El huracán de la trama rusa sigue golpeando al presidente estadounidense Donald Trump. El nuevo golpe llega de la mano del nuevo libro del columnista Michael Wolff, que se apunta que el exasesor y exdirector de campaña del republicano, Steve Bannon, calificó de “traición” y “antipatriotica” la reunión que mantuvieron el hijo y el yerno de Trump con un grupo de rusos durante la campaña electoral de 2016.
Según recoge el diario británico The Guardian, que ha tenido acceso al libro de Wolff Fire and Fury: Inside the Trump White House (Fuego y furia: dentro de la Casa Blanca de Trump), Bannon aseguró que iban “a crujir como un huevo” a Donald Jr. por reunirse con el yerno del presidente, Jared Kushner; el entonces presidente de la campaña, Paul Manafort, y la abogada rusa Natalia Veselnitskaya en la Torre Trump.
The Guardian añade que, según el libro basado en más de 200 entrevistas con el presidente y su círculo político, un intermediario les habría prometido facilitar unos documentos que podían incriminar a la candidata demócrata, Hillary Clinton. En lugar de alertar al FBI sobre un posible asalto a la democracia de EEUU por una potencia extranjera, Trump Jr respondió en un correo: “Me encanta”.
Poco después, escribe Wolff, Bannon comentó burlándose: “Los tres tíos importantes en la campaña pensaron que era una buena idea reunirse con un Gobierno extranjero en la Torre Trump en la sala de conferencias del piso 25, sin abogados. No tenían ningún abogado”.
“Incluso si piensas que esto no es traición, o no es antipatriotico, o no es mala mierda, deberías haber llamado al FBI inmediatamente”, añade Bannon, que fue despedido en agosto del año pasado por sus desavenencias con el presidente.
“Bannon ha perdido la cabeza”
El presidente Trump ha reaccionado a las supuestas declaraciones de Bannon recogidas en el libro de Wolff y ha asegurado que el exasesor no tiene “nada que ver” con su presidencia y que ha “perdido la cabeza”.
“Steve Bannon no tiene nada que ver conmigo ni con mi presidencia. Cuando fue despedido no solo perdió su trabajo, perdió la cabeza”, ha afirmado Trump en un duro comunicado difundido por la Casa Blanca.
Incluso después de su despido, Trump había seguido defendiendo a Bannon, que ahora es un activista contra el aparato del partido republicano y a favor del populismo nacionalista que dio alas al presidente.
“Steve finge estar en guerra con los medios de comunicación, a los que llama el partido de la oposición, pero pasó su tiempo en la Casa Blanca filtrando información falsa a los medios para parecer más importante de lo que era. Es lo único que hace bien”, ha apuntado el presidente en su comunicado.
Trump se ha lanzado contra su exdirector de campaña y ha puesto en entredicho el papel de Bannon en la victoria de los republicanos: “Steve tuvo muy poco que ver con nuestra victoria histórica, que se logró gracias a los hombres y mujeres olvidados de este país”. Además ha aprovechado para cargar contra el “libro falso” de Wolff, que se ha dejado “embaucar” por Bannon y que no tiene “ni idea” de lo que pasa dentro de la Casa Blanca.
“Puedo ser el hombre más famoso del mundo”
Además, por si las declaraciones de Bannon no fueran lo suficientemente duras para el presidente, el libro de Wolff apunta que Trump no quería ser presidente de EEUU sino que se presentó a las elecciones para reforzar su marca, conseguir más publicidad e incrementar los beneficios de sus negocios.
Según el libro, Trump le aseguró a uno de sus asesores que, con su campaña, podría ser “el hombre más famoso del mundo”. “En el espacio de poco más de una hora, según la divertida observación de Steve Bannon, un confuso Trump se transformó en un incrédulo Trump y después en un horrorizado Trump”, añade el libro sobre los momentos tras la victoria del republicano.
La Casa Blanca ha negado todas las declaraciones que recoge Wolff -entre ellas, las que apuntan que Melania Trump “estaba llorando, y no de alegría” con la victoria de su marido- y ha asegurado que está lleno de declaraciones “falsas” de fuentes poco fiables.
La portavoz de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, ha apuntado que Wolff consiguió “el 95% de esas entrevistas” gracias a Bannon y que sólo se entrevistó una vez, “durante entre 5 y 7 minutos”, con el presidente Trump.