La ropa, afirmaba Virginia Woolf, “cambia nuestra visión del mundo y la visión que tiene el mundo sobre nosotros”.
Aparentemente es una lección de la que se acordó la ministra israelí de Cultura, Miri Regev, de extrema derecha, en el festival de cine de Cannes. Regev eligió llevar un vestido estampado con la imagen de la ciudad de Jerusalén a modo de declaración política.
La ministra fue fotografiada en la alfombra roja con una falda larga decorada con un atrevido estampado de las murallas de la ciudad levantándose desde el dobladillo.
Regev solicitó el vestido al diseñador Aviad Arik Herman y afirmó: “Este año celebramos 50 años desde la liberación y reunificación de Jerusalén”. “Me siento orgullosa de celebrar esta fecha histórica a través de la moda y el arte. Estoy contenta de que este trabajo del diseñador israelí Aviad Herman sea tan emotivo y honre el bonito estatus de nuestra eterna capital, Jerusalén”, añadió.
Sin embargo, aunque Israel reivindica la soberanía de toda la ciudad, la mayoría de la comunidad internacional, igual que los palestinos, considera que el Este de la ciudad está bajo ocupación israelí.
Como era de esperar, las redes sociales han servido para responder a la elección de Regev y muchos usuarios han subido sus propias imágenes de lo que creen que se debería haber estampado en el vestido.
En una versión domina la imagen del fotoperiodista David Rubinger de tres paracaidistas israelíes celebrando la conquista del Muro de las Lamentaciones. En otras, el muro de separación israelí serpentea alrededor de sus tobillos, las llamas queman el paisaje y otra versión utiliza una bomba explotando en Gaza.
El periódico Haaretz, de tendencia izquierdista, tuiteó: “Miri Regev quería mostrar algo de orgullo de Jerusalén. En su lugar ha desatado un polvorín de carcajadas”.
El periodista Greg Carlstrom también reaccionó rápidamente: “Al margen de políticas, creo que todos estamos de acuerdo: sea lo que sea lo que Miri Regev haya pagado por este vestido, ha sido demasiado”.
La usuaria de Twitter Shira Makin también hizo un ataque mordaz: “El vestido de Miri Regev está guay y todo eso, pero le falta un pequeño detalle: los 370.000 palestinos que viven en el 'unido' Jerusalén Este, el 41% de su población”.
Los defensores del gobierno israelí, sin embargo, han sido más entusiastas y algunos los califican como “el vestido del año”.
The Jerusalem Post ha declarado que el vestido era “una clara respuesta a la decisión de la UNESCO del 2 de mayo que negaba la soberanía israelí sobre Jerusalén”. Otros interpretaron el vestido como una alusión al aniversario la semana que viene de la Guerra de los Seis Días, que supuso la conquista israelí de Jerusalén Este así y de Cisjordania.
Traducción de Javier Biosca Azcoiti