubiera sucedido en un año de elección, Bennet estaría a favor de la medida”.
Según la senadora Irene Aguilar, ex doctora y principal arquitecta del plan ColoradoCare, “las personas que ostentan el poder y la gente común están desconectados”. “Los poderosos lo ven como un problema de pequeños incrementos; ninguno ha tenido el coraje necesario en sus convicciones como para intentar resolver el alcance de la asistencia sanitaria”.
Pero los problemas económicos que plantea el plan no son infundados. Con un incremento anual de 25.000 millones de dólares en impuestos (la misma cantidad que el presupuesto actual de Colorado), el plan ColoradoCare significaría el mayor aumento de impuestos en la historia del Estado. Colorado pasaría a tener la tasa impositiva más alta del país, implementada como un impuesto a la renta de las personas físicas (3,33% para empleados y 6,67% para empleadores). Se requeriría un adicional de 18.000 millones de dólares del gobierno federal, así como una exención que permita al Estado salirse de la Affordable Care Act (Ley de Atención Sanitaria Asequible).
Si los votantes aprueban el plan ColoradoCare, pasará a formar parte de la Constitución del Estado, lo que haría muy difícil dar marcha atrás. Según el portavoz de la organización Coloradans for Coloradans, opuestos a la medida, “hay un grupo de demócratas opuestos al ColoradoCare, entre ellos la directora ejecutiva de Denver Metro Chamber of Commerce, Kelly Brough”: “Ahora que la sesión legislativa ha terminado, estoy seguro de que los demócratas se harán oír”. “Incluso tenemos asesores demócratas llevando a cabo la campaña”, dijo.
Global Strategy Group, una consultora demócrata contratada por Coloradans for Colorodans, también trabaja para Priorities USA Action, el “súper PAC” (súper comité de acción política) demócrata de Hillary Clinton. En los últimos años, Clinton ha recibido 13,2 millones de dólares en donaciones del sector sanitario, de acuerdo con los datos de la ONG Center for Responsive Politics. La industria sanitaria es también la principal aportante de fondos en la campaña contra el ColoradoCare.
Según el director de comunicaciones de ColoradoCareYes (la organización que hace campaña en favor de la medida), Owen Perkins, “hay grandes sumas provenientes de la industria de seguros médicos involucradas, no sólo en la campaña contra el ColoradoCare sino también en los políticos que toman las decisiones relacionadas con las regulaciones de asistencia sanitaria”. “El papel que juegan el dinero y las grandes farmacéuticas en las campañas para influir en las votaciones políticas es, sin duda, una buena razón para poner la asistencia sanitaria en manos de la gente y fuera del alcance de políticos y seguros médicos”.
Según ColoradoCareYes, la mayor parte del dinero para Coloradans for Coloradans proviene de corporaciones. Muchas de las donaciones provienen de la industria de los seguros médicos. Otras, de fuera del Estado. Muy diferente a ColoradoCareYes, que dice recibir la mayoría de su financiación de contribuyentes individuales, a un promedio de 126 dólares.
La posición de Hillary Clinton
Algunos partidarios del ColoradoCare confían en que Clinton terminará posicionándose a favor del plan, aunque la firma consultora detrás de Priorities USA sea el mismo grupo que se opone a la medida.
“Todavía estoy esperando que Hillary diga que está a favor del plan”, explica Reid. “Esa es una de las razones por las que quería que el plan estuviera en la votación de 2016, porque me imaginé que Hillary la apoyaría. Pero si no lo hace de todos modos está bien: estoy haciendo una campaña contra la industria de seguros médicos y el establishment político, tan queridos en Colorado como Satanás”.
El año pasado en Boulder Clinton apenas hizo una mención sobre el ColoradoCare durante un alto en su campaña: “Sé que este año aquí, en Colorado, ustedes tienen una iniciativa de asistencia sanitaria. Los Estados pueden ayudar a mostrarnos el camino”.
Entrevistado en octubre por el periódico Colorado Independent, Bernie Sanders dio su apoyo a la medida de pago único: “Colorado podría mostrar el camino al resto del país en la búsqueda de un sistema que garantice una mejor asistencia sanitaria para más gente y con menor costo. En la nación más rica del mundo, deberíamos hacer que la asistencia sanitaria sea un derecho para todos los ciudadanos”.
Según ColoradoCareYes, los actos de campaña multitudinarios que Sanders celebró en Colorado fueron una excelente oportunidad para recolectar las firmas para llevar ColoradoCare a la votación. La oposición a la propuesta de asistencia sanitaria podría volverse en contra de los demócratas del establishment, como Bennet y Hickenlooper, dos superdelegados cuyo respaldo a Clinton hizo enfadar a los partidarios de Sanders: a pesar de haber ganado los caucus por 18 puntos, le impidieron obtener un número significativo de delegados.
Si se aprueba, ColoradoCare no sería la primera medida sometida a votación contra los deseos del establishment político de Colorado. En 2012, casi todos los legisladores del Estado rechazaron la legalización del uso recreativo de la marihuana y la medida se aprobó por más de 10 puntos.
Traducción de Francisco de Zarate