Norteamérica ha vivido el mes de junio más caluroso del que se tiene constancia, según los datos de los satélites, que muestran que los picos de temperatura duran más tiempo y se elevan más.
La cúpula de calor sobre el oeste de Canadá y el noroeste de Estados Unidos generó titulares en todo el mundo, a medida que se batieron récords diarios de temperatura en Columbia Británica, Washington y Portland.
Los nuevos datos revelan que esto formaba parte de una tendencia más general que se desarrolló durante varias semanas y en un área mucho más amplia, que se basa en la alteración del clima provocada por el hombre.
El Servicio de Cambio Climático Copernicus de la Unión Europea también indicó que las temperaturas de junio en Norteamérica fueron 1,2 ºC más altas que la media de 1991 a 2020, lo que equivale más de 2 ºC por encima de los niveles preindustriales.
Se trata del duodécimo año consecutivo de temperaturas de junio por encima de la media en la región, y del mayor aumento registrado hasta ahora.
A principios de mes, las condiciones de la ola de calor que batió el récord se localizaron en el suroeste de Estados Unidos. A continuación, se desplazaron por el noroeste de EEUU y el suroeste de Canadá, causando más de 500 muertes relacionadas con el calor y creando yesca para los incendios forestales. La ciudad de Lytton, en Columbia Británica, batió el récord de calor de Canadá durante tres días seguidos. El último boletín hidrológico muestra que muchas de las regiones afectadas tenían un suelo excepcionalmente seco.
El norte de Europa y Siberia también experimentaron un junio inusualmente caluroso. Se batieron récords de temperatura en Moscú y Helsinki. El mundo en su conjunto también fue más cálido que la media para esta época del año. Esto no se prevé normalmente en el mismo año que La Niña, un fenómeno que generalmente se asocia con un efecto de enfriamiento.
Los meteorólogos dicen que estas anomalías son posibles por el patrón general de calentamiento, causado por las emisiones humanas.
“La variabilidad natural y la tendencia al calentamiento hacen que un acontecimiento raro sea aún más raro”, dice Carlo Buontempo, director del Servicio de Cambio Climático Copernicus. “Porque el clima se está calentando en general y por eso, incluso en los años de La Niña, vemos temperaturas muy altas”.