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The Guardian en español

Trump cosecha apoyos utilizando el registro del FBI para intentar volver a presentarse en 2024

Trump supporters protest outside Mar-a-Lago

Lauren Gambino

Washington (EEUU) —
10 de agosto de 2022 22:41 h

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La noticia del registro por parte del FBI de la mansión de Donald Trump en Florida provocó una gran conmoción en Estados Unidos y el expresidente republicano y sus aliados han amenazado con tomar represalias tras un movimiento dramático y sin precedentes. 

El caso ha despertado llamadas entre sus oponentes para que el ex presidente rinda cuentas y ha generado debates sobre las implicaciones que tiene esta acción del FBI para los planes de Trump de presentarse como candidato en las elecciones de 2024, ya que algunas voces han indicado que Trump podría anunciar su candidatura antes de las consecuentes elecciones legislativas de noviembre.

El registro del FBI, que contaba con autorización judicial, parece guardar relación con una laboriosa investigación sobre cómo gestionó el presidente saliente documentos clasificados cuando dejó la Casa Blanca en enero de 2021 (tras perder las elecciones en noviembre de 2020). 

En las horas posteriores a que Trump anunciara el lunes por la noche que su “hermosa mansión Mar-a-Lago en Palm Beach, Florida, está actualmente bajo asedio, allanada y ocupada por un numeroso grupo de agentes del FBI”, los republicanos más destacados salieron en su defensa. La política estadounidense, muy polarizada desde hace tiempo, ha ido reaccionando a esta noticia. 

Kevin McCarthy, el líder de la minoría republicana de la Cámara de Representantes, amenazó con investigar al Departamento de Justicia de Estados Unidos si su partido se hace con el control de la Cámara tras las elecciones legislativas de mitad de mandato; algo que, según los pronósticos, es probable. “Ya basta”, dijo el republicano de California en un comunicado. “El Departamento de Justicia ha llegado a un estado intolerable de politización armada”, ha indicado.

Fue más allá, insinuando que, en caso de tener el control el próximo año, los republicanos de la Cámara de Representantes abrirían una investigación en el Congreso sobre el fiscal general, Merrick Garland. “Fiscal General Garland, guarde sus documentos y despeje su calendario”, dijo.

“Un precedente horrible”

Los demócratas, que han presionado al Departamento de Justicia para que presente cargos penales contra el expresidente por el papel que desempeñó en el asalto contra el Capitolio de Estados Unidos el 6 de enero de 2021, han aplaudido que el FBI haya entrado en la mansión de Trump para registrarla.

“Es un precedente horrible que el Departamento de Justicia investigue a un expresidente de Estados Unidos. La única opción peor sería que el Departamento de Justicia no lo investigara por tratarse de un expresidente. Nadie está por encima de la ley”, dijo el congresista demócrata Ted Lieu, representante de California, y que fue uno de los gestores del segundo proceso de destitución de Trump.

Los demócratas han tachado a los republicanos de hipócritas, ya que durante años pidieron que se investigara a Hillary Clinton por usar un email personal cuando era secretaria de Estado (el FBI lo investigó en 2015 y 2016 y llegó a la conclusión de que no había indicio de delito). Trump trató de sacar provecho de esa investigación y alentó los cánticos de “enciérrenla” en sus mítines de la campaña presidencial de 2016.

“Este hombre (Kevin McCarthy) y sus compañeros pelotas se escondían bajo tierra en lugar de responder cada vez que Donald Trump pedía que se persiguiera, se investigara, se encarcelara o se ejerciera violencia contra sus oponentes políticos”, aseguró el congresista Don Beyer, demócrata de Virginia. “Ahora, estas mismas personas hablan de Trump como si estuviera por encima de la ley. No está por encima de la ley”, dijo.

La presencia del FBI en la mansión de Mar-a-Lago en Palm Beach, el lunes, está relacionada con su investigación sobre si Trump se llevó ilegalmente documentos clasificados de la Casa Blanca a su residencia de Florida en lugar de entregarlos a los Archivos Nacionales. Algunos demócratas han señalado con regocijo que una posible, aunque poco probable, sanción por el mal manejo de documentos sensibles del Gobierno puede llevar a la inhabilitación para ocupar futuros cargos públicos (en realidad, hay un debate académico sobre el tema y esto abriría una larga batalla legal).

No está claro qué buscaba exactamente el FBI. Sí se sabe que para obtener la orden de registro (que tenían, según confirmó la abogada de Trump), los investigadores tienen que haber demostrado a un juez que tenían motivos sólidos para creer que el expresidente ha cometido un delito y que en la mansión de Mar-a-Lago encontrarían pruebas de ello. Trump dijo, en un comunicado iracundo, que los investigadores entraron en su casa y abrieron una caja fuerte.

El registro en una residencia de un expresidente, algo inédito hasta ahora, tiene implicaciones políticas al más alto nivel, por lo que los expertos legales especulan con que los investigadores probablemente pidieron autorización a las más altas instancias del Departamento de Justicia. Trump debe tener una copia de la orden de registro, pero ha optado por no hacer pública esa información.

Candidato a presidente en 2024

En una entrevista en Fox News el lunes por la noche, Eric Trump, uno de los hijos del expresidente, dijo que el registro se produjo porque “los Archivos Nacionales querían corroborar si Donald Trump tenía algunos documentos en su poder”.

Eric Trump arremetió contra el FBI y dijo que creía que el registro era un intento de evitar que su padre se presentara de nuevo a las elecciones de 2024.

“Sinceramente, espero -y lo digo por primera vez- que se presente y vuelva a ganar a estos tipos porque, sinceramente, este país no puede sobrevivir a este sinsentido”, aseguró. “No puede”, insistió.

Todo parece indicar que Trump quiere volverse a presentar y muchos han especulado con que este registro en una de sus residencias le puede beneficiar políticamente. Otros han indicado que, con esta acción del FBI, se alimenta la desconfianza de sus partidarios hacia los agentes de la ley federal, a los que Trump y sus aliados llevan mucho tiempo despreciando por considerarlos corruptos y tendenciosos y parte de una conspiración en contra de Trump a la que llaman el “Deep State” (literalmente, el “Estado profundo”, algo así como “las cloacas del Estado”).

Todo ello a pesar de que Steve Bannon, uno de los principales asesores de Trump durante la campaña y su mandato, reconoció que el “Estado profundo” no existía. También ha servido para que los aliados del expresidente y otros políticos republicanos que podrían ser potenciales candidatos en las presidenciales de 2024 cierren filas en torno a Trump. 

Ron DeSantis, gobernador de Florida y considerado como posible aspirante republicano a presidente en 2024, dijo que el registro de la mansión de Trump junto a la playa era “otra escalada en la militarización de las agencias federales contra los opositores políticos del régimen”.

A pesar de que los republicanos han insinuado que el presidente Joe Biden está detrás de los registros, la Casa Blanca ha asegurado que no estaba informado de los mismos antes de que se produjera.

“El presidente y la Casa Blanca se enteraron de este registro del FBI por la información publicada en los medios”, dijo el martes la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre. “No nos avisaron con antelación”, aseguró. Asimismo indicó que como presidente, Biden prometió restablecer la independencia del Departamento de Justicia después de años de esfuerzos de Trump para presionar a sus fiscales generales para avanzar su agenda.

Más problemas legales

El registro de su mansión en Florida no es ni mucho menos el único problema legal al que se enfrenta el expresidente. Aunque Trump ha tachado todos los casos como ejemplos de que hay una caza de brujas contra él. 

El Departamento de Justicia también está investigando el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021 y todos los esfuerzos que se hicieron para anular el resultado de las elecciones presidenciales de 2020 ( que dieron la victoria a Joe Biden). Trump afirmó infundadamente que los comicios fueron amañados. No está claro si está siendo investigado por estos hechos.

Un fiscal de Atlanta está investigando una llamada telefónica que Trump hizo al secretario de Estado de Georgia, en la que le presionó para que “encontrara” los votos suficientes para revertir la victoria de Biden en 2020 en el estado. Y en Nueva York, la fiscal general del estado, Letitia James, lidera una investigación sobre los negocios de la familia de Trump. Este miércoles Trump acudió a declarar en el caso, pero se negó a contestar a las preguntas de la fiscal.

En otro golpe, el tribunal de apelaciones de la ciudad de Washington dictaminó el martes que la comisión presupuestaria de la Cámara de Representantes puede obtener las declaraciones de impuestos de Trump de Hacienda, una decisión que la presidenta de la Cámara, Nancy Pelosi, saludó como una “victoria para el estado de derecho”.

Partidarios de Trump

Mientras las noticias sobre el registro de Mar-a-Lago resonaban en todo el país, una multitud se agolpaba en el exterior del lujoso club turístico y residencia privada de Trump, donde sus partidarios ondeaban banderas estadounidenses y algunos mostraban carteles de campaña con el nombre de Mike Pence tachado.

En Internet, los partidarios de Trump de extrema derecha mostraban su furia contra el registro del FBI en Mar-a-Lago. En las horas posteriores a que Trump diera a conocer esta acción del FBI, las referencias a la “guerra civil” se dispararon en Twitter, mientras que los foros de Maga (las siglas del eslogan de Trump) y QAnon (la red de bulos y fabulaciones) se encendieron con una retórica violenta y amenazas de disturbios civiles, alarmantemente similares al tipo de actividad observada en estas plataformas en el período previo a la insurrección del 6 de enero. El comentario más destacado en un tablón de mensajes pro-Trump fue “Lock and load” (una orden militar para cargar un arma).

Traducción de Emma Reverter

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