El 12 de abril es la fecha tope para ratificar el acuerdo del Brexit en el Parlamento británico. Así lo decidieron los líderes de la UE en la última cumbre en Bruselas hace dos semanas. Y así lo ha recordado este miércoles en el Parlamento Europeo el presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker. ¿Por qué? Porque si para el 12 de abril Reino Unido no ha ratificado el acuerdo de retirada de la UE, tendrá que convocar elecciones europeas y pedir una prórroga larga. Y necesitará justificar para qué.
El próximo día 10, a partir de las 18.00, los jefes de Gobierno de la UE se reunirán en Bruselas para escuchar a la primera ministra británica, Theresa May.
El presidente del Ejecutivo comunitario ha afirmado: “Tenemos algunos días más, si el Reino Unido está en condiciones de aprobar el acuerdo de aquí al 12 de abril [fecha límite para convocar elecciones europeas en Reino Unido], la UE debería poder aceptar una prolongación hasta el 22 de mayo [víspera del comienzo de las elecciones europeas]. El 12 de abril es la última fecha de aprobación. Si no, no podrá haber ninguna prolongación aunque sea corta. Después del 12 de abril podríamos poner en peligro el funcionamiento de la UE [salvo que Reino Unido convoque elecciones europeas y pida una prórroga larga]”.
Juncker responde así a la declaración del martes por la noche de la primera ministra británica, Theresa May, quien anunció el martes por la noche que su Gobierno está dispuesto a pedir una extensión del Artículo 50 y así aplazar la fecha de salida de Reino Unido de la Unión Europea. Ha asegurado que la prórroga será “lo más corta posible” y que no se alargará más allá del momento en el que se apruebe un acuerdo.
Para consensuar un acuerdo que obtenga el visto bueno de la Cámara de los Comunes –los parlamentarios han rechazado tres veces el documento que May negoció con Bruselas–, ha asegurado su disposición a negociar con el líder de los laboristas, Jeremy Corbyn, las condiciones en las que su partido apoyaría una salida. No obstante, ha recordado que dichas negociaciones deberán contemplar su acuerdo.
“El acuerdo de retirada actual se ha negociado con los 27 y la UE ha repetido en numerosas ocasiones que no será reabierto”, ha especificado en un discurso posterior a una reunión de siete horas con el Gobierno. Su idea es presentar este nuevo plan de actuación ante la cumbre extraordinaria con el Consejo Europeo que tendrá lugar la semana que viene.
Pero en Bruselas se atienen a los plazos fijados. “Lo que ha ocurrido en Westminster me reafirma que lo mejor que puede ocurrir es la ratificación del acuerdo de retirada”, ha dicho Juncker: “Hace diez días el Consejo Europeo sometió la prolongación del plazo hasta el 22 de mayo con la condición de que los Comunes aprueben el acuerdo antes del 29 de marzo, pero no ha sido así”.
De acuerdo con el presidente del Ejecutivo comunitario, “el acuerdo de retirada siempre ha sido una transacción equitativa, que ha permitido tener a cada parte una fracción de lo que deseaba. Estas transacciones son las que han permitido que el proyecto europeo avanzara. Ahora necesitamos este tipo de transacciones. La UE está dispuesta a añadir una cierta flexibilidad a la declaración política para abrir el camino a una relación futura estrecha: desde un acuerdo de libre cambio, facilitaciones aduaneras, unión aduanera o espacio económico europeo”.
“No hay dudas”, ha insistido Juncker: “Estamos dispuestos a iniciar discusiones, antes incluso que se seque la tinta. Estamos todos preparados y me gustaría contar con el mismo nivel de preparación en la parte británica. El Consejo Europeo ha dado todo el tiempo para que Reino Unido tome su decisión, pero el no acuerdo es la hipótesis cada vez más probable. Nos hemos preparado para ello desde diciembre de 2017. La lógica del Brexit hace del no acuerdo una opción por defecto”.
En el debate en el Parlamento Europeo, la portavoz del Partido Conservador, Jacqueline Foster, ha arremetido contra el líder laborista, Jeremy Corbyn. “Apoyen de una vez el acuerdo de la primera ministra”, ha dicho Foster, a quien le ha respondido el líder de los liberales, Guy Verhofstadt: “La culpa no la tiene Corbyn, la tiene el Partido Conservador, que está roto. Lo que está pasando es un aviso para las elecciones europeas, de lo que pasa cuando mandan los populistas”.
En este sentido se ha manifestado también Roberto Gualtieri, el portavoz socialdemócrata: “Brexit es un error trágico construido sobre una montaña de mentiras”.
“No sabemos qué va a pasar con los tories”, ha insistido la portavoz de la Izquierda Unitaria, Gabi Zimmer: “No hay tiempo para renegociar nada, estamos abocados a un Brexit sin acuerdo el 12 de abril”. El portavoz de los Verdes, Philippe Lamberts, se ha preguntado, en relación con las votación del Parlamento británico: “¿Qué lugar en la historia se puede encontrar en el no? El Parlamento británico tiene que estar a la altura y decir que sí”.