El Gobierno de EEUU utiliza la separación de sus hijos para forzar la deportación de los inmigrantes detenidos
Las autoridades estadounidenses han recibido la orden de preguntar a los padres migrantes separados de sus hijos si quieren regresar a sus países con o sin sus hijos. Presentadas en un formulario del Gobierno, las instrucciones llegan una semana después de que la justicia ordenara a la Administración de Trump terminar con la separación familiar de los aproximadamente 2.300 niños migrantes alejados de sus padres en la frontera.
Publicado por NBC News, el formulario avisa a los padres migrantes de su deportación de los Estados Unidos y ofrece dos opciones: “Solicito reunirme con mi(s) hijo(s) con el propósito de repatriarme a mi país de ciudadanía”, es una. La segunda: “Solicito de forma afirmativa, consciente y voluntaria, regresar a mi país de ciudadanía sin mi(s) hijo(s) menor(es) que, según entiendo, permanecerá(n) en los Estados Unidos para tramitar los pedidos oportunos de asistencia”.
El periódico The Guardian accedió al formulario y pudo verificar su autenticidad. En él se estipula que los agentes de inmigración deberán leer su contenido a los padres detenidos en un idioma que ellos entiendan. La mayoría de los cruces de la frontera en cuestión corresponden a migrantes que huyen de la violencia en América Central y buscan refugio en los Estados Unidos.
Ya han salido a la luz preocupantes informes sobre padres que fueron deportados sin sus hijos. Hay grupos defensores de los inmigrantes quejándose por el formulario: argumentan que las leyes de refugio vigentes autorizan a los migrantes a presentar sus solicitudes de asilo incluso con ordenes de deportación en su contra.
Según Lee Gelernt, abogado de la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés), al formulario le falta la opción en la que los migrantes impugnan ante un juez su deportación. “El Gobierno está engañando a los padres al hacerles pensar que sólo pueden recuperar a su hijo si aceptan la deportación”, dijo a The Guardian. La ACLU ha encabezado una demanda legal para impedir que la Administración de Trump separe a las familias y lograr el rápido reencuentro entre padres e hijos.
El tema se ha convertido en uno de los más polémicos de la presidencia de Trump. La semana pasada, un tribunal del distrito sur de California ordenó a la Casa Blanca que reuna en un plazo de 14 días a los padres separados de sus hijos menores de cinco años. También exigió que el resto de niños separados se reencuentre con sus padres en un plazo de 30 días.
Pero la Administración ha sido poco clara en lo referente a planes de reunificación familiar. El Departamento de Seguridad Nacional no respondió a The Guardian cuando el periódico llamó para obtener más información sobre el proceso o el cumplimiento de la orden judicial. “Ahora mismo, no tenemos conocimiento de ningún plan integral del Gobierno”, dijo Gelernt. Según Gelernt, les preocupa que se incumplan los plazos y también que se produzca un acto de desobediencia.
La ACLU está negociando con el Gobierno la entrega de una lista con los nombres de todos los padres separados de sus hijos. Las dos partes deben comparecer ante un tribunal de San Diego el viernes, cuando se cumple otra fecha límite de la orden provisional emitida la semana pasada: los padres detenidos deberían poder hablar con sus hijos por teléfono en un plazo máximo de 10 días después de la orden.
En su fallo del 26 de junio, la jueza Dana Sabraw ordenó al Gobierno de Trump que ponga fin a la deportación de padres sin hijos, a menos que el padre o la madre acceda de forma “afirmativa, consciente y voluntaria” a ser expulsado del país sin ellos. No se sabe cuántos padres fueron deportados sin sus hijos antes de esa decisión judicial.
En privado, los funcionarios reconocen que les está costando cumplir con la fecha límite impuesta por la justicia para reunir a las familias. En un informe publicado en Politico, los empleados de la Oficina de Reasentamiento de Refugiados (la unidad federal a cargo de niños migrantes no acompañados) aseguraban que aún no habían recibido instrucciones.
Durante su comparecencia de la semana pasada ante el Congreso, el secretario de Salud y Servicios Humanos Alex Azar dijo que ya habían reunido con sus padres o familiares a “varios cientos” de los niños retenidos en centros de detención y refugios para migrantes. Según la estimación de Azar, 2.047 niños seguían este lunes bajo la custodia del Gobierno de Estados Unidos. Los números no han sido verificados por una organización independiente.
En una carta enviada el lunes a la Administración, un grupo de senadores demócratas exige más información. “Nos preocupan profundamente los informes sobre los confusos intentos de reunificar a padres e hijos separados en la frontera”, dice la carta, dirigida a Azar y a Kirstjen Nielsen, secretaria de Seguridad Nacional. “Firmada apresuradamente, la orden no aclaraba cómo se reunificará a las familias, ni qué se hará con las familias que ya han sido separadas o con las nuevas familias que cruzan la frontera en busca de asilo”.
La carta exige un listado con los nombres de los niños separados, otra con los de los padres o parientes adultos, y un tercero que relacione un listado con el otro.
Traducido por Francisco de Zárate