Israel usó munición fabricada en EEUU en el ataque al centro de Beirut que causó 22 muertos

William Christou

Beirut —

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Munición de fabricación estadounidense fue utilizada en el ataque contra el centro de Beirut que causó 22 muertos y 117 heridos este jueves por la noche, según un análisis de la metralla hallada por The Guardian en el lugar del bombardeo. El ataque alcanzó un complejo de apartamentos en el barrio densamente poblado de Basta, arrasando el edificio y destruyendo coches y el interior de las viviendas.

Se trata del ataque más mortífero en la capital libanesa desde que comenzaron los combates entre Hizbulá e Israel hace un año. Y mientras EEUU vende armas que usa Israel en sus bombardeos contra civiles, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha dicho este viernes que ha pedido a Israel que no ataque a la misión de la ONU (Finul) en el sur del Líbano, después de que bombardeos de Israel hayan herido a cuatro cascos azules en los últimos dos días.

Una fuente inicial en el lugar de los hechos dijo que los equipos de rescate habían trabajado toda la noche para encontrar supervivientes y recuperar a los muertos de entre los escombros. Afirmaron que en el edificio vivía más gente de lo habitual, ya que los residentes habían acogido recientemente a personas desplazadas por los bombardeos israelíes en el sur del Líbano y en los suburbios del sur de Beirut. Esto elevó el número de heridos y muertos en el ataque aéreo.

El edificio fue uno de los dos alcanzados en el centro de Beirut el jueves por la noche, y su objetivo, según Israel, era el alto cargo de Hizbulá Wafiq Safa, jefe de la unidad de enlace y coordinación del grupo y responsable de colaborar con los organismos de seguridad libaneses. Según Reuters, Safa sobrevivió al intento de asesinato.

El viernes por la tarde, The Guardian encontró restos de munición de ataque directo (Jdam) de fabricación estadounidense entre los escombros del edificio de apartamentos derrumbado. Las Jdams son kits de guiado fabricados por la empresa aeroespacial estadounidense Boeing que se acoplan a grandes bombas tontas de hasta 900 kg, convirtiéndolas en bombas guiadas por GPS.

El resto del armamento fue verificado por la división de crisis, conflictos y armas de Human Rights Watch y por un antiguo técnico de bombas del ejército estadounidense.

“El patrón de los pernos, su posición y la forma del fragmento coinciden con la aleta de cola de un kit de guiado Jdam de fabricación estadounidense para municiones lanzadas desde el aire de la serie Mk80”, declaró Richard Weir, investigador principal de la división de crisis, conflictos y armas de Human Rights Watch, tras ver una fotografía del fragmento. La serie Mk80 comprende tres clases de bombas, la más pequeña de 230 kilos y la más grande de 900 kilos.

“El uso de estas armas en zonas densamente pobladas, como esta, pone a los civiles y a los objetos civiles de la zona en grave riesgo de sufrir daños inmediatos y duraderos”, declaró Weir.

Las armas estadounidenses han sido clave en la guerra de Israel en Gaza y Líbano, y las Jdams son una de las municiones más solicitadas por Israel a Estados Unidos. Una investigación previa de The Guardian descubrió que se había utilizado un Jdam en un ataque en el que murieron siete trabajadores sanitarios, lo que Human Rights Watch consideró una violación del derecho internacional.

El ataque del jueves es la primera vez que se confirma el uso de munición de fabricación estadounidense en un ataque en el centro de Beirut desde 2006.

Estados Unidos ha sido objeto de duras críticas por su continua ayuda militar a Israel, que ascendió a 17.900 millones de dólares el año pasado. En septiembre, más de una docena de organizaciones de derechos firmaron una carta conjunta dirigida al presidente estadounidense, Joe Biden, en la que le pedían que suspendiera las transferencias de armas a Israel, citando el uso de munición estadounidense en ataques en Gaza contra civiles.

Israel se enfrenta actualmente a un caso en el Tribunal Internacional de Justicia presentado por Sudáfrica, que acusa a Israel de perpetrar “actos genocidas” en su guerra contra Gaza.

En Líbano, la población ha quedado conmocionada por la intensidad de los bombardeos israelíes en el país, que comenzó el 23 de septiembre.

Las personas que vivían en el apartamento que fue alcanzado y que sobrevivieron parecían estar todavía en estado de shock el viernes por la tarde. Un matrimonio caminaba cautelosamente sobre los escombros para llegar a lo que era su apartamento, recogiendo ropa esparcida por el suelo y metiéndola en una bolsa de plástico llena de las pocas pertenencias que pudieron salvar.

Ali, un hombre de 30 años que vive en una calle cercana, se encontraba en el lugar del ataque el viernes por la tarde, con una foto de su tío, asesinado la noche anterior, y recitando una oración en voz baja mientras pulsaba unas cuentas. Su tío era de Mays al-Yabal, una ciudad situada en la frontera entre Israel y Líbano, y había huido recientemente para quedarse con sus parientes en Beirut.

“Este ataque es doloroso no sólo para él y sus seres queridos, sino para todos a los que ayudó. Se suponía que este lugar era seguro”, dijo Ali.

Basta es un barrio de clase trabajadora, mayoritariamente musulmán suní, famoso por sus antigüedades y su arquitectura tradicional. En temporada alta, es frecuente ver a turistas paseando por la zona y su mercado, donde se venden antigüedades y muebles.

Más de 2.100 personas han muerto y más de 10.212 han resultado heridas en Líbano por ataques israelíes desde que Hizuolá lanzara cohetes contra Israel el 8 de octubre de 2023 “en solidaridad” con el ataque de Hamás del día anterior.

La mayoría de ellos han muerto desde el 23 de septiembre de este año, cuando Israel anunció una nueva fase de su guerra contra Hizbulá, que denominó Operación Flechas del Norte.