El Gobierno griego hizo público el jueves un comunicado en el que Alexis Tsipras lanza duras críticas a los 32 diputados de Syriza que votaron contra el acuerdo con la troika con el que se iniciarán las negociaciones para un tercer rescate. Otros seis parlamentarios se abstuvieron.
El primer ministro explica que lo que planteó a todos los diputados es que se posicionaran sobre la cuestión de si el Gobierno griego había sufrido “un chantaje” en su diálogo con las autoridades de la troika. “Si (ese chantaje) no se había producido, todos nosotros debíamos votar no”, dice el mensaje. Pero si decidían que ese chantaje había existido, todos juntos debían afrontar la responsabilidad. “El hecho de que no hubiera una oposición razonada y clara al auténtico poder de ese chantaje convierte la decisión de 32 diputados de no asumir esa responsabilidad, tanto conmigo personalmente como con los otros 110 diputados de Syriza, en algo que contradice los principios de camaradería y solidaridad en un momento crucial, lo que provoca una herida dentro” (del partido).
Tsipras no acepta que esos diputados críticos piensen que sólo ellos tienen un conflicto por razones de conciencia sobre “nuestros valores y principios comunes” después de lo ocurrido en los últimos seis meses.
Al final, el líder de Syriza acusa a esos diputados –la mayoría de la corriente Plataforma de Izquierda– de haber abandonado al Gobierno en un momento muy difícil, al “primer Gobierno de izquierdas en la historia del país”. “Ahora estoy obligado a continuar hasta la finalización del acuerdo con un Gobierno basado en una minoría de parlamentarios sobre el total de 300”, termina el texto de la declaración de Tsipras.
El principal representante de Plataforma de Izquierda dijo poco después de la votación que los diputados que habían votado no continuarían apoyando al Gobierno de Tsipras, aunque discreparan de él en el asunto de las negociaciones con la troika.