La crisis diplomática en la península de Corea aumenta el riesgo de conflicto armado

Simon Tisdall

El fracaso crónico de la diplomacia para resolver el largo problema con Corea del Norte está acelerando la militarización de un conflicto que amenaza con arrastrar a Estados Unidos, China y otros países del este de Asia. Las tensiones se intensificaron este martes por el ojo por ojo aplicado a la “toma de rehenes” entre Malasia y el régimen criminal de Kim Jong-un,

La decisión de Corea del Norte de prohibir la salida del país de diplomáticos y de ciudadanos malasios ha sido condenada por Najib Razak, el primer ministro de Malasia. “Esta aberrante decisión, que en la práctica mantiene como rehenes a nuestros ciudadanos, no respeta el derecho internacional y las normas diplomáticas”, afirmó Razak.

Como represalia, Najib anunció un veto migratorio sobre los norcoreanos y ha advertido a Pyonyang contra una mayor escalada. Pero la disputa, desencadenada por el asesinato en Kuala Lumpur del hermanastro del líder norcoreano, Kim Jong-nam, supuestamente a manos de agentes norcoreanos, es solo una muestra de un problema mayor.

Desde el año 2000, cuando Madeleine Albright, entonces secretaria de Estado de EEUU, visitó Corea del Norte bajo mandato de Bill Clinton, Reino Unido y otros países occidentales han trabajado bajo la premisa de que una mezcla de diplomacia discreta, sanciones limitadas, contención e incentivos pondría finalmente a raya a Corea del Norte.

Pero esa cómoda premisa ha demostrado ser falsa, especialmente tras la muerte de Kim Jong-il en 2011 y la llegada al poder de su paranoico e impredecible hijo, Kim Jong-un. Kim ha ampliado de forma agresiva el programa de misiles y armas nucleares desafiando la opinión de la ONU y de la comunidad internacional. La ira impotente desatada esta semana ante el lanzamiento provocador por parte del régimen norcoreano de cuatro misiles al Mar de Japón ha puesto de relieve el fracaso de la diplomacia.

Barack Obama le dijo a Donald Trump antes de dejar el cargo que Corea del Norte era probablemente el mayor riesgo a la seguridad al que se enfrentaría como presidente. Trump, normalmente locuaz, ha permanecido en silencio sobre el tema. Pero EEUU se está inclinando cada vez más hacia soluciones militares.

El mando militar estadounidense del Pacífico anunció el martes que habían llegado a Corea del Sur lanzamisiles y otro equipamiento para el sistema antimisiles Thaad (Plataforma de Defensa de Área de Alta Altitud). Estados Unidos asegura que el Thaad es una medida puramente defensiva, pero tanto China como Rusia lo niegan y argumentan que altera el equilibrio estratégico regional.

China ha penalizado a Corea del Sur por acoger en su territorio el Thaad. Las autoridades han cerrado decenas de tiendas de propiedad surcoreana y el turismo chino a Corea del Sur podría ser restringido.

Las críticas de Estados Unidos por la negativa de Pekín a adoptar medidas más duras contra Corea del Norte también han irritado a las autoridades chinas. El portavoz del Ministerio de Exteriores, Geng Shuang, ha denunciado que EEUU, Corea del Sur y Japón, que también está desplegando nuevas capacidades de misiles, están agravando el riesgo de conflicto.

“Las consecuencias de esto recaen sobre los hombros de EEUU y Corea del Sur. No pueden continuar por el camino equivocado”, ha advertido Geng. “Sin duda tomaremos las medidas necesarias para proteger nuestra seguridad”.

Corea del Norte ha mencionado este mes operaciones militares conjuntas a gran escala de Estados Unidos y Corea del Sur como prueba de que un Washington “hostil” está planeando invadir su territorio.

Esta semana, Kim ha ordenado a la fuerza estratégica del Ejército del Pueblo Coreano “mantenerse muy alerta, como requiere la cruda realidad en la que una verdadera guerra puede estallar en cualquier momento”, según ha informado la agencia estatal de noticias.

Aunque un ataque estadounidense se considera improbable, seguro que Kim es consciente de la promesa de Trump de aumentar el gasto militar estadounidense en 50.000 millones de dólares y de su énfasis en mayores y mejores buques y armas nucleares.aumentar el gasto militar estadounidense en 50.000 millones de dólares

El refuerzo militar de Trump llega en un contexto de carrera armamentística regional. China y Japón, enemigos históricos, están aumentando su gasto militar. La crisis de los “rehenes” puede también arrastrar a la ASEAN (Asociación de Naciones del Sureste Asiático), donde Malasia es un miembro líder.

A la vez que ataca a Kim por su búsqueda “ciega” de armas nucleares, el periódico chino de propiedad estatal Global Times advirtió este martes de que la posibilidad de una guerra en la península de Corea está aumentando: “Si las partes ignoran el consejo de China y se niegan a hacer esfuerzos para reducir las tensiones, solo podrán culparse a ellos mismos por las inmensas pérdidas que acabarán sufriendo”. la posibilidad de una guerra en la península de Corea está aumentando

Traducido por Javier Biosca Azcoiti