Reino Unido ofrece a los solicitantes de asilo elegir entre ser expulsados a Ruanda o a zonas de guerra de las que huyeron
El Ministerio del Interior de Reino Unido está ofreciendo a los solicitantes de asilo ser trasladados a las zonas en conflicto de las que escaparon, en caso de que no deseen ser trasladados a Ruanda, según ha confirmado The Guardian. Aunque el proyecto impulsado por la ministra Priti Patel se enfrenta a varios procedimientos legales en los tribunales del país, el Gobierno británico se niega a comprometerse a suspender las primeras expulsiones, programadas para el 14 de junio.
Los documentos entregados al primer grupo de solicitantes de asilo, que se enfrentan a la expulsión al país del este de África, sostienen que el servicio de retorno voluntario del Ministerio del Interior puede ayudarlos a volver a su país de origen. “Usted tiene la opción de abandonar Reino Unido voluntariamente. Sin embargo, si se los expulsa, será a Ruanda”, dice el documento.
Las solicitudes de asilo de todos aquellos que se enfrentan a la posibilidad de ser enviados a Ruanda fueron consideradas “inadmisibles” por el Ministerio del Interior debido a la forma en que estas personas llegaron a Reino Unido. Generalmente, han cruzado el Canal de la Mancha en bote hinchable.
La carta añade: “No hay derecho a apelar contra la decisión de considerar su solicitud de asilo como inadmisible”.
Entre las personas detenidas actualmente para ser trasladadas, figuran sirios, sudaneses, afganos, eritreos, iraníes e iraquíes. En algunos casos, sus países de origen son zonas de conflicto activo.
“Es como si el Ministerio del Interior dijera a este grupo de solicitantes de asilo: 'Aquí tenéis un infierno que hemos creado para vosotros en Ruanda, pero también podéis elegir volver al infierno del que habéis escapado’”, dice Karen Doyle, de Movement For Justice. “Esto no es una elección. Se trata de refugiados que no pueden volver a casa. En la práctica, esto está rompiendo con el compromiso declarado de Reino Unido con los refugiados”, agrega.
Quiénes serán trasladados
Gran parte del primer grupo de 100 candidatos a ser deportados a Ruanda proviene de Sudán. Sin embargo, la sudanesa no es la nacionalidad más numerosa identificada entre las personas que han llegado a Reino Unido en pequeñas embarcaciones durante el primer trimestre de este año. Ocupan el séptimo puesto, con 137 llegadas entre enero y marzo de este año. Tienen una tasa de concesión de solicitudes de asilo del 92%.
El grupo de nacionalidad más numeroso entre quienes llegaron en pateras corresponde a los afganos, con 1.094 personas, seguidos de los iraníes, con 722. El Sindicato de Servicios Públicos y Comerciales (PCS), la organización benéfica Care4Calais y el grupo de presión Detention Action, junto con cuatro solicitantes de asilo que enfrentan la expulsión al país de África oriental, han presentado recursos legales contra estos planes, que están siendo analizados por los tribunales británicos.
La Justicia estudiará si el Ministerio del Interior tiene una base legal para llevar a cabo estos traslados, así como si, como defiende Patel, Ruanda es, en general, un “tercer país seguro”.
Un grupo de solicitantes de asilo que se enfrentan a la expulsión a Ruanda inició una huelga de hambre esta semana. El viernes, decenas de demandantes de protección iniciaron una protesta en el patio del centro de detención de Brook House, cerca del Aeropuerto de Londres-Gatwick.
El caso de Mohammed
Mohammed, de 25 años y originario de Sudán, está detenido y se enfrenta a la posible deportación a Ruanda. Le joven contó a The Guardian que había dedicado más de tres años para llegar a Reino Unido en un viaje de más de 8.000 kilómetros iniciado tras haber escapado de una masacre en su pueblo natal. Dice estar devastado por la amenaza del traslado a Ruanda.
“Es muy inquietante que el perfil de la mayoría de las personas que han recibido avisos de expulsión a Ruanda no coincida con el de quienes cruzan el Canal en mayor número”, dice Clare Moseley, directora ejecutiva de Care4Calais. “Los refugiados sudaneses a menudo no tienen dinero para pagar a los traficantes de personas y, sin embargo, representan más de un tercio de los enviados a Ruanda”, agrega.
“Nos dicen que más del 25% de los que cruzaron el Canal durante los tres primeros meses de este año son afganos y, sin embargo, no parece que un porcentaje tan alto vaya a ser relocalizado. El plan de Ruanda es muy político. ¿Acaso el proceso de selección lo es aún más?”, pregunta Moseley.
Un portavoz del Ministerio del Interior dice que “nuestra alianza con Ruanda, líder en el mundo, es una parte clave de nuestra estrategia para revisar el sistema de asilo y romper con el negocio ruin de los traficantes de personas”.
“Hemos dado indicaciones formales para el primer grupo de personas que serán reubicadas en Ruanda a finales de este mes, donde tendrán la oportunidad de reconstruir sus vidas. Se trata de un paso decisivo hacia la puesta en marcha de la medida y seguimos plenamente comprometidos a trabajar con Ruanda para ofrecer seguridad a los solicitantes de asilo y, esencialmente, salvar vidas”, añade.
Traducción de Julián Cnochaert.
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