El Partido Laborista, amenazado de muerte en el nuevo escenario post Brexit

Heather Stewart

El Brexit en Reino Unido ha creado un “un nuevo panorama político” en el cual el Partido Laborista de Jeremy Corbyn podría quedar aplastado, según un nuevo informe del think tank The UK in a Changing Europe (Reino Unido en una Europa cambiante) publicado seis meses después del referéndum para abandonar la Unión Europea.

The UK in a Changing Europe sostiene que los últimos seis meses han sido el periodo más tumultuoso en la política británica desde la Segunda Guerra Mundial, con una nueva primera ministra; retos de liderazgo en el Partido Laborista y el UKIP; la creación de dos nuevos departamentos gubernamentales; y la independencia escocesa de nuevo en la agenda, así como el futuro abandono de la Unión Europea.

“Aunque ninguno de estos temas es nuevo en la agenda política de Reino Unido, nunca ha habido un momento en el periodo de posguerra en el que se hayan producido al mismo tiempo tantos cambios”, señala Simon Usherwood, analista del think tank.

“El Brexit es uno de los factores pero también la causa de un nuevo escenario político en Reino Unido”, señala Anand Menon, director del think tank. Menon, profesor de ciencias políticas en la Universidad Kings College de Londres, destaca la volátil situación política. En este sentido, los miembros del parlamento, progresistas y conservadores, han interpretado el resultado del referéndum y los sondeos posteriores como un claro rechazo al principio de la libre circulación de personas de la Unión Europea y han decidido rápidamente apoyar las restricciones a la inmigración.

“Ha sido sorprendente ver cómo algunos miembros conservadores del parlamento que antes del referéndum eran partidarios de permanecer en la Unión Europea tantean ahora la posibilidad de una salida drástica”, afirma Menon en el informe.

Según el director del centro, es muy probable que en este clima político el parlamento se mantenga en un segundo plano hasta que el Gobierno decida activar el artículo 50 en marzo, ya que serán pocos los parlamentarios que van a querer desempeñar un papel contrario al Brexit ante los ciudadanos o criticar un “Brexit suave” que respete la libre circulación de personas.

La campaña del Brexit, punto de fractura

El informe señala que todavía no está claro qué partidos se beneficiarán de este periodo de volatilidad política. Sin embargo, todo parece indicar que el Partido Laborista no será uno de ellos. En un ensayo titulado Brexit, Six Months on (El Brexit seis meses después) indica que la campaña del referéndum “dejó al descubierto una brecha profunda y creciente en las bases del Partido Laborista”.

El documento señala el hecho de que cerca del 70% de los distritos electorales que normalmente apoyan al Partido Laborista votaron a favor del Brexit. El distrito de Stoke-on-Trent North, de la parlamentaria Ruth Smeeth, y el de Doncaster North, del parlamentario Ed Miliband, apoyaron la opción de salir de la Unión Europea con más del 70% de los votos.

En cambio, en los distritos electorales urbanos que suelen votar al Partido Laborista, como Islington North, de Corbyn, y Streatham, de Chuka Umunna, el 70% de los electores votaron a favor de permanecer en la UE.

“Esta tensión entre euroescépticos de clase trabajadora que tienen dificultades económicas y que están en contra de la inmigración, y los partidarios de permanecer en la UE, cosmopolitas, de clase media y con una situación económica más holgada, plantea un dilema estratégico al Partido Laborista, mientras que para los partidos rivales es una excelente oportunidad para quitarles votos”, afirma.

Los parlamentarios británicos están profundamente divididos en lo relativo a la inmigración y la responsable de Interior en la oposición, Diane Abbott, ha advertido del peligro de que el partido se acerque a las políticas de UKIP. El representante laborista Andy Burnham ha insinuado que si el partido no presta atención a aquello que preocupa a los votantes podría llegar a generar una ola de violencia. Goodwin indica que el UKIP, que ahora cuenta con un nuevo líder, Paul Nuttall, intentará captar el voto de aquellos distritos electorales que votaron claramente a favor del Brexit y en los que el UKIP se situó como segunda fuerza más votada en las elecciones presidenciales de 2015.

Al mismo tiempo, el Partido Liberal Demócrata de Tim Farron ha hecho una descarada maniobra para atraer a los que votaron a favor de la permanencia y que tienen la sensación de que el Partido Laborista no hizo todo lo que estaba en sus manos para frenar el Brexit.

A la caza de la clase trabajadora

“Si el Partido Liberal Demócrata, y no el Partido Laborista, consigue posicionarse como el nuevo hogar político para todos los que votaron a favor de la permanencia, que detestan al Partido Conservador y el Brexit, y para todos aquellos a los que el liderazgo de Corbyn les produce una sensación de desesperanza, entonces en algunos distritos esto podría dividir a los votantes con una visión social más progresista y que siguen pensando que permanecer en la UE es la mejor opción”, indica Goodwin: “Y al mismo tiempo, UKIP intenta captar el voto de la clase trabajadora que siempre ha apoyado a los laboristas”.

“En los distritos partidarios de la permanencia en la UE el Partido Liberal Demócrata ya es la segunda fuerza más votada y el Partido Laborista podría quedar aplastado tras una realineación de partidos en distritos como Hornsey y Wood Green, Bristol West, Cambridge, Bermondsey y Old Southwark y Cardiff Central”.

Menon considera que en los distritos del norte del país, que suelen votar al Partido Laborista, el futuro de este partido podría depender de la capacidad que tenga el UKIP para organizarse. El experto señala que el Partido Conservador también podría avanzar posiciones si May consigue impulsar lo que él llama “un Brexit duro, con un mensaje contundente contra la inmigración”.

“El Gobierno conservador ha evidenciado su deseo de atraer a exvotantes del Partido Laborista. Salir de la UE y poner fin a la entrada de ciudadanos de la UE en Reino Unido podría ser un movimiento lógico de esta estrategia”, explica.

Las elecciones parciales que se celebrarán a principios de año en Copeland, motivadas por la dimisión del parlamentario laborista Jamie Reed, serán un primer indicador para saber si el Partido Laborista será aplastado por sus rivales.

Otros expertos que han participado en el informe se hacen eco de las situaciones ya vividas en los últimos meses y analizan cómo el gobierno abordará el Brexit y cuál podría ser la respuesta de los otros países de la UE.

Jonathan Portes, del National Institute of Economic and Social Research (Instituto Nacional de Investigación Económica y Social) señala que en lo relativo a la política migratoria, las intenciones del Gobierno no están nada claras.

“No podrá avanzar hasta que los miembros del gabinete acuerden un objetivo a seguir y las prioridades clave”, afirma.

Todo parece indicar que están muy lejos de llegar a un acuerdo. Algunos miembros del gabinete, como el ministro de Hacienda y el de Negocios, están convencidos de la importancia del mercado único y de que los negocios puedan contratar a los trabajadores que más les convengan. En cambio, la primera ministra parece partidaria de recuperar las competencias en materia de inmigración y de reducir la cifra de inmigrantes.

El economista Angus Armstrong ha escrito uno de los capítulos del estudio y argumenta que el procedimiento formal para activar el artículo 50 tendrá menos relevancia que la respuesta que den los otros países de la UE. Sin embargo, el experto señala que próximamente se celebrarán elecciones en países clave y la UE tiene otros temas urgentes sobre la mesa. “El escenario más probable es que la UE opte por un marco de negociación que le resulta muy familiar: largos intervalos de tedio y letra pequeña, entremezclados con episodios de negociación política de alto riesgo a horas intempestivas que conduzcan a la larga a un acuerdo que no satisfaga a ninguna de las partes pero con el que todas puedan vivir”.

Traducido por Emma Reverter